• Por Gabriela R. Teasdale
  • Socia del Club de Ejecutivos

Alan Mulally fue calificado recientemente como el tercer líder más grande del mundo por la revista Fortune, en reconocimiento al grandioso trabajo que hizo en las diferentes empresas por las que pasó.

Después de una carrera exitosa en Boeing, donde llegó a ser CEO de Boeing Commercial Aircraft, Alan se convirtió en el CEO de Ford y ayudó a la compañía a lograr uno de los cambios más positivos en la historia corporativa de Estados Unidos.

Además de sentir una gran admiración por su trabajo y trayectoria, considero a Alan como uno de los principales mentores de mi carrera profesional. Su filosofía de liderazgo es simple y podría resumirse en la siguiente pregunta: ¿por qué debería yo, aunque me desempeñe como el CEO, asumir que sé más que los demás líderes y profesionales de la empresa?

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Existen muchos líderes que asumen la posición de saberlo todo, y muchos de nosotros trabajamos con personas que piensan que realmente lo saben todo. Este estilo de liderazgo se basa en el antiguo modelo de “líder autoritario” en el que el líder desempeña el papel de “jefe” y les dice a sus colaboradores qué hacer y cómo hacerlo. Estos líderes pueden incluso llegar a pensar que si no actúan de esta manera no están liderando bien. Es un estilo jerárquico muy arraigado en nuestro país que deberíamos desterrar si queremos avanzar hacia empresas con mayor productividad y mejor relacionamiento entre sus recursos. Una de mis citas favoritas en este sentido es del notable Peter Drucker y dice: “mientras que el líder del pasado sabía cómo decir, el líder del futuro sabrá cómo preguntar”.

Alan hace que cada uno de sus colaboradores directos comparta abiertamente sus cinco prioridades en la reunión semanal de revisión del plan de negocios de la compañía. Antes de intervenir para ayudar a un colaborador o hacer cualquier otro comentario, facilita el aprendizaje de todos los miembros del equipo. En lugar de decir: “te puedo ayudar así”, Alan pregunta: ¿quiénes son las mejores personas de la empresa que te pueden ayudar?

Como líder-facilitador, Alan Mulally no se engaña al considerar que tiene todas las respuestas, sino más bien se centra en facilitar un proceso de búsqueda de respuestas.

Insisto en que este estilo de liderazgo de “líder como facilitador” es algo en lo que debemos pensar todos los que estamos enfrentando cambios y desafíos de manera de seguir evolucionando como seres humanos y organizaciones. Es momento de elegir cómo queremos influenciar en la vida de los demás y trabajar en ese liderazgo que genera grandes transformaciones.

¿Te animás a hacer algo que transcienda? ¿En equipo y mirando el futuro?

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