Por Patricia Nieto

Socia del Club de Ejecutivos

El conocido cuento infantil “La gallina de los huevos de oro” encierra una gran enseñanza para nosotros los adultos. En el relato, una pareja de granjeros tenía una gallina que comenzó a poner huevos de oro. Al inicio se alegraron, pero luego esta alegría se fue transformando y, finalmente, se convirtió en insatisfacción porque solo ponía un huevo por día. A partir de allí, realizaron muchas acciones para forzar a la gallina para que produjera más huevos hasta llegar a su decisión final: “Matémosla para ver cuántos huevos tiene en su interior”. Obviamente, al morir la gallina se acabaron los huevos de oro.

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Muchas veces, obsesionados por los resultados, perdemos de vista a la gallina, la descuidamos y, finalmente, terminamos con ella. Esta gallina puede ser nosotros mismos, que descuidamos nuestra salud, nuestro descanso o el tiempo con la familia. Pueden ser también nuestros propios colaboradores a los cuales desgastamos mental, física o emocionalmente para llegar a un objetivo.

En esta pandemia se ha visto de todo: empresas y gobiernos que solo ven los resultados y se olvidan de las personas, y otras actitudes tan enfocadas en las personas que se están ahogando por la falta de resultados. ¡Grandes debates se tuvieron en nuestra mesa de almuerzo con mi familia sobre qué postura asumir! Creo que estas circunstancias nos ayudaron a ser más conscientes de la importancia de esos dos factores en nuestras vidas.

Este paralelismo encierra un principio expresado por Stephen Covey: producción vs. capacidad de producción. La producción son los huevos o resultados. La capacidad de producción es la gallina o las personas que nos ayudan a llegar a ellos. El equilibrio entre ambos nos permite llegar a la meta de forma más eficiente.

Yo pienso que el equilibrio es posible, solo que necesitas activar toda tu creatividad y tu dedicación para cuidar estos dos aspectos a la vez. Te invito a ponerte metas y a accionar hacia ellas… pero también te invito a que observes cómo valoras, te comunicas, accionas y te relacionas contigo mismo y con las personas que te ayudan a alcanzarlas. ¡Por capacidades y resultados más eficientes!

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