El gran profesor investigador, sociólogo norteamericano Burton Clark fue unos de los primeros en utilizar la expresión Universidad Emprendedora, a la cual define como aquella que responden de manera proactiva, continua, sobresaliente e innovadora a su entorno.
Entonces, ¿cuáles serían los elementos centrales que caracterizan a la Universidad Emprendedora y qué deben ser actualizados en el presente siglo? En este sentido, Clark menciona que debe ser capaz de “desarrollar nuevas unidades departamentales externas para introducir nuevas relaciones con el entorno y nuevas fórmulas de pensamiento y formación…”. “...Desarrollar un conjunto de creencias fundamentales que guíen y racionalicen la estructura de cambio que provea de una fuerte capacidad de respuesta; y construir una capacidad de dirección centralizada con el objetivo de realizar amplias elecciones que ayuden a orientar la organización…” (Clark, 1998 b:4). Desplazando así las estructuras estáticas y anquilosadas.
El economista Francisco Lupiáñez, en su artículo, señala que las investigaciones realizadas por Clark, sobre las instituciones universitarias, observan una gran adaptación y cambio institucional.
Todas han sabido transformar los retos y amenazas en grandes oportunidades, desarrollando estrategias organizacionales de gran emprendedurismo. Las universidades que quieran mantener su posición en el futuro serán las que se animen al desafío de experimentar y aprender de otras universidades, que ya han hecho el gran salto al emprendedurismo.
Las universidades estudiadas por Clark se caracterizan por un fuerte espíritu de servicio y una férrea voluntad de ser las mejores. Con gran esfuerzo se han introducido en la producción continua de conocimientos nuevos y estratégicos.
Reconocen que el conocimiento ha adquirido una relevancia trascendental y debe ir asociado a las nuevas tecnologías y que la universidad es la herramienta fundamental para el desarrollo de un país o región.
De allí reconoce un tipo de universidad que considera que los conocimientos, además de que deben ser difundidos y puestos a disposición de la sociedad, tienen un valor de mercado, puesto que dirige sus actividades de investigación utilizando métodos empresariales y se enfoca en contribuir con la sociedad. Esto es lo que actualmente conocemos como Universidad Innovadora.
Según el Dr. Arturo Velázquez, el concepto de Universidad Innovadora implica que la institución está definida tanto por el valor social como el económico, armónicamente conjugados con su misión, y continuamente renovando los vínculos con la sociedad que acompaña, permeando los sustantivos de su quehacer académico y sus protagonistas –docentes, investigadores y estudiantes– lo cual se ve reflejado en su entorno.
Las universidades están llamadas a cumplir un papel fundamental de generar conocimientos científicos y tecnológicos y así responder a los desafíos que implica el concepto de innovar.