Tuvieron que pasar trece meses negativos, en su variación mensual interanual o de doce meses –mismo mes de un año comparado con igual del año anterior– para que marzo pasado arrojara un resultado positivo con un aumento del 27% (960 millones de dólares) contra un pandémico marzo del 2020 en que cayera 15% (totalizó 763 millones). Al igual que las exportaciones de marzo del 2021 fue un estupendo mes con las ventas externas subiendo 62%. Veremos si este gran avance se repite en abril, teniendo en cuenta que por las dificultades de navegabilidad del río Paraná hay como 350 millones de dólares en soja en grano en barcazas y en silos sin poder circular aguas abajo rumbo al río de la Pata.

Por el lado de las importaciones ya en febrero pasado la disminución fue solo del -0,3% con respecto a igual mes del 2020. En enero sí hubo un derrumbe del -24%, contrastando con el 27% de aumento en marzo. Este comportamiento de las importaciones se corresponde con las recaudaciones de impuestos en las aduanas que saltaron en marzo 23% en guaraníes y 19% en dólares, teniendo la apreciación del guaraní y su estabilidad. Las recaudaciones también se derrumbaron en enero último -20% en guaraníes y -27% en dólares. Pero en febrero hubo una mejora en la recaudación de impuestos aduaneros con un aumento del 2,7% en guaraníes y una caída del -3,6% en dólares. ¿Qué está pasado en abril aún sin finalizar? Al 26 de abril las recaudaciones de impuestos ya subieron 59% en guaraníes con respecto a igual mes del 2020, cuando se dio un descenso del -50,5% en el peor momento de la pandemia, derrumbe que continuó en mayo del 2020 con -33,6%, en guaraníes. En términos de dólares se pasó de 110 millones de dólares en enero, a 132 millones de dólares en febrero, a 144 millones de dólares en marzo y a 105 millones de dólares en lo que va de abril (26) con un aumento del 59%. Más 59% en guaraníes y más 57% en dólares. Se estaría totalizado 491 millones de dólares en cuatro meses, faltando tres días de actividad aún en abril. Contra 475 millones de dólares en el primer cuatrimestre del 2020.

Me decía alguien que estos indicadores de recuperación de las importaciones y de las exportaciones no son indicativos reales de “mejor” salud económica en la sociedad, en el océano de calamidades sanitarias y padecimiento inhumano de tanta gente, prácticamente en todo, incluyendo la lucha por vivir, vendiendo, endeudándose, dejando el trabajo, abandonando hijos y nietos a la suerte de Dios, empujados muchas veces al delito para comer, al punto extremo de la prostitución. Y lo digo con todo respeto. Mi “mejor” respuesta, por breve que quiero que sea, es que estaríamos muchísimo peor si exportáramos poco e importáramos menos. Para no poca gente los números positivos son positivos en sus vidas, en grado diferente, de frente o refilón, con lluvia o simplemente con algunas gotas. Incluso para llorar y que las lágrimas no se sequen, de tristeza o de alegría. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.

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