Podemos decir ciertamente que las crisis son oportunidades de mejora. Si bien en medio de una tormenta es difícil pensar en positivo y ver el vaso mitad lleno, podemos destacar aquellos casos que se han dado dentro de esta pandemia que hasta hace unos meses atrás eran impensados.
Podemos empezar con la digitalización de procesos comerciales, ya sean dentro del ámbito privado, donde en pocas semanas pudimos resolver procesos burocráticos por procesos en línea siendo mucho más eficientes, con menores costos y sin dejar de mencionar que se evita el tráfico, también potenciamos las reuniones virtuales o poder trabajar desde la casa. Además de esto y muy importante en el cálculo del costo de muchas mercaderías, están la digitalización de procesos en el sector público, que ante la situación de que las instituciones se vieron cerradas físicamente, permitió que muchos procesos se puedan resolver en línea. Esto increíblemente permitió la optimización de recursos logrando una disminución de costos de productos y llegando con mayor eficiencia al cliente final. Esto se debe a que al realizar un proceso en línea los costos de los mismos son menores.
Además de esto, que básicamente es digitalización de procesos en el sector público y privado, también se ha logrado el análisis de mejora del gasto público. Este en sí mismo es el mayor logro de la pandemia, por ser un viejo reclamo de la ciudadanía hacia el sector público, pero que con los incendios del día a día siempre se veían relegados y dejados de lado muy a conciencia de quienes armaban la prioridad de la agenda pública.
Con este enfoque que se adquiere con la cuarentena, se consigue una preocupación centrada exclusivamente en un tema desde la ciudadanía y no se da chances al sector público de patear la pelota afuera de la cancha. Esta presión ciudadana ha conseguido en pocas semanas una unión muy sólida que han llevado incluso a la renuncia de altos funcionarios del Gobierno.
Debemos de seguir por el camino de la mejora continua y ver dentro de la pandemia la oportunidad única que tenemos de tratar ciertos temas que normalmente son tabú dentro del sector público, para poder ganar años de superación al retraso en eficiencia económica. Estas mejoras son un esfuerzo de negociación con los actores de los distintos sectores, pero serán legados que quedarán y ahorros que serán mucho mayores a los esfuerzos actuales.