• Por Bernt Entschev
  • Presidente y fundador de The Bernt

De vez en cuando me gusta compartir historias que mucha gente también comparte conmigo. Recientemente, un buen amigo me dijo que estaba comenzando un nuevo negocio. Pequeño, pero sólido. Y en una determinada etapa del proceso, necesitó la ayuda de organismos municipales y estatales.

Y fue entonces cuando surgió el gran desafío: tratar de ser atendido con dignidad. Al llevar una determinada demanda a una empresa pública que gana millones, terminó siendo mal atendido dentro del proceso, de principio a fin, lo que lo llevó a cambiar parte de su estrategia debido al cansancio y la extrema burocracia.

Desafortunadamente, casos como el de mi amigo no son raros cuando solicitamos la atención de un organismo público. Sabemos que sí, en su mayor parte tenemos personas excepcionales que trabajan y se empeñan. Pero, el problema son aquellas personas que, por diferentes factores, terminan socavando y subvierten todo el proceso de atención al público.

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Para los profesionales que desean hacer carrera en el servicio público, para los que son funcionarios y para los que son gestores en áreas públicas, quiero darles valiosos consejos para que el servicio fluya al máximo.

La primera es: antes de postularse a un puesto en un concurso público, estudie lo que significa ser funcionario público. Estar al servicio de la población es premisa básica, es su principal cliente. Por eso hay una vacante para ocupar, ya que estas demandas serán parte de su rutina. Si descubre que no tiene el perfil, no se postule, porque tendrá una carrera sin éxito y probablemente descargará su frustración en las personas que no tienen relación con sus decisiones equivocadas en la profesión. Establezca una posición en la que pueda hacer lo mejor que pueda.

En segundo lugar, si ya es funcionario, trate siempre de mejorar, esto siempre lo mantendrá actualizado y atento a las demandas. Practique la empatía, esa es la única forma en que brindará un servicio de punta. Su satisfacción será sin duda la satisfacción del cliente, el ciudadano.

Si es un gestor público y tiene un equipo bajo su responsabilidad, los consejos anteriores también son válidos, con el siguiente incremento: trate este tema con su equipo, intente poner a las personas con perfil en las actividades que mejor se encajen, capacite constantemente a su equipo, abra el diálogo e implemente canales que evalúen el desempeño del funcionario y permitan que su equipo realice actualizaciones constantes.

Consejos extremadamente simples, pero que pueden mejorar la prestación de servicios públicos en nuestras ciudades, Estados y país. Como ciudadanos ya estamos desencantados por tantos impuestos altos y la mala gestión de muchos políticos. Ser tratado humanamente y profesionalmente por los funcionarios públicos es lo mínimo que uno necesita. ¡Queda el aviso!

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