- POR BERNT ENTSCHEV
- Presidente y fundador de The Bernt
No piense que estoy siendo repetitivo. Pero algunos temas se deben reanudar al sabor del momento en que vivimos. Y el gusto del momento actual, puedo afirmarlo, y usted, lector, estará de acuerdo, no es nada agradable. La pandemia del Covid-19 nos enseñará mucho, pero será una medicina amarga para consumir.
Por eso quiero reanudar en este texto, el tema “solidaridad en el mundo corporativo”. Creo que el momento en que vivimos requiere de todos nosotros actitudes que pueden privilegiar al colectivo y el universo se abre a innumerables oportunidades para hacer el bien y ayudar a los necesitados. Note que, en el contexto que estamos viviendo hoy, no solo los menos afortunados, que tiene una renta más baja, necesitan nuestra atención, pero sí muchas otras personas, ciudadanos que están esperando una ayuda en innumerables áreas.
Por lo tanto, si hay un área en su empresa que se encarga de la responsabilidad social o la responsabilidad corporativa, actívela, invierta, haga que los empleados tomen parte. Este es el momento de practicar, y mucho, el bien para todos. Ahora, cuidado, tenga mucho cuidado con relación a la demagogia o el aprovechamiento de la situación.
Hay algunas compañías que se exceden, se hacen las “buenitas” para aprovecharse de la situación, queriendo transmitir una buena imagen a su público. A menudo es aquella marca que usa la ayuda del gobierno para mantener la estructura de empleados, cuando de hecho no necesitaría solicitar ese subsidio, pero aun así va a los medios y dice que le preocupa mantener el número de empleados durante “X meses”, pero con la ayuda del gobierno que se podría destinar a otra empresa que realmente necesita de este apoyo.
También hay otros que producen productos destinados a frenar la propagación del virus, pero lo que realmente quieren es aprovecharse aún más de la situación. Tiene cadenas minoristas que hacen ofertas dispares y atraen a innumerables personas a su establecimiento sin reglas para evitar multitudes. Pues bien, todo esto es demagogia y falta de responsabilidad. Por lo tanto, tenga cuidado de no practicar esta falsa solidaridad.
Dejo aquí un consejo muy fácil de practicar: comience a pensar en una acción solidaria que no necesite abrazar al mundo. Piense que el mundo en el que vive hoy necesita su ayuda. Entonces, primero mire a su público interno con afecto. ¿Cuál es la angustia o la necesidad del empleado, que actualmente ayuda a la empresa a avanzar hacia el éxito?
Entonces, si realmente no hay nadie que necesite ayuda de ningún tipo, lo cual dudo, entonces piense en las acciones que se pueden tomar con la comunidad donde se encuentra su empresa. ¿Cuál es la necesidad hoy? Finalmente, no intente lo imposible. Trate de hacer lo mejor que tiene para ofrecer, los servicios que ofrece, la especialidad que tiene. Esto es lo que la sociedad necesita hoy, que las fuerzas se unan por un bien común. Puede estar seguro de que el trabajo desarrollado por su empresa será aún más útil para muchas personas en este momento que requiere unión. ¡Manos a la obra!