Por Carlos Mariano Nin
En poco tiempo el mundo va a llegar a los sesenta millones de infectados. Cerca de un millón seiscientas mil muertes y miles luchando por sus vidas en terapia.
A veces lo pienso y me parece estar viviendo una película de ficción, pero la realidad esta vez supera a la fantasía. El cine nunca podrá retratar el sufrimiento de miles de familias, el dolor de perder a un ser querido sin siquiera despedirse.
No estábamos preparados para esto. El golpe nos tomó por sorpresa y nos dio de lleno en el rostro.
El covid-19 saltó de China a Europa y de allí al resto del mundo como un reguero de pólvora. Ante la sorpresa, el mundo ensayó medidas urgentes, mientras la ciencia buscaba un resquicio que permitiera luchar contra el virus. Pero nada de esto resultó.
El luto se sigue extendiendo por la tierra.
Como resultado de la expansión del virus, más de la mitad de la población mundial fue sometida a algún tipo de confinamiento, se impuso el distanciamiento social y los desplazamientos quedaron paralizados, al igual que la actividad económica, provocando una grave recesión en todo el planeta.
Una situación que vuelve a suceder en la segunda gran oleada global de este otoño en el hemisferio norte.
Pero hoy es mucho más lo que sabemos. Mientras avanza la fabricación de una vacuna, los especialistas recuerdan tres simples pasos que pueden salvar tu vida o la de tu familia:
- Lavarte las manos (con jabón nomás)
- Usar tapabocas (siempre que haya gente que no es de tu círculo)
- Y evitar las aglomeraciones (lugares donde haya mucha gente).
Con estas medidas logramos cierto respiro.
Si bien es verdad que el foco principal de la pandemia vuelve a situarse en Europa, con una segunda ola que se está extendiendo por el continente, nosotros, en América, deberíamos aprender la lección, pero no.
A veces siento que no tenemos remedio. Nada más el Ministerio de Salud fue liberando las restricciones, volvió, como le gusta decir al Ministro de Salud, el relajo.
En Caacupé se violan las medidas sanitarias como si no existiesen consecuencias, en los barrios los jóvenes juegan partido como si nunca hubiese existido un virus mortal y altamente contagioso, en la Costanera de Asunción los fines de semana cientos de personas se aglomeran y juegan con sus vidas a la suerte, en los colectivos, los supermercados y las protestas nadie guarda distancia… y así sin ver lo que sucede del otro lado del mundo estamos destinados a repetirlo, salvando las distancias de un continente pobre y corrompido.
La segunda ola va a llegar y será inevitable si seguimos así.
Vamos a ahogarnos en nuestra propia ignorancia en el mar de nuestra propia indisciplina.
Si no aprendemos las lecciones estamos condenados por un virus contagioso y escurridizo, que ya no distingue entre sanos y enfermos, entre cuidadosos y despreocupados, y que cuando toca a tu puerta no vas a saber que vas a encontrar al abrirla, puede ser la suerte o la muerte… pero esa, es otra historia.
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Orgulloso heredero de un nombre que marcó su historia
Descendiente de don Carlos Antonio López, el ilustrador argentino Francisco Solano, homónimo del mariscal paraguayo, vuelve a obtener el reconocimiento por su trabajo, 14 años después de su muerte, al popularizarse la serie argentina protagonizada por Ricardo Darín.
- Por Jimmi Peralta
- Fotos Gentileza
El pasado 30 de abril tuvo su estreno a través de Netflix la serie “El Eternauta”, convirtiéndose rápidamente en tendencia global al alcanzar el primer puesto en reproducciones entre las realizaciones en español dentro de la plataforma. Se trata de una producción argentina basada en la historieta de igual nombre, publicada en el vecino país en su primera entrega entre 1957 y 1959 a través del suplemento semanal Hora Cero, con guion de Héctor Oesterheld (1919-1977) y dibujos de Francisco Solano López Fontaine (1928-2011).
Esta coincidencia de nombre con el mariscal paraguayo no es una mera casualidad, pues se trata del tataranieto del primer presidente constitucional del Paraguay, don Carlos Antonio López, y bisnieto de Venancio López. Fue en honor al máximo héroe paraguayo que sus padres, Carlos Antonio López Blomberg y Carmen Fontaine, lo hicieron heredero del nombre Francisco Solano, una marca que atravesó su historia familiar y que en las últimas semanas resonó nuevamente, evocando a la vez el origen de este sello que lo vincula con el Paraguay.
“Mi padre tenía mucha ilusión de hacer por lo menos una historia, aunque no fuera completa, del mariscal y me encargó a mí escribirla”, comenta Gabriel Solano López, guionista e hijo de López Fontaine.
LA GUERRA DEL PARAGUAY
El dibujante de “El Eternauta” y de un sinnúmero de publicaciones más trabajó a fines de los 70 en la historieta “La guerra del Paraguay”, con guion de su hijo Gabriel, quien habló con La Nación/Nación Media sobre la figura y el legado dejado por su padre.
“La historia se concentró en el último periodo de la guerra, cuando el mariscal estaba en medio de la selva, escapando, intentando que no lo descubrieran en su odisea con 400 supervivientes. Entonces, un poco nos concentramos en ese periodo porque mi padre tampoco tenía tiempo porque estaba con sus compromisos editoriales, entonces a poco podía proyectar una historia así a largo plazo”, explica Gabriel Solano López.
La historieta realizada entre padre e hijo marca una mirada respecto a la historia no popularizada en el vecino país. El material fue varias veces reeditado. “Ambos disfrutamos mucho de ese trabajo. Lo disfrutamos mucho porque hemos sido muy estudiosos de la guerra del Paraguay para hacerlo, mi padre por orgullo y yo también. Lo hicimos a partir de un historiador que en su momento fue muy popular en Argentina, que era José María Rosa”, agrega.
NARRATIVA
La narrativa predominante en el vecino país respecto a la contienda, conocida en Paraguay como guerra contra la Triple Alianza, estaba marcada por el sesgo justificador de la acción de los aliados, pero la mirada de Rosa no coincidía de pleno con ella. “Con respecto al mariscal, en principio mi opinión era, como la de mi padre, con ese orgullo de nuestra ascendencia y por el carácter heroico del mariscal y de cómo murió también, eso fue realmente un espectáculo muy bárbaro. Pero ya con el tiempo fui cambiando mi perspectiva”, explica el guionista.
Gabriel Solano López está cerca de cumplir 50 años de vida en España, donde lo llevó en principio su padre luego de rescatarlo de la prisión en el contexto de la dictadura militar argentina, la que se cobraría la vida del guionista de “El Eternauta”, Héctor Oesterheld.
UN TRABAJADOR
“Yo me he criado desde muy niño viendo a mi padre trabajar sin descanso, trabajar, trabajar y trabajar. ‘El Eternauta’ se empezó a publicar el mismo año que yo nací. Entonces, cuando terminó, en el 59, yo tenía 2 años. O sea, testigo de su trabajo en ‘El Eternauta’ no podría haber sido. Lo que yo recuerdo es verlo a él trabajando continuamente”, comentó Gabriel.
Francisco Solano López Fontaine firmó publicaciones de diversas temáticas en Argentina, Reino Unido y EE. UU. Su carrera se inició en la década del 50 y siguió hasta sus últimos días, abarcando géneros como la ciencia ficción, la épica histórica, el drama, las aventuras eróticas, entre otros.
Gabriel trabajó en su juventud con su padre como guionista y, si bien señala que actualmente su única relación con la escritura la mantiene en su condición de lector, según la crítica de entre aquellos trabajos “Ana” e “Historias tristes” lo inscriben entre los más destacados del género en Argentina.
“‘Historias tristes’ las escribí más como relato, como cuento en prosa y entonces lo que hizo mi padre fue seleccionar los textos, asegurándose de que se veía un hilo argumental y dibujaba las viñetas. Y luego ‘Ana’ ya lo escribía directamente con forma de hilo, con sus viñetas y sus cantidades de páginas, hacia el concepto de página. El concepto de página me lo enseñó Carlos Sampayo”, comentó.
Gabriel Solano nunca volvió a vivir en Argentina. Su padre lo acercó a la producción de historietas, pero él no le dio continuidad a ese camino. Al parecer, el mundo de certezas propios de la juventud que lo marcaron dentro de la militancia política se pusieron entre paréntesis en el contexto de su formación en filosofía.
LA SERIE
La serie “El Eternauta” vuelve a poner sobre la mesa la historia de sus creadores: Héctor Oesterheld y Francisco Solano López Fontaine, dos personajes icónicos en el mundo de las historietas, que tal vez reciben el reconocimiento de una nueva generación a través del ejercicio de la memoria.
“Una pena que yo siento es que mi padre no esté presente, porque el reconocimiento que tiene ahora de todos los medios dedicados al género mi padre nunca lo recibió directamente. Alguna vez tuvo un premio. Fue en una feria de historietas de Barcelona y él comentó entre sus amigos de la profesión que era la primera vez que le daban un premio. Llevaba mucho tiempo en la profesión y tenía su nombre, pero no obtuvo el reconocimiento que se está dando ahora, que se está haciendo justicia a posteriori”, comenta.
“El Eternauta” se enmarca dentro de una narrativa de ciencia ficción que se desarrolla en Buenos Aires de los 50, una temática que atrapó a los lectores de varias generaciones. La publicación tuvo tres partes y llegó a ser editado sin la autorización de los creadores y herederos.
“A mí la serie me gustó mucho, primero porque se animaron, se atrevieron a hacerla ubicándola en la actualidad y me parece que ese fue un acierto. Funciona a la hora de captar público juvenil que podrá sentirse identificado. Hacer toda una reproducción de la época de los años 50 y 60 sería un esfuerzo quizá necesario y, aunque hay también muchos cambios en el guion, creo que esos cambios son positivos, porque lo exige también lo que es el lenguaje cinematográfico, que es distinto. Lo que es el espíritu y el argumento que quería transmitir el dibujo de mi padre yo creo que está respetado en la serie y, claro, con los límites de distintos géneros, pero está respetado y logrado”, refiere Gabriel.
La producción audiovisual de “El Eternauta” tuvo cerca a los herederos de Solano López y de Oesterheld, quienes estuvieron de alguna forma en la custodia del legado artístico. La serie vuelve a plantear una valoración sobre las historietas, que décadas atrás marcó una forma de consumo de la ficción y la no ficción en la cultura masiva. La producción ya anunció la realización de una segunda temporada, que mantendrá en alerta al público de habla hispana.
GÉNERO EN BOGA
En el último par de décadas las historietas volvieron a tener un papel protagónico en las narrativas de ficción, retroalimentándose con la pantalla, proveyendo al cine y a las plataformas de personajes y reavivando la dinámica del papel. “En aquel momento y hasta hace relativamente poco, se planteaba que la historieta era un género menor. Y había por las clases pretendidamente cultas como cierto desprecio a la historieta, tanto del guionista como el dibujante. Pero desde hace ya bastantes años ha habido una corriente de reconocimiento y ahora se le llama noveno arte a las historietas”, explica el guionista.
“Y de ahí vienen también los intentos de prestigiarla llamándola novela gráfica, que yo creo que no es necesario. La historieta se puede considerar como un arte y valorarla sin necesidad de ponerle nombres supuestamente más honoríficos. Las buenas historietas, las grandes historietas, aunque tengan el nombre de historieta o de cómic, es un arte ya masivo y no necesita que se le ponga ese suplemento”, remata.
Francisco Solano López Fontaine es uno de los representantes más destacados de la ilustración argentina en el mundo de las historietas, y fue un orgulloso heredero de un nombre familiar que marcó la historia del Paraguay y la suya.
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Presentan el primer corto interactivo hecho en Ñeembucú
El sábado 17 de mayo a las 19:30, se estrenará “Luna menguante” de Arturo Encina, el primer cortometraje interactivo producido en Pilar. La presentación será en la sede de la Gobernación de Ñeembucú, ubicada en avenida Mariscal López y 14 de Mayo, en la capital departamental, con entrada será libre y gratuita.
El corto propone una experiencia en la que el público interviene en el desarrollo de la historia. La protagonista, Lorena, vuelve sola a su casa después de una fiesta y se enfrenta a situaciones que el espectador deberá resolver tomando decisiones en tiempo real. El relato puede avanzar hacia uno de 14 posibles finales, dependiendo de las elecciones del público.
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“Luna menguante” marca un precedente para el audiovisual en Ñeembucú y coloca a Pilar dentro del mapa regional de las nuevas narrativas interactivas, donde la participación del público transforma el relato. En un país donde la descentralización cultural sigue siendo un desafío, este proyecto demuestra que la innovación narrativa también puede surgir y consolidarse fuera de los centros tradicionales de producción.
El reparto del audiovisual incluye a: Anabella Bottino, Adrián López, Kevin Monges, Mary Sol Cuevas, Rodrigo Gardel, Sandra Morel, Nayana Ferreira, Mauricio Acosta, Karen Quintana, Nicolás Cristaldo, Cristian Ruiz Díaz, Lucas Bottino, Franco Vázquez. El equipo técnico contó con José Arrúa (sonido), Nayana Ferreira y Matías Ríos. Instagram del proyecto: https://www.instagram.com/lunamenguantepy.
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Irak se estrena en el Mercado de Cannes
- Por David Sánchez, desde Cannes (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
Por primera vez en la historia, Irak ha establecido su propio pabellón en el prestigioso Mercado de Cine de Cannes, un hito que marca un paso significativo para la industria cinematográfica del país. En una entrevista exclusiva, Wareth Kwaish, director del Pabellón de Irak y gerente de proyectos de Iraqi Cinematic, compartió su entusiasmo y visión sobre la presencia iraquí en este evento global.
Un debut histórico
“Es la primera vez que Irak tiene un pabellón en el Mercado de Cine de Cannes, y estamos emocionados y felices”, afirmó Kwaish. Este logro no solo representa un espacio físico en el festival, sino también una puerta abierta para conectar la cinematografía iraquí con el mundo. “Es un espacio pequeño, pero con grandes esperanzas, acuerdos y coproducciones”, destacó.
El pabellón es el resultado de un esfuerzo conjunto liderado por la Oficina del Primer Ministro de Irak, con el apoyo de socios clave como el Comité de Al Hassan bin Ham, Iraqi Cinematic, la Unión de Artistas en Bagdad, Victor Jabarjudi, el Dr. Azan Sudani, 101 VUMAX Cinema y el Banco IDB de Irak. Estas instituciones han unido fuerzas para promover la industria cinematográfica iraquí y facilitar conexiones con productores y cineastas internacionales.
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Películas iraquíes en el foco internacional
La presencia de Irak en Cannes no se limita al pabellón. Tres proyectos cinematográficos iraquíes han sido seleccionados para el festival, un logro que Kwaish describe como “icónico”. Entre ellos destaca Sahendi, una película clásica de 1955 que forma parte de la selección oficial de Cannes Classics, con una proyección programada en el Palais des Festivals. También se presenta The President’s Cake, una película iraquí en la selección oficial, y un proyecto en desarrollo con Mashed Film, que promete llevar la narrativa iraquí a nuevas audiencias.
El cine como embajador cultural y económico
Para Kwaish, mostrar películas iraquíes al mundo trasciende el entretenimiento. “El mundo necesita saber que estamos aquí, que hacemos películas, que somos cineastas y que estamos tratando de construir nuestra industria”, enfatizó. El cine, según él, es una herramienta poderosa para el crecimiento económico y cultural de Irak. “No es solo entretenimiento; es una acción necesaria, un político suave. Llevamos la bandera de Irak al mundo”, añadió.
El establecimiento del Fondo de Cine Iraquí, del cual Kwaish forma parte, refuerza este compromiso de promover el cine como un medio para fortalecer la identidad nacional y fomentar colaboraciones internacionales. La presencia en Cannes es un paso estratégico para atraer coproducciones y posicionar a Irak como un actor relevante en la industria global.
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Un mensaje de esperanza
Al cerrar la entrevista, Kwaish expresó su gratitud hacia los patrocinadores y colaboradores que hicieron posible este hito. Con una mezcla de orgullo y optimismo, invitó a la comunidad internacional a apoyar el cine iraquí. La participación de Irak en Cannes 2025 no solo marca un debut histórico, sino que también envía un mensaje claro: el cine iraquí está listo para brillar en el escenario mundial.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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Egipto vuelve al mercado de cine de Cannes tras pasar dos revoluciones
- Por David Sánchez, desde Cannes (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).
Tras más de una década de ausencia debido a las revoluciones de 2011 y 2013 que transformaron el panorama político y social de Egipto, el país ha regresado con fuerza al Marché du Film del Festival de Cannes 2025 con un stand conjunto que reúne al Festival Internacional de Cine de El Cairo (CIFF), el Festival de Cine de El Gouna y la Comisión de Cine de Egipto.
Esta colaboración, liderada por figuras como Hussein Fahmy, presidente del CIFF, marca un hito en la revitalización de la industria cinematográfica egipcia, promoviendo coproducciones y conectando directores con festivales de renombre como el Festival de Cine Africano de Luxor, el Festival de Cine de Alejandría y el propio CIFF, que en su 46.ª edición sigue siendo un referente cultural y un puente para el cine árabe en el escenario global.
El Festival Internacional de Cine de El Cairo (CIFF, por sus siglas en inglés) se consolida como uno de los eventos cinematográficos más prestigiosos del mundo árabe y africano. En su 46.ª edición, celebrada del 12 al 21 de noviembre de 2025 en el Cairo Opera House, el festival continúa siendo un faro de creatividad y colaboración internacional, bajo la presidencia del icónico actor egipcio Hussein Fahmy. Con una trayectoria de casi cinco décadas, el CIFF combina la riqueza de su experiencia con un espíritu juvenil, según Fahmy, quien busca mantener la relevancia del festival en un panorama regional donde surgen nuevos eventos cinematográficos.
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Un legado cinematográfico con visión de futuro
Fundado en 1976 tras la inspiración de Kamal El Mallakh, quien soñó con un festival de clase mundial en Egipto durante la “Edad de Oro” del cine egipcio, el CIFF es el único festival de cine competitivo internacional acreditado por la FIAPF en el mundo árabe y África. A lo largo de sus 46 años, ha superado desafíos como cancelaciones en 201 2011 y 2013 debido a inestabilidad política, y la pandemia de COVID-19. Fahmy, quien ha presidido el festival por tercer año consecutivo, destaca su compromiso de rejuvenecer el evento. “No es un festival joven, pero estoy intentando darle el espíritu de la juventud para que la edad no sea un problema”, afirma.El festival no solo presenta una selección de 194 películas y 10 secciones competitivas, sino que también impulsa proyectos innovadores.
Un ejemplo es la participación en “Fantastic 7”, un programa que promueve proyectos cinematográficos artísticos y originales. Fahmy subraya la importancia de apoyar trabajos que ofrezcan una visión fresca y única, seleccionados por un equipo de críticos y programadores del festival.
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Colaboración y restauración: el impacto del cine egipcio
El CIFF no solo celebra el cine contemporáneo, sino que también preserva el legado del cine egipcio. Fahmy ha liderado esfuerzos de restauración de películas en blanco y negro de las décadas de 1940, 1950 y 1960, permitiendo que nuevas generaciones y audiencias internacionales las redescubran con subtítulos. Estas iniciativas no solo revitalizan clásicos, sino que también refuerzan la influencia cultural del cine egipcio en el mundo árabe. “El dialecto egipcio y los lugares que mostramos en nuestras películas han sido amados en todo el mundo árabe. Los espectadores venían a Egipto para visitar los sitios que veían en la pantalla”, explica Fahmy, destacando cómo el cine ha impulsado el turismo y la economía.
Además, el festival ha retomado su presencia en el mercado internacional tras una década de ausencia, gracias a una colaboración con el Festival de Cine de El Gouna y la Comisión de Cine de Egipto. Esta alianza, materializada en un pabellón conjunto en el Marché du Film de Cannes 2025, busca posicionar a Egipto como un centro de producción cinematográfica global y fomentar coproducciones con países como Arabia Saudita, China y Europa. “En lugar de competir, estamos colaborando”, señala Fahmy, subrayando la importancia de esta estrategia para fortalecer la industria local.
Comparativa con otros festivales egipcios
Egipto alberga varios festivales de cine, cada uno con un enfoque único. El Festival de Cine de El Gouna, más joven, se centra en cine árabe y narrativas emergentes. El Festival de Cine Africano de Luxor destaca el cine del continente, mientras que los festivales de Alejandría y Sharm El-Sheikh ofrecen plataformas para cine mediterráneo y regional. Sin embargo, el CIFF, con su longevidad y estatus de Categoría A, sigue siendo el referente principal. “El Festival de El Cairo es conocido mundialmente. Puede ser antiguo en edad, pero su espíritu es joven”, asegura Fahmy, marcando la diferencia con su enfoque en la diversidad y la innovación.
Un puente cultural y económico
El cine egipcio ha sido históricamente un motor cultural y económico. Desde sus inicios, ha dominado el mundo árabe gracias a su dialecto accesible y escenarios icónicos, atrayendo turistas y proyectando la identidad egipcia. La restauración de películas clásicas y la proyección de nuevos talentos en el CIFF refuerzan este legado. Además, iniciativas como Cairo Industry Days y Cairo Film Connection, que celebran su décima edición en 2025, conectan a cineastas árabes con financiadores y productores internacionales, impulsando proyectos que reflejan la diversidad y dinamismo de la región.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.