• Por Jorge Torres Romero

Son varias las razones del porqué Nicanor Duarte Frutos está dando una dura pelea para evitar la transparencia en su administración al frente de la Entidad Binacional Yacyretá. A estas alturas una conducta inadmisible, pero propia de políticos de la vieja guardia y consecuencia del reflote que hizo este gobierno con los considerados “hombres escombro”. Como dice la diputada Rocío Vallejo, se acabó la época del secretismo para las empresas del Gobierno. Todo debe ser auditado, inclusive las obras, al departamento de recursos humanos para saber qué función tiene cada uno de los contratados y qué aportan.

Paraguay tiene una Ley de Transparencia, hay jurisprudencia en administraciones anteriores del ingreso de Contraloría a las binacionales, la coyuntura exige abrir las puertas y transparentar todo. Pero no, Duarte Frutos desafía a la ciudadanía y obligará al ente contralor a recurrir a la Justicia, como lo está haciendo el diario La Nación para romper el blindaje impuesto desvergonzadamente por el “tendota”.

¿Por qué Mario Abdo Benítez no ordena la transparencia? La respuesta es simple. Se ventilarán los chanchullos, los pagos de favores, la prebenda, lo que siempre han hecho con los fondos de las binacionales. Esta parece una discusión gastada porque creíamos que esta etapa ya la habíamos superado.

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Aquí va una de las miles de razones del porqué el secretismo de Duarte Frutos en la EBY. El presidente del Congreso, Oscar “Cachito” Salomón, ubicó a gran parte de su parentela en la función pública, algunos en puestos sumamente claves dentro de la binacional.

Salomón, además de ubicar a su hijo “Felipito” Sebastián Salomón Casola, como ministro de la Secretaría Nacional de la Juventud, con un salario de G. 25.151.200, también tiene a su hijastra Rebeca Núñez en el Poder Judicial, con un salario mensual de G. 4.775.950.

Gracias a que Nicanor está en la EBY, “Cachito” pudo ubicar a su sobrino Juan Manuel Ibarra Salomón, quien ingresó en setiembre del 2018 a la entidad con una categoría G6 y con una remuneración base de G. 17.223.150, más extra de G. 2.776.141. Coincidentemente, Óscar Daniel López Mendoza, compadre de “Cachito”, también ingresó en setiembre del 2018 a Yacyretá, con una categoría H6 y un salario base de G. 19.724.250, más una bonificación de G. 12.740.600.

Otro allegado de “Cachito” Salomón que se encuentra en la EBY sería Arnaldo Demetrio Fernández Allende, actual director administrativo de la hidroeléctrica, cuyo salario por su categoría PS es de G. 29.585.850, más bonificación por antigüedad, título y otros de G. 32.847.035.

No contento con ubicar a sus parientes, el presidente del Congreso, aprovechando el manejo turbio de Nicanor en la EBY, “Felipito” Salomón usa recursos de la binacional para hacer campaña política con miras a las municipales. El ministro de la Juventud impulsa fuertemente su precandidatura a la Intendencia de San Lorenzo, haciendo uso de obras financiadas por Yacyretá, según denunció el concejal de esa ciudad, Nelson Peralta.

Se imaginan si se accede a los detalles de cómo Duarte Frutos está gastando los recursos de la entidad, vamos a saber quiénes son los proveedores, copias de los millonarios contratos, las transferencias solapadas a organizaciones sociales, los pagos por “publicidad” a algunos medios y otras cuestiones. Se les desmorona toda la estructura que montaron y, lo que es peor, podrían perder su “caja chica” y encima se vienen las municipales. Solo la presión mediática y ciudadana pueden romper el cerco de la corrupción. Transparencia ya. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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