• Por Felipe Goroso S.
  • Columnista político

A finales de los ochenta y principio de los noventa, aterrizaba en Paraguay el conductor argentino Nicolás Repetto. Hacía un programa que se llamaba “Marque el 13”, que por el éxito que tuvo, luego se le sumó “Sábados millonarios”. En el espacio, obviamente se ofrecía ganar productos y efectivo a quienes participaban del mismo. Dos de los momentos más esperados eran el Camionazo y el Avionazo, los mismos estaban llenos de premios y su llegada a las casas de los ganadores movilizaba a todos los vecinos de barrios y ciudades.

Hoy, treinta años después, volvemos a tener el Avionazo. A uno que también conmociona, pero no por su carga, sino por sus pasajeros. Que también llevan premios. El Cessna Gran Caravan EX, matrícula Zulu Papa – Bravo Zulu Papa, un avión de última generación con capacidad máxima de catorce personas, doce pasajeros y dos pilotos. Avión turbohélice de corto alcance fabricado en Estados Unidos en la compañía Cessna. Su precio varía, según el año de fabricación. En este caso, podría tratarse de uno del 2017/2018, su precio en el mercado ronda entre los dos millones cuatrocientos mil y dos millones setecientos mil dólares, si hablamos de uno que fue fabricado este año puede llegar a los tres millones de la moneda americana.

El mismo fue el utilizado por el vicepresidente de la República para trasladarse hasta una jornada de proselitismo y pertenece a la familia Zuccolillo, dueña de uno de los grupos empresariales más importantes del Paraguay. De entrada, uno podría quedarse en cuestiones de menor rango como si es que fue alquilado o no y quién pagó ese alquiler. Sin embargo, en este caso el escenario podría ser un poco mas complejo. Solo podría. Los propietarios de la aeronave al ser tan poderosos y con tantos intereses, han llevado por décadas la agenda política y económica de nuestro país, han puesto presidentes, miembros de la Corte Suprema de Justicia y siempre contó con congresistas que le hacían de coro y amplificadores de la agenda que salía de la calle Yegros.

A la par, cuando los mismos dejaban de ser útiles o funcionales a los intereses del grupo conocían los rigores de las tapas y encabezados negativos en pagina impar. Mas datos con Fernando Lugo o Mario Abdo Benítez, con quienes tuvieron este procedimiento de encumbrarlos, ungirlos y oportunamente otorgarles el pase a retiro. El Paraguay hasta ahora sigue pagando por haber otorgado su confianza a quienes no tenían, tienen ni tendrán la visión de estadista que necesitamos para definitivamente dar el salto que nos permita destacarnos y despegar en la región. No podemos darnos el lujo de volver a equivocarnos y votar a improvisados impuestos por grupos cuyos únicos objetivos son cuidar y ampliar sus propios intereses. Más nada.

Lo positivo, si es que hubiese algo dentro de todo esto, es que, gracias al Grupo Nación, la ciudadanía se entera de estos hechos y puede acceder a diferentes miradas y mas amplias. Definitivamente, el monopolio de la única verdad se acabó. Lo otro positivo es que ya sabemos quien es el nuevo ungido por el Grupo Zuccolillo, casualmente uno que conoce muy bien los pasillos de la justicia, la misma justicia que está investigando por operaciones sospechadas de lavado de dinero a un banco del mismo grupo económico. Son de esas casualidades que se dan en el mundo de la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a. El mismo mundo donde no existen las casualidades.

Etiquetas: #avionazo

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