El esquema montado para proteger a Rodolfo Friedmann, senador activo, pese a no haber sido electo ni proclamado grafica cómo opera el sistema para blindar a los corruptos en nuestro país y desnuda la complicidad de ciertos actores políticos que son tan o peor bandidos que al que protegen, pero que siguen jodiendo a la ciudadanía con el discurso de que son opciones de cambio en el Paraguay, cuando en realidad son la peor carroña de la política.

1- Reglamentación de la pérdida de investidura: El proyecto de reglamentación del artículo 201 no es otra cosa que un factor dilatorio del caso Friedmann y al que se subieron varios senadores por temor a ser rajados, saben que tienen techo de vidrio. No se puede aumentar el número de legisladores de mayoría simple a dos tercios para aplicar el artículo, es inconstitucional y encima ya rajaron a seis, en este periodo. En Diputados, casi por unanimidad, afirman que no van a acompañar esta medida, o sea, es un elemento dilatorio.

2- Chicanas, recusaciones y jueces amigos: La estrategia legal de Friedmann la lleva el abogado Guillermo Duarte Cacavelos, especialista en trabar procesos y chicanero por excelencia. El ex gobernador de Guairá está imputado, junto a otras cuatro personas más, por administración en provecho propio, lavado de dinero, asociación criminal y cohecho pasivo. Duarte Cacavelos, opera con abogados satélites y se turnan para ir recusando al fiscal Osmar Legal. Con las recusaciones, hasta tanto confirmen al fiscal, la causa se tranca, no avanza. Este tiempo es aprovechado por la defensa para ir esperando que el caso caiga en manos de algún fiscal amigo y se derive a otro juez amigo y es lo que pasó.

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La abogada de Eduardo Domínguez, ex secretario privado de Friedmann, recusa a Legal, la causa pasa, mientras tanto, a manos de otro fiscal, justo en ese trance, la misma abogada presenta a otro de los imputados, Álvaro Alfaro, sobre quien pesa una orden de detención y este logra una medida alternativa, pese a que al día siguiente de la imputación fue uno de los que intento quitar de la cuenta de la empresa ESSA cerca de G. 2 mil millones. Es decir, vaciar la cuenta de la empresa.

El fiscal Legal había pedido el embargo de los bienes de Friedmann, el juez hizo lugar al planteamiento. Duarte Cacavelos apela esta medida, alegando que no se ha especificado los bienes a ser embargados. El juez Humberto Otazú le da un plazo de 10 días al fiscal para individualizar los bienes, Legal es recusado, y antes de que se cumpla el plazo la Cámara le levanta la prohibición de disponer de sus bienes.

Mientras esto ocurre, otro de los jueces de garantía, José Delmás, va de vacaciones, lo reemplaza Rolando Duarte, quien otorga las medidas alternativas a los imputados. ¿Quién es el juez Duarte? El mismo que ya había blanqueado a otros funcionarios involucrados en las compras de tapabocas de oro, hermano de un abogado quien ocupa un alto cargo, quien forma parte del equipo de un peso pesado del Poder Ejecutivo.

3- Equipo de asesores comunicacionales: Mientras, Friedmann dilata su pérdida de investidura en el Congreso, intenta blanquear su situación en la Justicia con la complicidad de los amigos, contrata un equipo de asesores en comunicación quienes le marcan la hoja de ruta. Posicionarse por algunos puntos: por ejemplo, hizo un video en el que relata que “nunca falto un plato de comida” en Guairá. Esto podría ser real, porque la firma ESSA cumplió con la provisión del almuerzo, el punto está en la sobrefacturación, en la forma en que accedieron a los contratos y cómo liberaban los fondos. Además, en la estrategia de posicionamiento, figura la de presentarse como perseguido por un sector político y usar los trolls de las redes para atacar a quienes lo denunciaron, entre ellos los periodistas.

Friedmann tiene todo el derecho a defenderse y usar la estrategia que se le plazca. Pero que legisladores se presten a la jugada sin importarles la gravedad de la acusación y que solo lo hagan por capricho, revanchismo político o coima de por medio, es inadmisible, al igual que los administradores de justicia. Si la ciudadanía sigue tolerando este tipo de situaciones, esta gente seguirá haciendo lo que se le cante. Es increíble cómo la misma justicia avala un sistema que permite el blindaje a los procesados por corrupción. Y después nos preguntamos por qué Paraguay, un país tan rico y donde está todo por hacerse no puede pegar el gran salto. La respuesta es simple: políticos bandidos, oportunistas y una justicia corrupta y sometida. Este es un pueblo manso, pero no boludo. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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