“Duele decirlo, pero hay que decirlo” 

Por Pablo Alfredo Herken Krauer

Analista de la economía

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Nuestra economía colapsó en abril pasado, con un derrumbe generalizado y una paralización como nunca antes vista. Prácticamente todo cayó por la cuarentena a full para enfrentar la pandemia del coronavirus (covid-19). Tan brusco como inesperado. Haciendo uso del instrumento de medición de corto plazo “Indicador Mensual de la Actividad Económica del Paraguay” (IMAEP) del Banco Central del Paraguay (BCP) en abril 2020 la economía cayó -17,3% con respecto a marzo 2020, mes en el que ya había caído -3,5% con respecto a febrero. Comparado con el nivel de actividad en abril 2019 el bajón fue del -13,9%. ¡En un solo mes, de una sola vez! Fue como consecuencia del “Quédate en casa” y nada de actividad económica y comercial, con excepción de las vitales, supermercados y farmacias en especial, para asegurar el suministro de lo esencial. Subieron los precios, normal en situaciones extremas como estas, con nerviosismo y protestas. Pero no hubo jamás pánico, que es lo peor cuando ocurre el desabastecimiento.

Si la economía casi falleció, le fue peor al consumo de la gente: comprar lo poco que se ofrecía (venta), más el miedo y la incertidumbre. Otro instrumento del BCP “Estimador Cifras de Negocios del Paraguay” (ECN) reveló una caída en las ventas=en el consumo de -20,3% en abril 2020 contra marzo 2020 mes en el que la caída fue del -7,1%. Con respecto a marzo 2019 la disminución fue del -20,2%. En conclusión: economía y consumo por el suelo.

Esa es la historia del derrumbe con costos sociales terribles. Pero al flexibilizarse la cuarentena la economía comenzó a moverse, con algunos sectores más favorecidos y otros muy pobremente alimentados. En consecuencia van dos meses consecutivos que la producción y el consumo suman positivamente desde el piso de abril. Bajan sus diferencias con relación a iguales meses del 2019, e incluso en junio se tornan superior a junio del 2019, 1,2% (IMAEP) y 2,3% (ECN). Si miran en cuadro “Consumo” verán como varió la situación por sectores entre abril y junio. Prácticamente todos los sectores pasaron de negativo a positivo. También la recaudación de impuestos, que cayó 36% con relación a marzo 2020 (medida en dólares), registró aumentos mensuales del 35%, 24% y 18% (julio), y en agosto la SET tendrá mayores ingresos que agosto 2019. Las exportaciones a julio también registran tres meses consecutivos de aumentos mensuales, teniendo la registrada en julio su mejor desempeño en el año. Lo mismo ocurre con las importaciones, pero con menor dinamismo, aunque influyan los menores precios de venta de los mercados externos por la competencia. No menos importante fue la venta de dólares por parte del BCP para evitar una suba desmedida en el precio. Se desprendió de 996,30 millones de dólares en siete meses (283,20 millones de dólares sólo en julio. ¿Perdió reservas internacionales? Sí. 9.382 millones de dólares en mayo 2020, cerrando julio con 8.991,8 millones de dólares, y ahora con 9.007,2 millones de dólares. Y cuidar la estabilidad cambiaria es cuidar la economía. Muy cierto que estos son indicadores macroeconómicos, medidores de la gran economía, no pocas veces muy lejos del empleo, ingreso, estómago y salud de los Juan Pueblos en dramática situación. Pero muchísimo peor hubiera sido, y sería, si en vez de mayor movimiento estuviéramos empantanados. Hay muchos sectores que sí lo están, pero no la economía como un todo. Estamos mal, pero menos mal. El desafío: ¿continuaremos sumando? Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo pero hay que decirlo. DDPHQD

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