Complicada es la intención de entender la lógica que utiliza el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a la hora de “gobernar”. Su complacencia hacia quienes están aniquilando al sector productivo del Paraguay solo podría tener una explicación. Y supongo que es la lectura que tiene el ex ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, quien sostiene que Abdo entregó su gobierno al Senado (Óscar “Cachito” Salomón –ANR–, Sixto Pereira –Frente Guasu–, Desirée Masi –PDP– y compañía) a cambio de evitar que lo rajen vía juicio político. Es como su reaseguro.
Este mismo Senado fue el que lo salvó del primer intento de juicio político tras el escándalo con el acta bilateral de Itaipú. El segundo intento, luego de las movilizaciones ciudadanas por el descalabro del sistema sanitario no prosperó porque sus correligionarios en Diputados lo salvaron, no por ser Abdo, sino porque había un temor de que la pelota quede en la cancha de quienes hoy están liquidando a los sectores productivos.
No existe otra explicación. Abdo pactó con el Senado, donde la oposición tiene mayoría, para evitar su caída. De lo contrario cómo se explica la tolerancia hacia los chantajistas disfrazados de camioneros que hace casi 15 días “cerraron” el país. La industria avícola podría desaparecer en una semana porque los balanceados (maíz) no llegan a los galpones para alimentar a las aves. Pilar Zubizarreta, referente del sector, amenazó que iría a arrojar sus 35 mil gallinas muertas frente al Palacio de López como señal de protesta por la inutilidad del gobierno.
Paul Sarubbi, presidente de Cavialpa, reveló que las obras viales se frenaron porque no hay manera de que lleguen cemento, asfalto y combustible para continuar con los trabajos. Tienen inconvenientes con los proveedores que temen trasladarse en ruta y que no puedan pasar sus camiones. Todo el gremio de la construcción mueve alrededor de 300 mil personas y si los bloqueos en ruta siguen estará en riesgo la continuidad de las obras y los puestos de trabajo.
El vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Industriales de Arroz (Caparroz), Ignacio Heisecke, lamentó el difícil momento que están atravesando. El jueves pasado, no dejaron pasar sus camiones, agredieron al chofer y destrozaron la mercadería que se trasladaba al Brasil. Contó que muchos de los supuestos camioneros son personas contratadas para hechos vandálicos y que detrás existe una mano negra politizada. Cuestionó la falta de respuesta del Ejecutivo y la ausencia total para tomar decisiones y cumplir lo que dice la Constitución Nacional. Lo peligroso de esto es que los empleados de las arroceras piden salir a las calles y reaccionar.
Todos coinciden que el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, debe renunciar por vergüenza, teniendo un cierre de rutas por más de 10 días. Leite dice que Abdo está desangrando al Paraguay para cumplir con su pacto con quienes quieren destruir el modelo del trabajo e instalar un modelo del fracaso.
Con los relatos de los exponentes de diferentes sectores sobre las pérdidas y perjuicio que les genera queda claro que este gobierno pretende destruir el aparato productivo, lo que significará el suicidio del país. El modelo que defiende Abdo en su gobierno es el modelo del fracaso, de la torpeza, de la inutilidad. Si la ciudadanía trabajadora no se hace sentir a tiempo, este presidente arruinará todo lo que se ha construido en los últimos años. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.