Dos frases antinómicas recorren la trayectoria de esta pandemia del siglo XXI: la urgencia de volver a la normalidad, por un lado, y la predicción de que después de esta crisis ya nada será igual, por el otro. No obstante, en la primera expresión no hay que buscar un significado profundo, sino la sencillez de lo cotidiano, como caminar libremente por las calles, trabajar, compartir una ronda de cerveza o disputar un amistoso “a muerte” en la cancha del vecindario. Pero sí en la segunda, pues este período de encierro fue, también, de mirada escrutadora hacia los vicios del poder que contaminaron nuestro lugar de convivencia. Es razonable, entonces, la esperanza de un despertar crítico de ese sueño profundo habitado por dos pesadillas gemelas que encostraron nuestro tejido social: la corrupción y la impunidad. En este contexto, la dicotomía planteada deviene aparente.
Un análisis más agudo desnuda una contradicción irreconciliable. Más allá de la comprensible necesidad de recuperar los hábitos sociales rutinarios, como persona y familia, ya no podemos seguir tolerando como normales los impúdicos atracos al tesoro público, los crímenes sin castigo, las desigualdades provocadas por estructuras injustas, la educación de los privilegios y la salud de calidad para unos pocos.
Digo que aceptamos como normal la corrupción por nuestra incapacidad de convertir la rabia en una conciencia movilizadora. La condenamos desde la comodidad de nuestras casas y alentamos por las redes para que otros salgan a las calles. A eso debemos añadir la indignación selectiva de algunos dirigentes políticos, gremiales, medios de comunicación y parte de la sociedad que juzgan según sus simpatías o inclinaciones cromáticas. Mientras no nos sacudamos de estas endémicas lacras, la lucha contra la corrupción solo será episódica y no sistémica, ecuación inversa a las características de este flagelo que sacude por igual al sector público y privado, aunque la carga de responsabilidad siempre será mayor sobre el primero. No por eso hay que ignorar la complicidad del segundo.
Cierto es que las obviedades no requieren explicaciones, pero, quizás, en este punto haga falta una precisión final. Durante el ataque del coronavirus, nuestras vidas y relaciones cambiaron abruptamente. Nos pidieron aislarnos para preservar la vida. Y lo hicimos. La economía de la clase media y de pequeños empresarios entró en estado de colapso. Miles de trabajadores quedaron sin empleo. Los grupos vulnerables sobreviven mediante la solidaridad de las ollas populares. La única que siguió su curso constante fue la corrupción. Durante la pandemia es más descarada aún. Se apodera de los recursos para enfrentar la crisis sanitaria, con protagonistas que agotaron el repertorio de la adjetivación negativa o descalificadora.
La anormalidad sigue siendo lo normal por la ausencia de un liderazgo político firme. Ante ese vacío de autoridad solo queda el recurso de las movilizaciones ciudadanas. Plantado sobre arenas movedizas a causa de repetidos escándalos, el Gobierno sigue sumando descréditos que atentan contra su propia estabilidad.
No podemos regresar a la normalidad, avisa la periodista y escritora Naomi Klein, porque la normalidad era una inmensa crisis. Una de nuestras más fuertes crisis como sociedad es la de valores. De ahí que la corrupción no atiza reacciones masivas. Movilizaciones que hagan tambalear gobiernos o forzarlos a encarrilarse dentro de la moral, la trasparencia y la gestión productiva. Mientras eso no ocurra, las manifestaciones seguirán siendo simplemente testimoniales. La sinceridad no daña, nos hace más fuertes.
Vamos a volver, seguramente, a esa vida cotidiana por la que hoy reclamamos. Pero nuestra condena a la corrupción no debe quedar en las pantallas o en los papeles. A esta otra normalidad ya no podemos volver.
Floricultura del Paraguay lanzó libro de la maestra artesana Norma Martínez
Compartir en redes
Floricultura del Paraguay, comprometida con la promoción y preservación del arte y la cultura paraguaya, lanzó ayer jueves el libro “Tejiendo un legado - Tutorial básico de ñandutí”, de la reconocida maestra artesana Norma Martínez Valdez, que celebra así el fruto de 40 años de trabajo y dedicación al ñandutí.
El proyecto del libro nació de la visión de la artista plástica Claudia Casarino y de la apuesta por el arte y la cultura paraguaya por parte de la presidenta de Floricultura del Paraguay, Chiara Capdevila. “El año pasado, mi amiga Claudia me habló sobre este proyecto. Aprovecho este espacio para agradecerle por los más de 10 años de acompañamiento y asesoramiento en el mundo del arte”, expresó Capdevila durante el lanzamiento del libro y agregó que tras analizar la propuesta con su equipo de trabajo, decidió brindarle su apoyo para concretar la obra.
Así fue que en noviembre del año pasado realizaron una visita a Norma, quien también formó parte de la edición especial de Navidad de Keiki, tienda en línea de orquídeas de Floricultura del Paraguay, para darle la sorpresa del apoyo a su libro.
“Inmediatamente nos pusimos a trabajar, pedimos presupuestos a los profesionales que trabajaron para la edición, corrección, diagramación y fotografías del libro. Y ahora, 5 meses después, nos llena de felicidad ver que se ha convertido en una hermosa realidad ‘Tejiendo un legado’, el primer tutorial de ñandutí”, manifestó Capdevila. La titular de Floricultura del Paraguay reiteró que están comprometidos con la promoción y preservación del arte y la cultura y que están sumamente orgullosos de respaldar este proyecto tan significativo para nuestro país. “El libro que presentamos es un testimonio del talento, la pasión y la perseverancia de la maestra Norma. Su dedicación incansable ha dado como resultado una obra que sin duda dejará una marca en el país”, precisó Capdevila durante la presentación.
Por su parte, la maestra artesana dijo que este es un gran día para ella y para la artesanía en ñandutí. “En este libro van a encontrar nuestra vivencia, cómo nos organizamos y lo minucioso que es este trabajo”, señaló a La Nación/Nación Media.
SOBRE “TEJIENDO UN LEGADO”
En su obra, la maestra artesana Norma Martínez desglosa los fundamentos del ñandutí, desde los materiales y herramientas necesarias hasta las técnicas básicas de tejido, con instrucciones claras y detalladas, acompañadas de fotografías ilustrativas. “Tejiendo un legado” guiará a los lectores a través de cada paso del proceso de creación, permitiéndoles explorar su creatividad y dominar las habilidades necesarias para crear hermosas piezas de ñandutí. Además, ofrece una mirada a la historia y la importancia cultural del ñandutí en Paraguay, así como a la trayectoria invaluable de Martínez.
“Este es el primer tutorial de ñandutí, donde se explica y se enseña cada paso de las técnicas de la maestra Norma. Ser parte de este proyecto, de este libro, representa una alegría inmensa, un orgullo y un honor para floricultura”, remarcó Capdevila a La Nación/Nación Media.
“Con este libro buscamos despertar más la curiosidad y las ganas de aprender sobre el ñandutí, que las personas busquen a las artesanas. Van a encontrar informaciones muy útiles para hacer trabajos de investigación, porque ahora también en las universidades y colegios se busca conocer más sobre lo nuestro”, reseñó la maestra artesana.
La presidenta de Floricultura del Paraguay subrayó que uno de sus ejes de trabajo es el apoyo a la artesanía y a la cultura, por lo que vienen realizando ferias y promocionando la labor de los maestros artesanos.
Por la cuarta fecha del Torneo Nacional de Clubes de Rugby, Jabalíes de Luque (club que participa en Primera División) fue muy superior y venció a Old King (de la División Intermedia) por 58 a 0, en juego sabatino que se cumplió en el estadio Héroes de Curupayty de la Unión de Rugby del Paraguay con transmisión del canal GEN/Nación Media.
El primer tiempo concluyó 20-0 con cuatro try a favor del ganador, que supo administrar el trámite y las energías para manejar el resultado a favor, que fue ampliado notablemente en el segundo tiempo. La gran figura del partido fue Lautaro Cabezas.
Para hoy domingo están programados los siguientes partidos: Grupo 1: Monday vs. Santa Clara (15:00, cancha Monday) y Fernando de la Mora vs. Jararas (15:30, Héroes de Curupayty); Grupo 2: Área 1 vs. Asunción (16:15, cancha Área 1); Grupo 3: Mariano vs. Villarrrica (15:30, cancha San José).
“Por encima de cualquier norma de tránsito está el derecho a la vida”
Compartir en redes
El arrollamiento intencional de dos ciclistas de parte de un automovilista en la avenida Costanera el pasado fin de semana encendió el debate sobre una realidad cotidiana que revela la pobre cultura cívica de nuestra sociedad, la precaria infraestructura vial y la acción criminal de personas que atentan contra la vida de otros a raíz de altercados o discusiones en el tránsito.
Las maniobras imprudentes, las acciones temerarias y la transgresión a las leyes de tránsito son la regla en el día a día en el tránsito por las calles, avenidas y rutas de todo el país.
En efecto, según datos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la tasa de siniestros viales en Paraguay es de 19 muertes por cada 100.000 habitantes, ubicándose por encima del promedio mundial de 17,4 fallecimientos por cada 100.000 habitantes.
Aunque el responsable del criminal atentado fue detenido el pasado martes y puesto a disposición de la Justicia, la falta de respeto, los insultos y hasta agresiones a personas que circulan en vehículos no motorizados, como si no tuvieran derecho de utilizar las vías como cualquier otro ciudadano, son un problema de larga data que se repite a diario, aunque no siempre quede registrado en las cámaras o se realice con semejante dolo.
En contacto con La Nación/Nación Media, el abogado Vicente Capello, director de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de Asunción, señaló que desde la comuna se encuentran muy preocupados por el hecho ocurrido en la avenida Costanera, ya que se trata de una situación fuera de lo común que rebasa la gravedad de los diversos percances que se dan diariamente en el tráfico vehicular.
La circulación de ciclistas por la ciclovía de la avenida Boggiani se dificulta por las motos estacionadas, los puestos de venta y los peatones que realizan sus caminatas hasta con mascotas
DERECHO A LA VIDA
Capello resaltó que el caso tiene elementos particulares debido a que, independiente a lo que establezca la ley y de si los ciclistas transgredieron o no las normas de tránsito al circular por la calzada en lugar de la bicisenda o ciclovía, por encima de cualquier reglamentación que regule el tránsito se encuentra el derecho a la vida, un bien superior protegido por la propia Constitución Nacional.
“Más allá de lo que dice la norma, este caso en particular tiene un componente especial. Pese al cumplimiento o incumplimiento de una norma de tránsito, por encima de eso está el derecho a la vida. Hay que poner énfasis en esto para que no se trate solamente de una declaración fría. Nosotros desde la Municipalidad estamos muy preocupados, aunque entendemos que no es lo que más frecuentemente ocurre. Debemos entender que lo que se busca en la legislación vigente, la Ley 5430 y la Ordenanza de Tránsito de Asunción, la 9223, es proteger la vida de los ciclistas, peatones y todos los usuarios de vías. En vista de lo que la legislación vigente dice, cuando hay una vía segregada, ya sea una bicisenda (sobre la vereda) o una ciclovía (sobre el asfalto), el ciclista está obligado a circular por ese espacio”, aseveró.
Posteriormente, en referencia a lo expresado por los ciclistas de que la superficie de rodamiento de cemento no permite alcanzar la velocidad requerida en los entrenamientos, el funcionario sostuvo que desde el municipio están buscando el establecimiento de una mesa de diálogo para consensuar los espacios seguros y aptos para que los ejercicios de los atletas sean eficaces. Esto con el objetivo de que los deportistas puedan llevar en alto el nombre del país en las competencias internacionales de las que tomen parte, puesto que las ciclovías y bicisendas solo están preparadas para transporte y recreación.
Consultado respecto a si en las avenidas donde hay ciclovías se pueden realizar entrenamientos donde se alcancen velocidades superiores a las permitidas o posibles en las vías destinadas a los ciclistas, mencionó que la normativa no hace esa diferenciación. En cambio, si se trata de eventos que cuenten con la participación de cuando menos 100 personas, sí es posible el uso excepcional y hasta exclusivo de esas vías por el tiempo que se determine.
A renglón seguido subrayó que donde no existe ciclovía o bicisenda, el ciclista tiene derecho a usar el lado derecho de la calzada en todas las vías de la república respetando todas las normas de circulación como cualquier otro usuario, ya sean los cruces semafóricos, límites de velocidad, luces, etc.
La circulación de peatones y otros vehículos por las vías destinadas a las bicicletas está penada con una multa de 4 a 10 jornales
EXPECTATIVA DE PENA
En lo referente a las consecuencias penales a las que se enfrenta el responsable del atentado, detenido el pasado martes en el barrio Loma Pytã de Asunción, no quiso ahondar en detalles afirmando que el caso ya se encuentra en el ámbito de competencia del Ministerio Público. No obstante, indicó que, además de la exposición al peligro en el tránsito terrestre, podría configurarse incluso un caso de tentativa de homicidio, que tiene una expectativa de pena de cinco a quince años de cárcel, y de manera accesoria omisión de auxilio.
En lo concerniente a los obstáculos e impedimentos que deben enfrentar los ciclistas para el uso de las ciclovías y bicisendas, como los autos estacionados, vendedores informales o peatones, puntualizó que claramente existe un problema de conciencia ciudadana y que es preciso trabajar sobre este componente para que se respeten los espacios de circulación exclusivos de los ciclistas y las leyes de tránsito en general, pues no resulta posible hacer un monitoreo permanente en todos los puntos de la ciudad.
En cuanto a las sanciones previstas para los peatones, motociclistas y automovilistas que obstruyan o circulen indebidamente por las vías destinadas de manera exclusiva a los ciclistas, Capello precisó que esto está considerado como una falta grave y está penado con una multa de cuatro a diez jornales (G. 412.364 a G. 1.030.910).
Manifestación de ciclistas en la Costanera exigiendo seguridad para circular por las calles
CONSTERNACIÓN
Por su parte, Bertha Hahn, presidenta de la Federación Paraguaya de Ciclismo (FPC), señaló que, aunque circulen correctamente por la parte derecha o en la banquina como establecen las normas de tránsito, es parte de la vida cotidiana de los ciclistas soportar distintas formas de hostigamiento y maniobras bruscas de parte de motociclistas y automovilistas, pero en esta ocasión los bocinazos, roces y sustos pasaron a un atentado contra la vida que quedó registrado en las cámaras.
“Realmente estamos consternados por lo que ocurrió. Aunque nosotros fomentemos el deporte y la vida sana entre los jóvenes, nos tratan como un estorbo. Pedimos un apoyo de la sociedad, que sean concientes y que nos respeten como seres humanos. Todos tenemos familia, tenemos trabajo y deben tener en cuenta que sobre la bicicleta va la vida de un ser humano”, enfatizó.
Con respecto al debate generado en torno al uso de la calzada de parte de los ciclistas en los lugares donde hay vías de circulación exclusivas para estos, alegó que ellos cuentan con una licencia de la Unión Ciclista Internacional (UCI) mediante el cual certifican que son atletas de alto rendimiento que están preparados para circular por las vías asfálticas, puesto que las bicisendas y ciclovías utilizadas para paseos o como medios de transporte no son aptas para realizar entrenamientos.
La mayor parte de los tramos de las ciclovías de Asunción están obstruidos por vehículos estacionados
Por otro lado, Hahn reconoció que en los últimos años ha aumentado la cantidad de bicisendas y ciclovías para el uso recreativo y utilitario –lo cual es altamente positivo al fomentar formas de movilidad más amigables con el medioambiente y que ayudan a mantener la salud física–, pero insistió en que los ciclistas que se están preparando para competiciones necesitan el metro y medio del asfalto que por ley tienen derecho a utilizar.
En conclusión, además de la falta de empatía y conciencia cívica de los conductores de todo tipo de vehículos, es preciso poner de relieve que las normativas de tránsito se dictan con el objetivo de proteger la vida y la integridad de las personas, por lo que resulta inadmisible y está penado como una falta mucho más grave atentar contra terceros a manera de pretendida represalia por una infracción en el uso de las vías públicas.
Cuestionan a Abdo Benítez y exigen castigo ejemplar
Compartir en redes
Luego de las imputaciones contra el expresidente Mario Abdo Benítez y varios exministros de su gabinete, como Arnaldo Giuzzio, Carlos Arregui, aparte de Carmen Pereira, el actual diputado Mauricio Espínola, entre otros, acusándolos de filtrar informes de inteligencia, al respecto, en las redes sociales no se hicieron esperar los descargos de los usuarios, quienes criticaron al exmandatario imputado, exigiendo un castigo ejemplar.
“Ojalá se haga justicia y el cabecilla de esta gavilla de delincuentes, Mario Abdo Benítez, y todos sus integrantes terminen en la cárcel”, expresó un usuario en la red social X, a lo cual siguió el comentario de otro usuario que manifestó que el endeudamiento con las empresas constructoras de rutas asfaltadas, lo cual quedó como un clavo para el gobierno actual, es una muestra de la actitud rastrera del exmandatario.
En esa línea, remarcaron también que las acciones corresponden a la persecución elaborada por Abdo Benítez y su gabinete, a través de los informes de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero y Bienes (Seprelad). Lamentaron la manera en que el exmandatario habría utilizado el Estado como garrote político, con el único fin de perseguir a sus adversarios, destacando así las actuaciones de la Fiscalía contra el acusado y los miembros de su equipo.