“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
Tener la estimación final de cómo terminó la economía como un todo en el 2020 pandémico en su comportamiento global acumulado en sus cuatro trimestres versus iguales períodos del año anterior, con los respectivos sectores claves en términos de sus participaciones y velocidades de crecimiento o de retroceso, bajo los términos de cálculos del llamado Producto Interno Bruto (PIB), resulta valiosa para saber mejor cuán profunda y extendida fue la herida económica, definir y estudiar el escenario final para precisar los aportes positivos y las sangrías negativas, revelando aquellos factores claves en lo que llamo la mejor de las caídas: -0,6% en el 2020.
Opino que ese retroceso económico del -0,6% en términos del PIB no es un accidente. El campo, fundamental y decididamente, fue el pilar clave, en especial en el primer semestre 2020, con crecimientos del 18,1% y del 15,1% en los dos primeros trimestres, el peor período de los golpes económicos y sociales de la pandemia. El campo concluyó el 2020 con un avance global del 9,1% que un peso del 8,7% en la torta económica directa significó un aporte positivo del 0,7% a la caída del -0,6%. ¿Qué hubiera pasado si el campo caía? Además, en el caso del campo hay que considerar muy seriamente su efecto positivo en cadena en prácticamente todos los otros sectores de la economía (transporte terrestre o flete, peaje, talleres, bares, despensas, combustible, maquinarias y repuestos, puertos de embarque y tren de barcazas, comercios, banca, servicios de todo tipo, trabajadores informales –o de la calle, ruta– y formales, etc). Por citar algunos beneficiarios de la cadena campesina que encadena beneficiosamente a casi todos. Hay una economía paraguaya encadenada al futuro del campo, con un efecto alimentador para bienes y servicios tremendo. Por lo tanto su peso real está arriba del 35% del PIB. Incide en más del 35% de la economía de diversas formas. Ello explica que el 68% de todo lo exportado registradamente en el 2020 tuvo sello campo: 5.820 millones de dólares, de un total de 8.529 millones de dólares.
El segundo sector como pilar de la mejor caída del -0,6% es el de construcciones que mantuvo un comportamiento relativamente uniforme en los cuatro trimestres del 2020: 11,5% a 5,6% a 13,9% a 18,1% con un avance global del 12,6% y un peso del 7%, lo que proporcionó un aporte positivo del 0,8% en el total del -0,6%. Entre un 70% y un 80% las construcciones son privadas. El resto corresponde al Estado que tuvo un récord de obras públicas en el 2020 vía el MOPC, fundamental, vital para el sector de la construcción como un todo y el comportamiento global de la economía. Economía nuestra que inicialmente en el 2020 tenía un crecimiento proyectado del 4%, pasando posteriormente a vivir el drama pandémico con una caída estimada del -2,5% que pasó a -3,5% para posteriormente caer en -1%. Es ese uno por ciento de caída que ha sido ajustado a la mejor caída -0,6% por el Banco Central del Paraguay (BCP).
El 2021 iniciamos casi con la misma ilusión. Más que nunca, por si las moscas, necesitamos de la mano del campo. Los precios internacionales juegan a nuestro favor. Pero nosotros pateamos contra nuestro arco. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.
- El 2021 iniciamos casi con la misma ilusión. Más que nunca, por si las moscas, necesitamos de la mano del campo. Los precios internacionales juegan a nuestro favor. Pero nosotros pateamos contra nuestro arco.