Faltan 27 días para que la ciudadanía, en la Argentina, vote para elegir –en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO)– quiénes serán candidatas y candidatos para las elecciones de medio tiempo del próximo 14 de noviembre, cuando se renueve la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la de Senadores. Esos comicios, marcarán a fuego los 24 meses que faltarán –en diciembre venidero– para que complete su mandato el presidente Alberto Fernández. De la voluntad popular emergerá la continuidad, o no, del proyecto político de la vicepresidente Cristina Fernández, líder del oficialista Frente de Todos (FdT). En ese contexto, ¿Cuáles son algunas de las variables que se presentan en el horizonte del oficialismo? Veamos.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) –el costo de vida, según los datos oficiales que produce el gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)– en el pasado mes de julio, creció 3%. En los primeros siete meses del 2021, ese indicador, se ubica en poco más de 29%. En la Ley de Presupuesto vigente, aprobada por el Parlamento unos pocos meses atrás –para todo el año en curso– prevé, justamente, ese porcentaje de suba que, hasta fin de año y aunque la inflación mensual se desacelere, será ampliamente superado. Para que quede claro, en la medición interanual –en los 12 últimos meses– los precios crecieron 51%.

La pobreza, por su parte, alcanza al 42% de la población en todo el país. La indigencia, se acerca al 9%. En algunas provincias como, por ejemplo, la de Buenos Aires, donde se asienta el 38% del total del padrón nacional, poco menos del 70% de los niños y niñas, son pobres. En el año pasado, con la población del país –desde el 20 de marzo– sometida por decreto presidencial al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y, luego, al Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO), lo que en pocas palabras significa con el aparato productivo casi totalmente parado, el Producto Bruto Interno (PBI), ser contrajo 10%. Un reporte de la Confederación de la Mediana Empresa Argentina (CAME), que se hizo público meses atrás, hasta marzo pasado, indicaba que cerca de 95 mil comercios cerraron puertas para siempre. Poco menos de 43 mil pymes, también dejaron de existir.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El 27 de diciembre último, la misma entidad, reportó que el 15,6 por ciento de los comercios argentinos, dejaron de operar definitivamente. Junto con los cierres mencionados, casi 200 mil puestos de trabajo fueron destruidos. Mientras, el dólar norteamericano –en el que argentinas y argentinos se refugian, atesorándolos, para mantener el valor de sus ingresos– oficialmente, este lunes, comenzará a comercializarse a $102,50 por unidad. En el mercado informal, ilegal, blue, o como eufemísticamente quieran llamarlo, abrirá las operaciones en $182. La brecha entre ambos valores marca claramente cuáles son las expectativas sobre la economía que viene. Además, la pandemia. Desde el 24 de marzo del 2020, cuando formalmente –primero por “nota verbal” y, luego, por escrito, este país informó a la Organización de Estados Americanos (OEA) que el derecho constitucional de transitar libremente se encuentra por decreto suspendido por la emergencia sanitaria– la Argentina disminuyó sustancialmente su capacidad productiva.

El presidente Fernández, ante los reclamos de entonces, aseguró optar entre “un 10% menos en la economía y no 100 mil muertos” por el Sars-Cov-2. La realidad no optó por una u otra alternativa. Hasta las primeras horas de la tarde de ayer 108 mil 936 muertes es el indicador gubernamental de la tragedia. La información oficial da cuenta, además, que 18 millones 384 mil 742 personas todavía no recibieron ninguna dosis de las vacunas contra el coronavirus. Así las cosas, cuando faltan 27 días para el primero de los capítulos electorales, a los objetivos datos ya mencionados, con varios meses de demora, se añade lo inesperado. A través de una publicación periodística se supo que el 14 de julio del 2020 –el año pasado– la primera dama, Fabiola Yáñez, celebró su cumpleaños en “el chalet” de la Residencia Presidencial de Olivos, unos 20 Km al norte de la ciudad de Buenos Aires, territorio bonaerense, junto con el jefe de Estado y una docena de amigas y amigos.

Mientras, miles de argentinos y argentinas parían y morían en soledad porque estaban obligatoriamente en aislamiento so pena de ser encarcelados y/o encarceladas con intervención de la Justicia. Millones de niñas y niños, adolescentes y estudiantes universitarios –al igual que trabajadores y trabajadoras– cumplieron o intentaron cumplir con sus obligaciones a distancia. Desde sus hogares. Con el recurso informático –quienes dispusieran de él– del home office. El Gobierno lo negó el escándalo. El presidente Alberto F., personalmente, también lo hizo enfáticamente y en soledad. Las principales voces del oficialista Frente de Todos, callaron el tema aunque dejaron trascender que “Cristina está molesta”. Incomprobable. La revelación, acompañada de no menos de dos fotos de aquel suceso social que también fueron publicadas tuvo fuerte impacto.

La directora de la consultora Management & Fit, Mariel Fornoni, reveló que el 91,7% de la sociedad “leyó o escuchó hablar sobre el tema” y que el 76,1% de quienes así responden “menciona que la situación es muy o algo grave”. Asimismo, 60,2% de los consultados y consultadas sostienen que se trata de “un escándalo político que merece consecuencias”. Sobre este último parecer, el 22,3% de las y los requeridos por los encuestadores, que “iban a votar a candidatos/as favorables al oficialismo nacional” respondieron que “ahora, cambiarán su voto”. El 11,7%, que “aún no tenía definido el voto”, sostuvieron que “ahora votarán en contra del oficialismo nacional”, sumándose al 30,4% que –sin la influencia de esta revelación– también votarían “en contra” del gobierno nacional.

Pero, lo sucedido, parece también haber operado como desmotivador de la disposición social para cumplir con los cuidados que demanda prevenir socialmente la circulación del virus y sus variantes. Por aquella violación flagrante de la cuarentena protagonizada por el presidente Alberto Fernández, la primera dama Fabiola Yáñez, sus amigas y amigos, en la residencia oficial del jefe de Estado, un 48,7% de la sociedad, asegura estar “poco o nada dispuesto a cumplir” con las disposiciones aún en vigencia. En el mundo académico se advierte que los resultados de las encuestas “son la foto de un momento social”. Puntualizan que los climas sociales “suelen ser dinámicos y cambiantes”. Y, desde esa perspectiva, agregan una obviedad: “Lo que vale es la película entera”. Este lunes, las cosas están así. Las y los estrategas electorales del oficialismo están preocupados. Faltan 27 días para votar.

Dejanos tu comentario