POR MARCELO PEDROZA
COACH
Un estímulo, un cambio, una emoción. Así sucede el devenir de transiciones que activan el organismo, que tienden a responder, a intensificar un evento que sucede. Hay una inocente espera en esas niñas que juegan a ser médicas, en ese caudal imaginario vibra el crecimiento de los sueños. La humanidad de las emociones está ahí.
Se activan las ideas de esas jóvenes que estudian con dedicación. Fluye el semblante de lo responsable, de lo placentero de una elección, de esas que encuentran firmeza interior cuando las circunstancias se empecinan en desafiar la vocación. La fortaleza se encarga de levantar la vista y observa lo inevitable, la belleza en su profundidad.
Donde esos hombres están, lo que hacen, lo construyen por convicción. Son notables las vueltas de la vida, quien siembra paz, cosecha paz. Ellos lo saben, comprenden que los vaivenes solo eso son, pasajeros, como la tormenta de la noche anterior. Vino y se fue. Pasó. Quienes descubren lo esencial, saben que la eternidad pasa por el afecto con el que se vive. Lo que alguna vez se conjugará en tiempo pasado, trascenderá por el afecto con que se vivió.
La música existencial por excelencia se encuentra en el corazón, sabrá cada uno lo que representa, cómo es, qué hace sentir y cómo repercute en la conciencia que late.
“El antecedente que pone en marcha el proceso emocional es la percepción de un cambio en las condiciones estimulares tanto externas como internas del organismo. Los estímulos capaces de elicitar una emoción varían fundamentalmente en función de las demandas de adaptación (significación psicobiológica), así como de sus características propias”, escriben Enrique G. Fernández-Abascal y María Pilar Jiménez en el capítulo primero del libro “Psicología de la emoción”.
Estímulos… permanentes. Percepciones… constantes. Emociones… siempre. Una retroalimentación sorprendente.
Al quererse, se puede querer. Esas niñas están queriéndose, juegan y en ese flash, que algún día será un recuerdo tierno, están aprendiendo a querer al otro. Puros
estímulos, ejercicios perceptivos, emocionantes anécdotas del día, preámbulos de la historia que será. Augurio de un futuro extraordinario. Las jóvenes lo saben, los caballeros, también.
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Advierten riesgos del “sleepmaxxing”, tendencia para optimizar el sueño
Desde taparse la boca con cinta adhesiva hasta balancearse colgado del cuello, una tendencia viral en redes sociales promueve rutinas extremas para la hora de dormir que prometen un sueño perfecto, a pesar de la escasa evidencia médica y los posibles riesgos de seguridad. Influencers en plataformas como TikTok y X están impulsando una creciente obsesión por el bienestar conocida popularmente como “sleepmaxxing”, un término que refiere a actividades y productos destinados a optimizar la calidad del sueño.
El boom de esta tendencia, que genera decenas de millones de publicaciones, subraya el poder de las redes sociales para legitimar prácticas de salud no comprobadas, especialmente cuando las plataformas tecnológicas están reduciendo la moderación de contenido. Una supuesta cura para el insomnio consiste en colgarse del cuello con cuerdas o cinturones y balancearse en el aire.
“Quienes lo prueban afirman que sus problemas de sueño han mejorado significativamente”, afirma un video en X que acumuló más de 11 millones de visualizaciones. Sin embargo, expertos dieron la voz de alarma sobre esa práctica extrema luego de que medios estatales en China le atribuyeran al menos una muerte por ahorcamiento el año pasado.
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“Normalizar lo absurdo”
Estas técnicas de “sleepmaxxing” son “ridículas, potencialmente dañinas y carecen de evidencia”, declaró a la AFP Timothy Caulfield, un experto en desinformación de la Universidad de Alberta, en Canadá. “Este es un buen ejemplo de cómo las redes sociales pueden normalizar lo absurdo”, subrayó. Otra práctica popular es taparse la boca con cinta adhesiva para dormir, promocionada como una forma de fomentar la respiración nasal.
Los influencers afirman que ofrece amplios beneficios, desde un mejor sueño y una mejor salud bucal hasta la reducción de los ronquidos. Pero un informe de la Universidad George Washington concluyó que la mayoría de estas afirmaciones no estaban respaldadas por investigaciones médicas. Los expertos también han advertido que la práctica podría ser peligrosa, especialmente para quienes padecen apnea del sueño, una afección que interrumpe la respiración durante el sueño.
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“Perjudicial”
Los influencers que buscan dormir mejor también promocionan usar gafas de sol azules o rojas, dormir con mantas pesadas y comer dos kiwis justo antes de acostarse. “Mi preocupación con la tendencia ‘sleepmaxxing’, especialmente como se presenta en plataformas como TikTok, es que muchos de los consejos que se comparten pueden ser realmente inútiles, incluso perjudiciales, para quienes tienen trastornos genuinos del sueño”, declaró a la AFP Kathryn Pinkham, referencia en el tratamiento del insomnio en Reino Unido.
Los científicos reconocen que querer dormir bien forma parte de la legítima búsqueda de bienestar y salud, pero advierten que esta tendencia podría estar contribuyendo a la ortosomnia, una obsesión por lograr un sueño perfecto. “La presión por dormir mejor está arraigada en la cultura del ‘sleepmaxxing’”, afirmó Eric Zhou, de la Escuela de Medicina de Harvard.
Si bien priorizar un sueño reparador es admirable, fijarse la perfección como meta es problemático. Incluso quienes duermen bien varían de una noche a otra. Pinkham apuntó que la falta de sueño a menudo se debe a la “ansiedad por lograrlo”, un hecho que en gran medida no reconocen los influencers que practican el “sleepmaxxing”. “Cuanto más intentamos controlar el sueño con trucos o rutinas rígidas, más vigilantes y estresados nos volvemos, lo que paradójicamente dificulta el sueño”, afirmó.
“Sleepmaxxing” y “looksmaxxing”
Muchas publicaciones sobre el “sleepmaxxing” se centran en mejorar la apariencia física en lugar de mejorar la salud, lo que refleja una coincidencia con el “looksmaxxing”, otra tendencia online que fomenta técnicas no probadas y a veces peligrosas para aumentar el atractivo sexual. Algunos influencers del “sleepmaxxing” aprovechan la creciente popularidad del “looksmaxxing” para promocionar productos como cintas bucales, bebidas en polvo para mejorar el sueño y gomitas con melatonina.
Sin embargo, la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés) no recomienda usar melatonina para tratar el insomnio en adultos, citando evidencia médica inconsistente sobre su efectividad. “Muchos de estos consejos provienen de personas no expertas y no se basan en evidencia clínica”, alertó Pinkham. “Para las personas con verdaderos problemas de sueño, este tipo de consejos a menudo añade presión en lugar de alivio”.
Fuente: AFP.
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Mejorar los hábitos diurnos resuelven los problemas de sueño
La neurofisióloga clínica del Hospital La Princesa de Madrid, Rybel Wix, ha señalado que optimizar los hábitos de vida diurnos puede ayudar a “mitigar de manera significativa e, incluso, a resolver” muchos problemas de sueño nocturnos. Por ello, para la miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española de Sueño (SES), estos buenos hábitos diurnos pueden ser especialmente relevantes en el caso de personas con insomnio.
"Para las personas con insomnio, la adherencia estricta a los hábitos de higiene del sueño, tanto diurnos como nocturnos, no es solo importante, sino que es fundamental y una prioridad absoluta. Si bien estas pautas benefician a cualquiera, en el contexto del insomnio se convierten en herramientas terapéuticas esenciales", ha afirmado.
La portavoz de la SES subraya que el insomnio a menudo se perpetúa por un ciclo vicioso donde la preocupación por no dormir bien lleva a comportamientos diurnos que, paradójicamente, empeoran el sueño. En ese sentido, Rybel Wix apunta a la importancia de la exposición a la luz natural.
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“Las personas con insomnio a menudo tienen un reloj circadiano desregulado. La exposición consistente a la luz natural por la mañana y la reducción de la luz brillante por la noche son vitales para recalibrar este reloj, enviando señales claras al cuerpo sobre cuándo estar despierto y cuándo prepararse para dormir. Esto es crucial para regular la producción de melatonina y cortisol, hormonas clave en el ciclo sueño-vigilia”, ha apuntado.
Al hilo, la especialista ha señalado que “el sueño y la vigilia son dos caras de la misma moneda. Se necesitan mutuamente para funcionar de forma correcta”. “No podemos esperar una noche reparadora si no cuidamos lo que hacemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Por eso es importante que cambiemos nuestra perspectiva y entendamos que el buen sueño se construye a lo largo del día; y que invertir en hábitos diurnos saludables es invertir en una mejor calidad de vida y en un descanso nocturno reparador”, sostiene Wix.
Este impacto directo de las acciones diurnas sobre el descanso, explica la experta, se debe principalmente al reloj circadiano, un “reloj” interno que, entre otras funciones biológicas, regula los ciclos de sueño-vigilia. “Para que este reloj funcione con precisión y nos prepare para un sueño reparador, necesitamos ponerlo a punto o, como decimos en el ámbito médico, reforzar nuestro sistema circadiano”, apunta la portavoz de la SES.
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La importancia de la luz del sol
Esta puesta a punto se logra fundamentalmente a través de lo que se conocen como sincronizadores, el más potente de los cuales es la luz natural. “Exponerse a la luz del sol a primera hora de la mañana es crucial. Esta exposición le indica a nuestro cerebro que el día ha comenzado, por lo que se suprime la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño, y se activan una serie de procesos biológicos que nos mantienen alerta y con energía”, ha manifestado.
“Es como darle al botón de ‘reset’ de nuestro reloj interno, ajustándolo para las 24 horas siguientes”, explica Rybel Wix, que señala que sin esta señal matutina clara el reloj interno “puede desajustarse”, lo que se traduce en última instancia en dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos y una sensación general de falta de descanso.
Además de la exposición a la luz natural a primera hora del día, la neurofisióloga clínica destaca la importancia de otros hábitos diurnos, como la realización de actividad física intensa y regular, que permite “liberar el exceso de energía y la tensión acumulada durante el día, promoviendo un cansancio físico que facilita el sueño”.
Asimismo, recomienda llevar una alimentación equilibrada y con horarios regulares, evitar estimulantes como la cafeína y el tabaco, moderar el consumo de alcohol o gestionar el estrés, integrando en el día a día técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, que ayudan a reducir el impacto del estrés acumulada durante el día en el sueño.
Fuente: Europa Press.
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Viticultores franceses se adaptan a la tendencia del vino sin alcohol
En un laboratorio del suroeste de Francia, un ingeniero químico manipula muestras de vino sin alcohol recién sacado de cubas de metal, elaborado para responder a las nuevas tendencias de consumo tanto en este país como en el resto del mundo. “El cliente espera un vino con 0 % de alcohol”, explica el ingeniero Romain Laher, encargado de la desalcoholización en Le Chai Sobre, inaugurado en junio.
Desde la selección de los lotes hasta el embotellado, este centro fue creado por iniciativa de la empresa emergente Moderato y del grupo de viticultores Vivadour, del departamento de Gers. En este mercado, Moderato vende 50 % de sus productos en Francia y 50 % en el extranjero, en quince países que incluyen Canadá, Suiza, Dinamarca y también Emiratos Árabes Unidos, según Sébastien Thomas, cofundador de la empresa, quien aspira a integrar el vino sin alcohol “en la familia de la excelencia francesa”.
Las “vinificaciones para vinos desalcoholizados” no difieren fundamentalmente de las que “se realizan para el conjunto de los vinos”, observa Frédéric Ben, responsable de vinificación y enología en Le Chai Sobre. En esta estructura se eliminan las moléculas de alcohol conservando los aromas del vino, mediante un proceso especial desarrollado para adaptarse al “creciente interés por un producto diferente”, añade Laher.
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Elaborado como un vino tradicional, al producto se le retira el alcohol por medio de una “nueva herramienta” desarrollada “recientemente”, que utiliza un “proceso de destilación en frío”, explica el ingeniero. “Se reduce la presión dentro de la máquina, lo que disminuye la temperatura de ebullición del alcohol”, que se extrae “a una temperatura mucho más baja que en una destilación clásica”, detalla.
A través de varias etapas, incluida la transición del alcohol a su “fase de vapor”, este método —a diferencia de la destilación a temperatura ambiente— permite obtener “las mejores cualidades en el producto desalcoholizado”, señala, mientras sigue el proceso desde una pantalla táctil.
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Desinterés por las bebidas alcohólicas
Sin embargo, la eliminación del alcohol “refuerza la sensación ácida del vino”, la cual “debe ser compensada con azúcar en el producto final”, subraya Ben.
Alrededor de 6.000 hectolitros serán producidos este año por Le Chai, que prevé un crecimiento del 50 % anual. El centro de desalcoholización es “muy joven, pero está en plena expansión”, añade el director de vinificación, esperando que la capacidad de producción del sitio pueda aumentar hasta 80.000 hectolitros al año.
En Gascuña, en el departamento de Gers, donde los vinos tienen perfiles aromáticos particulares, Moderato -especializada en la venta de vinos sin alcohol- encontró a los candidatos ideales para crear el centro, relata Thomas.
Desde los años 1960 “fuimos testigos de una disminución continua en las ventas de vino, que fue muy importante en los años 70 y 80”, explica Pascal Dupeyron, director de la rama vitivinícola del grupo Vivadour, que agrupa a 400 viticultores del Gers.
Aun hoy, “a pesar de la notoriedad de los vinos franceses y todo el saber hacer del país”, esta disminución continua con los años y “se traduce en una dificultad para vender nuestros vinos”, señala.
Al observar “el creciente desinterés, sobre todo entre los jóvenes, por las bebidas alcohólicas”, Vivadour comenzó a interesarse por la producción de vino desalcoholizado en 2023.
“Nos preguntamos cómo ampliar nuestras actividades para poder valorizar las reservas de los viticultores”, comenta Dupeyron.
Según un informe del CNIV (Comité Nacional de las Interprofesiones de Vinos con Denominación e IGP) de 2022, el consumo de vino debería disminuir 25 % de aquí a 2035, mientras que el mercado mundial del vino sin alcohol debería dispararse, alcanzando 5.000 millones de dólares en 2032 frente a 1.800 millones en 2022, según la consultora estadounidense Fact.MR.
Fuente: AFP.
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¿Para qué escribimos?
DESDE MI MUNDO
- Por Carlos Mariano Nin
- Columnista
- marianonin@gmail.com
Es curioso cómo funcionamos. En medio del silencio, cuando la tristeza nos muerde o cuando la alegría nos desborda, muchos sentimos la necesidad de escribir. De decir algo. De soltar una frase, una foto, una emoción. Y casi siempre lo hacemos en las redes.
Pero ¿por qué? Si sabemos que a muchos no les importa, que algunos lo van a leer sin ganas, que otros lo guardarán para usarlo en nuestra contra. Si intuimos que hay indiferencia, burla o juicio detrás de la pantalla… ¿por qué igual escribimos?
Tal vez lo hacemos porque escribir, incluso en medio de ese océano digital lleno de ruido, nos salva. Porque, aunque el mundo esté lleno de filtros, egos inflados y reacciones vacías, cada vez que posteamos algo verdadero, estamos haciendo un acto de humanidad.
Sé que escribir cuando duele no cambia la herida, pero alivia. Compartir la alegría no garantiza que nos entiendan, pero amplifica el momento.
Y sí, claro que muchos no van a comprender. Pero también hay otros, quizás pocos, quizás lejanos, que van a leer y decir: yo también me sentí así.
Expresar lo que sentimos nos humaniza. Nos arriesga, sí. Pero también nos acerca. Y en estos tiempos de pantallas frías y conversaciones fugaces, eso es más necesario que nunca.
En un mundo que se desliza peligrosamente hacia la soledad, escribir es una forma de tender puentes. Es una manera de decir aquí estoy, incluso aunque nadie responda. Porque a veces no se trata de quién lee, sino de que yo necesitaba decirlo.
Y quizás ahí esté la clave: más que buscar aprobación, estamos buscando conexión. Un eco. Una señal de que no estamos tan solos en medio del bullicio frenético del día a día.
Escribir en redes, con todo lo que eso implica, puede ser una pequeña forma de terapia. Un ejercicio de honestidad en tiempos de máscaras. Un acto de coraje en un espacio cada vez más cruel. Y a veces, aunque sea por un instante, nos hace sentir acompañados. Humanos.
Y con eso, a veces, alcanza; pero esa, es otra historia.