• Por Felipe Goroso S.
  • Columnista
  • Twitter: @FelipeGoroso

La Cámara de Senadores aprobó el proyecto que posterga para el 2021 las elecciones municipales que debían realizarse este año. Aún falta que la Cámara Baja resuelva sobre el asunto, aunque es muy probable que también pase y se convierta en ley. Por lo que dicen, hay consenso al respecto, teniendo en cuenta las actuales condiciones de pandemia.

La iniciativa legislativa me parece por demás oportuna, creo que no hay discusión en ese punto, si se tienen en cuenta las circunstancias. Ahora bien, el debate que se abre como consecuencia de esta decisión en los espacios donde se define el rumbo de la política paraguaya es qué deben hacer los candidatos a intendente, cual es el papel que deben cumplir.

Si nos guiamos por los eternos críticos, los candidatos deberían de desaparecer. Es el mismo tribunal que también sentencia a los servidores públicos electos por el voto popular a ser borrados de un plumazo y dejar la política en manos de los gremios empresariales quizás, siempre caracterizados por su visión socialmente responsable y con profunda mirada hacia los que más necesitan.

Pero desde esta columna tratamos de aportar una visión dándole la importancia que tiene la política en toda democracia medianamente organizada. O la que debería tener. En esta pandemia, los políticos que fueron electos por el voto popular deben seguir vigentes, aquellos que quieran ser intendentes deben seguir trabajando. Desaparecer no es una alternativa, al menos si lo que se quiere es mantener el poco o mucho terreno ganado. Luego de la decisión del Senado, se notó como cierta parálisis en los candidatos y esa no es una buena señal.

Senadores, diputados, gobernadores, intendentes o quienes pretendan serlo: la cuestión no es desaparecer, la cuestión es estar presentes en este momento en el que los que más necesitan exigen soluciones porque están pasando hambre, o quedaron sin trabajo. Pero no alcanza con hacer sentir su presencia por los métodos tradicionales, necesitan estrategia, creatividad, planificación, necesitan agenda temática, ejes y líneas discursivas que hagan llegar todo esto a la gente. A esa gente se deben, no a los expertos en opinar en contra de la política. La gente que los votó les va a reclamar (como de hecho, ya lo están haciendo) cual es el aporte concreto en estas horas que estamos viviendo. No los decepcionen y no decepcionen a los pocos que aún nos animamos a defender la política como la única vía para llevar al Paraguay a mejores días.

La política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, merece ser defendida. A pesar de todo.

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