Estamos viviendo el tercer domingo de la cuaresma, tiempo fuerte de conversión y de cambios. La Iglesia nos ofrece hoy este significativo pasaje de la purificación del Templo.
A veces, parece difícil de conciliar la violencia de este texto con la dulzura de Jesús, con su bondad y su amor. De hecho, Jesús hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo... Pero, debemos entender bien esto. No podemos utilizarlo para justificar nuestras iras y violencias.
Jesús jamás despreció o maltrató a una persona que con el corazón sincero le haya buscado, aunque fuera el peor pecador. Para Él no era importante el tamaño o la gravedad del pecado, pero sí el deseo de conversión, las ganas de empezar de nuevo. Jesús acogió el perfume de la pecadora que lavó sus pies con lágrimas, perdonó la adultera, confió en Pedro aun después de negarlo tres veces, perdonó a los que le crucificaron... pero no soportó a estos hombres que se aprovechaban del Templo y de la fe de las personas para explotarlas. Les expulsó del Templo.
Los judíos debían todos los años hacer una peregrinación al Templo de Jerusalén. Debían ofrecer dinero y también animales para el sacrificio. Sin embargo, el dinero que ellos traían de sus casas no podía ser colocado en las canastas del Templo porque era considerado impuro y entre todos debían hacer el cambio para la ofrenda. Lo mismo sucedía con los animales, solamente aquellos aprobados por los sacerdotes podían ser sacrificados, por eso las personas traían su animal, pero debían venderlo y comprar uno allí en el Templo. Con estos cambios, con las compras y ventas, eran las personas más humildes quienes perdían mucho. Eran explotadas por los “expertos” de los negocios. Estos negociantes abusaban de la fe de estas personas y no respetaban el lugar de Dios. Ante esta situación Jesús actuó con mucha firmeza y les echó afuera.
Debemos entender qué significa este “echar fuera”. Muchas veces en sus parábolas Jesús habla de “echar fuera” como por ejemplo al invitado al banquete que no tenía el vestido de fiesta, la cizaña al final de la cosecha, los pescados malos al final de la pesca... Por eso no es verdad que Dios acepta todo así no más; que en la casa de Dios hay lugar para todos sin importar nada; que Dios no rechaza a nadie. Dios quiere sí salvar a todos, pero de nuestra parte tenemos que estar abiertos a esta salvación. Nosotros tenemos que colocarnos en su camino. Debemos buscar la conversión.
Insisto en que para Dios no es importante la grandeza de mi pecado, pero sí mi deseo y esfuerzo concreto de cambiar mi vida. Quien solo piensa: “al final Dios perdona todo” y no hace ningún esfuerzo para ser mejores, es igual a estos vendedores que se sientan dentro del templo, cerrados en su egoísmo y sin importarles nada de Dios. Y estos fueron y serán expulsos con violencia por Jesús.
Ciertamente este evangelio no quiere despertar en nosotros el miedo, pero sí quiere decirnos que la vida de fe es una cosa seria. A Dios no podemos engañar. Para Él no sirven nuestras máscaras.
Cuaresma es el tiempo de ir al Templo, pero no como los vendedores para explotar a los demás, no para hacerlos sufrir, no para quitar ventajas personales, sino para encontrarse con nuestro Salvador, con su misericordia y renacer en su amor.
Cuaresma es tiempo de meditar, de discernir, de separar y de echar fuera lo que no sirve, lo que no nos corresponde. Esto es conversión. Solo se convierte quien empieza a caminar en otra dirección.
Esto es purificación. Solo se purifica quien quita de sí lo que es impuro.
Señor Jesús, en primer lugar, en este domingo, ayúdanos a descubrir si nosotros estamos entre aquellos a quien tú quieres abrirle tus brazos y acogerle en tu casa, pues reconoces la sinceridad de nuestros corazones, aun con nuestras debilidades y pecados y nuestro esfuerzo en vivir tu propuesta, o si nosotros estamos entre aquellos que tú quieres expulsar de tu casa, porque igual estando allí, estamos encerrados en nuestro egoísmo y acomodados con nuestros pecados. En segundo lugar, entra en nuestros corazones, y expulsa de allí todo lo que encuentres fuera de lugar, por ejemplo: la rabia, el odio, la envidia, el orgullo, la soberbia, los celos, la lujuria, la avaricia...
El Señor te bendiga y te guarde,
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.
En las imágenes de circuito cerrado se puede observar cuando los delincuentes abandonan uno de los biciclos que aparentemente deja de funcionar durante la huida. Foto: Gentileza
Vendedor de asaditos falleció tras resultar herido en un asalto
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El viernes último se registró un asalto en horas de la noche sobre la avenida Carretera de López en el barrio Mbachio de la ciudad de Lambaré, resultando víctima un hombre de 67 años, quien se dedicaba a vender asaditos en el lugar.
El hombre se habría resistido al asalto e intentó persuadir a los malvivientes cuando uno de ellos le disparó a la altura del estómago. Tanto familiares como vecinos auxiliaron al hombre, quien quedó tendido en la vereda. El vendedor fue trasladado hasta el Hospital de Trauma, donde fue sometido a una cirugía de emergencia.
Los testigos manifestaron que llegaron hasta el lugar cuatro hombres a bordo de dos motocicletas; estos primeramente habrían pasado y observado el lugar y luego retornaron para estacionar frente del puesto de venta. En las imágenes de circuito cerrado de las inmediaciones del lugar del asalto, se puede observar cuando los delincuentes abandonan uno de los biciclos que aparentemente deja de funcionar en plena huida.
Debido a la gravedad de la herida, a pesar del esfuerzo de los médicos, el hombre terminó falleciendo, confirmaron sus familiares. Hasta el momento, los efectivos policiales encargados de investigar el caso no cuentan con ninguna novedad sobre los autores del hecho.
Ante esta circunstancia, los familiares del hombre lamentaron que sean las personas trabajadoras, que buscan una alternativa para generar ingresos, las víctimas de la inseguridad. Solicitaron a los investigadores que continúen con su trabajo y busquen a los responsables del hecho.
Si bien el mito fundacional y los registros cronológicos no coinciden plenamente, se asocia la construcción del templo con la defensa contra la Triple Alianza. Foto: Gentileza
Isla Umbú: restaurarán templo que invita a viajar en el tiempo
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Gentileza
A 12 kilómetros de Pilar, es punto obligado de visita para el que quiera conocer Ñeembucú y los sitios históricos de la guerra contra la Triple Alianza. El templo de la localidad, centro de memoria y religiosidad, será puesto en valor en el marco del programa Tekorenda, dando inicio así a una recuperación de un valioso patrimonio nacional. Aquí la historia.
“Venir a nuestro pueblo es como entrar en el túnel del tiempo”, dice Mabel Franco, de la Universidad Nacional de Pilar, describiendo la sensación que siente al ingresar al “cuadrilátero”, el antiguo dibujo de las manzanas centrales de Isla Umbú.
Un paisaje que refleja el estilo de construcción de la década de 1860 se percibe en las casonas de tipo colonial que enmarcan la plaza grande en la que está el cuartel desde que el mariscal Francisco Solano López dirigió en un momento la defensa del sur durante la Guerra Guasu.
En el centro mismo de ese espacio, como un elemento de identidad, está el templo San Atanasio, de gran valor simbólico, histórico y cultural. Este último fue elegido por el Programa Tekorenda de restauración de sitios históricos impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) para una intervención destacada.
El intendente Jorge Marecos se muestra agradecido: “Es la primera vez después de mucho tiempo que tendremos una intervención del Estado en esta refacción”, dice con alegría.
Sin embargo, los restantes edificios requieren intervenciones para preservar uno de los pocos cascos urbanos que ayudan a reconstruir época que quedan en pie en el país. “Este entorno le da ese toque cultural antiguo al pueblo, pero lastimosamente algunas casas están desocupadas, con techos derrumbados. Son casas particulares y es difícil intervenir, pero presentamos a la SNC un proyecto para conservar por lo menos las fachadas”, destaca el jefe comunal.
UNA INTERVENCIÓN NECESARIA
El intendente Marecos indica que “el templo está con dificultades. Los técnicos de la SNC el año pasado hicieron una visita y detectaron que necesitaba esta restauración que se va a encarar desde octubre si todo va bien”, apuntó.
“El edificio está sólido, bien parado, pero tiene sus años. Así que esta tarea que durará más o menos un año o un poquito más será más que importante para nosotros”. Entre tanto, habrá que encontrar un buen sitio para oficiar las misas, ya que allí se congrega la feligresía católica los domingos. “Es un tema sensible”, señala.
La activista cultural Mabel Franco recuerda que “es muy importante este acto porque la última restauración fue en 1979 y estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde se pudieron intervenir algunos horcones, ya que sus cimientos estaban muy comprometidos.
Los técnicos de la SNC hicieron una visita el año pasado y detectaron que necesitaba una restauración, que se va a
encarar desde octubre
Pero desde esa vez a esta parte es la comunidad la que mantiene el edificio y ya se necesitan nuevas intervenciones en los cimientos, teniendo en cuenta el tiempo y que el edificio es original de la época, es un patrimonio demasiado importante porque es único en su tipo”.
Explica entonces que en Laureles tuvieron que hacer una réplica de la iglesia antigua, en tanto que en Guasu Kua se hicieron intervenciones que reemplazaron componentes originales de su templo. En cambio, San Atanasio, en Isla Umbú, mantiene su estructura original.
TURISMO
A apenas 10 minutos de Pilar, capital del Ñeembucú, se asienta esta población de 3.700 habitantes, centro de la producción lechera regional. Franco apunta: “Nuestra comunidad lleva hasta 2.000 litros por día de leche para las familias pilarenses”.
Enmarcada por el imponente paisaje de los humedales, su verde intenso, su laguna Capilla destaca por la belleza que aporta la visita de una variedad notable y colorida de aves silvestres.
El jefe comunal de Isla Umbú asegura que están preparados para recibir más turismo. “Formamos parte del circuito turístico, pero no tenemos mayores auxilios de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), lo hacemos a nivel municipio”.
Contó que la gente no solo puede visitar el museo, el cuartel, el templo, sino que también acercarse a la laguna, “que ahora tiene un lindo muelle y caminero para tomar sol en estos días tan lindos”, propuso.
Recordó que una idea que tienen es avanzar en el recorrido turístico extendiéndolo hacia “las compañías como Boquerón y Tajy, donde hay escenarios de la guerra contra la Triple Alianza que ayudan a entender lo heroico de la defensa que se dirigió desde Isla Umbú”.
La laguna Capilla destaca por la belleza que aporta la visita de una variedad notable y colorida de aves silvestres
UN POCO DE HISTORIA
Mabel Franco, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Pilar (UNP), recuerda que “la reorganización de Isla Umbú fue dispuesta por Carlos Antonio López, que le dio orden al jefe del cabildo de Pilar para poder formar el pueblo. Eligieron el mejor lugar para asentar el pueblo y luego se hizo una expropiación. Para ello tenían que pagar el diezmo los más adinerados y a los más humildes los ayudó el gobierno”.
Así fue que “se diseñó ‘el cuadrilátero’ en el estilo de los jesuitas, iglesia en el medio y en el lado oeste el cuartel, el cabildo y luego las casas a los costados con una gran plazoleta en el medio”, explica.
“Cuando la Triple Alianza, el Cabildo se convirtió en cuartel y fue el centro de aprovisionamiento del Ejército paraguayo en batalla, que entraba en acción más hacia el sur”, cuenta.
Una de las calles de Isla Umbú
Posteriormente, en el siglo XX el cuartel fue escuela, juzgado de paz, todo lo que necesitaba administrativamente funcionó allí y el cuadrilátero se mantuvo”, refiere. “La Municipalidad aprobó en 2003 una ordenanza declarando las casonas antiguas patrimonio distrital, cultural, dictando así un no innovar para que se mantengan las casas antiguas”, recordó.
Ese elemento político necesita ahora de inversiones para una recuperación que se espera se inicie con la restauración del templo. Como antecedente, vale señalar que en 2002 se restauraron los tres cuarteles históricos de la llamada “diagonal de sangre”: Isla Umbú, Humaitá y Paso de Patria.
UN PATRIMONIO A DESCUBRIR
La arquitecta Silvia Rey es la coordinadora del Eje de Intervención del Programa Tekorenda y cuenta que la iglesia San Atanasio de Isla Umbú “es un templo típico paraguayo, con estructura de madera independiente, muros de adobe de simple cerramiento y techos de teja y picanilla. Debido a sus características materiales, las condiciones climáticas y el paso del tiempo han afectado su estado”.
Describe a su vez que “los problemas de conservación se concentran principalmente en la cobertura debido a filtraciones de agua pluvial. Asimismo, presenta lesiones en los muros, como grietas, fisuras y desprendimiento de revoque.
La presencia de murciélagos es otro de los factores de degradación; además, se observan rastros de la acción de termitas (kupi’i), que aunque parecen estar inactivas actualmente habrían afectado la estructura del altar y algunas piezas de la estructura”.
–¿Qué pidió la comunidad en el marco de la audiencia pública?, ¿cuáles son los reclamos centrales?
–La comunidad expresó su preocupación respecto a la necesidad de salvaguardar la memoria histórica, muchas de cuyas tradiciones y conocimientos se conservan y transmiten de manera oral, debido a la pérdida de las fuentes documentales. Asimismo, manifestaron su interés en la protección del patrimonio cultural material, tanto mueble como inmueble, especialmente la iglesia y el museo. Concientes del valor de su entorno, otra de las preocupaciones principales es la preservación del ambiente urbano y natural de Isla Umbú. Para ello, se considera fundamental la implementación de un plan de ordenamiento urbano-territorial que promueva un desarrollo sostenible en la zona.
La iglesia San Atanasio de Isla Umbú “es un templo típico paraguayo, con estructura de madera independiente, muros de adobe de simple cerramiento y techos de teja y picanilla.
POTENCIAL
–¿Está pensado también un tratamiento para los otros edificios?
–En esta primera etapa, la intervención se centra específicamente en el templo. Sin embargo, la edificación que alberga el Museo Coronel Pedro Hermosa también se encuentra en el listado de edificios en necesidad de salvaguarda urgente de la SNC, lo que implica priorizar la obtención de fondos para su intervención en el marco del Programa Tekorenda.
No obstante, es importante señalar que el trabajo en territorio involucra varias otras acciones, las cuales son abordadas en un trabajo coordinado con la Dirección General de Patrimonio de la SNC en el marco de la política de protección del Patrimonio Cultural, como la documentación y el registro.
Dado el potencial que posee Isla Umbú, se espera que, con el proceso de puesta en valor, se genere un mayor interés hacia el sitio, lo que podría facilitar la inversión en la recuperación física y funcional de otras edificaciones.
–¿Qué rol tuvo el edificio durante la guerra contra la Triple Alianza?
–La Triple Alianza es el episodio más recurrente en la memoria colectiva de Isla Umbú. Según la tradición oral, la construcción de la iglesia fue motivada por la victoria que obtuvo el mariscal Francisco Solano López en la batalla de Estero Bellaco, cumpliendo una promesa hecha a San Atanasio, a quien se había encomendado. Sin embargo, el año de construcción referido, 1862, no coincide con este hecho histórico, que se dio cuatro años más tarde, en 1866.
–¿Cuáles son otros edificios históricos que requieren intervención?
–El edificio que hoy alberga al Museo Histórico Cnel. Pedro Hermosa, en homenaje a un combatiente de la guerra del 70, habría funcionado como cuartel de las tropas paraguayas durante las batallas desarrolladas en la zona de Ñeembucú. Se habría construido en la misma época que la iglesia, al igual que otras viviendas construidas alrededor de esta.
–¿Podría contarnos un poco la historia del distrito?
–A pesar de que los orígenes de Isla Umbú se remontan a 1779, cuando se inicia la ocupación efectiva de la zona del Ñeembucú, luego de la fundación de Pilar, la fecha de fundación que reconocen los pobladores es la del 8 de mayo de 1862, cuando, como parte de su política urbanística, don Carlos Antonio López ordena la reorganización del pueblo.
Sin embargo, según investigaciones realizadas por la historiadora Viviana Paglialunga, existen fuentes documentales en el Archivo Nacional de Asunción que dan cuenta de la existencia de cuatro escuelas y de trabajos en las obras del templo en el partido de Isla Umbú que datan de 1842.
–¿Cómo fue su evolución durante el siglo XX hasta la actualidad?
–A pesar del paso del tiempo, Isla Umbú ha mantenido sus características urbano-arquitectónicas, con la iglesia en el centro de la plaza y las viviendas con galería a su alrededor, disposición típica de los poblados del Paraguay desde la época colonial. La población va decreciendo debido a la migración campo-ciudad y, lamentablemente, hoy varias edificaciones se encuentran abandonadas y en riesgo de derrumbe.
–¿Isla Umbú está lo suficientemente referenciada como para movilizar el turismo histórico o ser parte de quienes llegan al Ñeembucú por sus humedales y paisajes?
–Isla Umbú está entre los secretos mejor guardados de nuestros pueblos pintorescos. Queda a tan solo 15 kilómetros –20 minutos en auto– de Pilar, recorrido que vale la pena, dadas sus características urbanas, ambientales y paisajísticas, así como su riqueza histórico-cultural y la calidez de su gente, que la convierte en un punto obligado para quien quiera conocer y disfrutar del Ñeembucú.
Entre sus tradiciones más arraigadas están la fiesta patronal en honor a San Atanasio, que se celebra el 2 de mayo de cada año y en la que no faltan las comidas típicas, los juegos tradicionales, la música y el baile.
Esta festividad culmina con el Festival Anual de la Leche, celebración en la que Isla Umbú hace gala de ser cuna lechera debido a que la producción de leche es la fuente principal de su economía.
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros”. Jn 13, 34
Mariosvaldo Florentino
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Hermano Mariosvaldo Florentino
Capuchino
Jesús pronunció estas palabras al final de la última cena, y seguramente los discípulos no la habían entendido en su profundidad. Ellos aún no sabían nada sobre el misterio de la cruz. No se imaginaban hasta qué punto Jesús estaba dispuesto a amarles.
Escuchando aquellas palabras, en aquella noche de fiesta, en el banquete de pascua, creo que habrán dicho: ¡Lo haremos muy bien! ¡amaremos como tú nos has amado! Habrán recordado los tantos lindos momentos que habían vivido juntos en aquellos años.
Tal vez pensaban, que también ellos debían hacer alguna fiesta para sus amigos, que debían invitarles a compartir sus alegrías... Cuando en aquella misma noche Jesús fue preso por los soldados, los discípulos fueron tomados por el miedo, por el pánico, y huyeron todos... Y Jesús hasta les ayudó a irse... ¡Si es a mí que quieren, dejen que ellos que se vayan!
Allí recién empezaba la gran prueba de amor que Jesús les quería dar...
Jesús estaba dispuesto a dar su vida por sus amigos.
Estaba dispuesto a permitir que le torturen...
Estaba dispuesto a llevar una cruz en sus hombros...
Estaba dispuesto a ser clavado en una cruz...
Estaba dispuesto a perdonar a todos los que le habían hecho el mal...
Estaba dispuesto a dar hasta su espíritu...
Estaba dispuesto dejar que abran su corazón con una lanza...
Estaba dispuesto a entregar hasta su última gota de sangre...
Y todo esto para decir que su amor era así, capaz de no pensar en sí mismo. Y darse completamente... capaz de amar hasta el extremo... hasta anularse completamente.
Los discípulos, aunque habían huido, supieron todo lo que le había sucedido. Mas en aquellos días estaban con tanto miedo, tan trastornados que seguramente ni consiguieron pensar directamente en los hechos de la cruz... Es solo cuando se encuentran con Cristo resucitado, una, dos, tres y muchas veces... despacito van perdiendo el miedo, y empiezan a recordar, reflexionar y entender muchas de aquellas palabras que Jesús les había dicho antes.
La resurrección de Cristo llenaba de luz cada palabra suya que antes había pronunciado. Ahora ellos podían comprender lo que parecía un enigma. Ahora ellos podían entender el mandamiento nuevo.
El mandamiento antiguo era: ¡Ama a tu próximo como a ti mismo! Este ya era un mandamiento bastante exigente, pues cada uno cree que tiene más derechos que los demás.
Nuestro egoísmo nos hace muy generosos con nosotros mismos y muy exigente con los demás. Pero, de igual modo, el criterio del amor en este caso, al final soy siempre yo. Ahora Jesús les había dicho: mis discípulos deben asumir un nuevo criterio para el amor. Les doy un mandamiento nuevo: que ustedes se amen unos a otros; como yo les he amado.
Ahora el criterio ya no es cuanto yo me amo, debo también amar a los demás. Ahora el criterio es Jesucristo, debo amar como Él me ha amado, esto significa, hasta el extremo, dando mi vida por mis amigos.
Quien ama a los demás como se ama a sí mismo, ya hace una gran cosa, pero no será capaz de dar la vida, de aceptar hasta una injusticia, no será capaz de sacrificarse por los otros, pues el criterio será siempre el amarse a sí mismo... Pero, cuando el criterio es Jesucristo, el amor se transforma en algo mucho más exigente.
Que Cristo resucitado nos de la gracia del Espíritu Santo, y que nos enseñe a amar como Él nos ha amado....
El Señor te bendiga y te guarde,
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.
“Después de esto, nuevamente Jesús se hizo presente a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberiades” Jn. 21, 1
Mariosvaldo Florentino
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Por el Hno. Mariosvaldo Florentino
Capuchino.
Este tercer domingo de Pascua nos presenta una nueva manifestación de Cristo resucitado a sus discípulos. El Señor vivo y victorioso busca la manera de encontrarse con sus seguidores en las varias situaciones de la vida que estos podrían enfrentar.
El relato de hoy nos muestra que Jesús se hace presente cuando los discípulos viven una nueva experiencia de frustración: eran siete de sus amigos que después de pescar una noche entera no habían recogido nada.
La actividad de pescar tiene siempre un doble sentido: puede ser la actividad normal que conocemos, pero también puede ser la actividad misionera de la Iglesia. Es muy probable que el evangelio se refiera a esta actividad, pues seguramente en los inicios de la Iglesia, cuando los discípulos llegaban a nuevas comunidades, muchas veces también tuvieron la frustración de no encontrar a ningún nuevo adepto. No es muy fácil anunciar a Jesucristo, su propuesta de vida, su gracia, su amor desconcertante, su pasión y resurrección y también sus interpelaciones... El hombre, desde el pecado original, tiene el corazón endurecido, tiene miedo de Dios y prefiere esconderse de él. La vida y la actividad del misionero no son siempre fáciles, ni son marcadas de muchos éxitos.
Sin embargo, Jesús se presenta allí: “Al amanecer, Jesús se presentó en la orilla”. Jesús se hace presente donde sus enviados se encuentran en dificultades. Su presencia es discreta. Él no viene con grandes alardes. Sus discípulos no lo reconocen súbito. A lo mejor, tan preocupados por el fracaso de aquella noche, ellos ni se habían dado cuenta de que Jesús estaba allí.
Pero, ¿cómo podría no estar allí el Señor? ¿Cómo podría abandonar a sus apóstoles en sus dificultades y en sus malas experiencias? ¡Imposible! Jesús estaba allí, esperándoles a la orilla del mar. Y, una vez más, él pide a sus discípulos justo lo que les quiere ofrecer: “¿Tienen algo de comer?”. Este es el método de Dios: nos pide un poco de lo que tenemos, cuando él nos quiere hacer herederos de todas las cosas; nos pide un poco de nuestro tiempo, cuando él nos quiere dar una vida eterna; nos pide algún gesto de amor, cuando él nos quiere abrir su corazón; nos pide un pez cuando él nos quiere dar una pesca milagrosa...
Lo importante es estar dispuesto a escuchar su voz y con confianza seguir sus comandos. “Echen la red a la derecha y encontraran pesca”. Aquellos discípulos, aunque estaban cansados y frustrados, fueron capaces de hacerlo y el milagro sucedió: “Se les hicieron pocas las fuerzas para recoger la red, de tan grande que era la cantidad de peces”.
Seguramente a ellos les invadió una gran alegría, eran tantos los peces y tendrían mucho que hacer ahora, pero uno de ellos, justo aquel a quien Jesús más quería, no se queda entretenido con los peces, sino que pone atención en aquel que había dado la orden de lanzar las redes y lo reconoce: “¡Es el Señor!”
Este es otro gran peligro en nuestras vidas, Dios se hace presente en nuestra situación difícil, nos hace encontrar la solución que necesitamos, y después nosotros, de tan contentos ni nos acordamos de reconocer quien nos ayudó. El discípulo amado sabía que solo podría ser el maestro para trasformar aquella noche de tanto trabajo inútil en un amanecer de satisfacción.
Creo que cada uno de nosotros en este domingo estamos invitados a hacer una experiencia sencilla y discreta de Jesús resucitado, que se acerca a la orilla del lago de nuestras vidas, que conoce las dificultades y las frustraciones que pasamos, que aun así nos pide algo y que tiene una indicación precisa para darnos y así cambiar nuestra suerte.
Oh Jesús, ayúdanos a no desesperar cuando aun después de trabajar tanto, no conseguimos nada. Danos la fe de saber que en cualquier momento tú legarás a la orilla de nuestra vida, para darnos una nueva indicación, como una bendición, que cambiará todo nuestro fracaso. Y cuando esto suceda, ayúdanos a reconocerte y gozar de tu presencia.
El Señor te bendiga y te guarde.
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.