• Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
  • MBA

Muchos de nosotros tenemos la falsa creencia que quedarnos en la oficina todos los días durante más de 12 horas nos volverían más productivos. Craso error!!

Siempre es mucho mejor trabajar menos horas y tratar de ser lo más productivo posible.

Es por ello que hay que saber distinguir muy bien LO URGENTE DE LO IMPORTANTE.

Muchas veces nos pasamos gran parte del día revisando nuestros correos electrónicos, o contestando llamadas en nuestro teléfono móvil o pasando largas horas en reuniones que pudieron estar mal planificadas y no han resultado productivas.

Podes trabajar un promedio de 8 horas por día y ser una persona eficiente y productivo, si es que al final de la jornada de cada día tenés la disciplina de planificar bien las tareas más prioritarias para el siguiente día, aun reconociendo que siempre surgen imponderables haciendo que lo que pudimos agendar “se fue al diablo”. Pero no creo que sea cosa de todos los días.

Para cualquier directivo o ejecutivo de empresa el poder cumplir con los objetivos y metas cuali/cuantitativos bajo su responsabilidad es importante, pero hay que tener en cuenta que somos seres humanos y el extralimitarnos en exceso en el trabajo también podrá ser contraproducente para nuestra salud física y mental.

La gran mayoría de nosotros tenemos detrás nuestro a una familia (esposa e hijos) que nos esperan en casa para poder platicar y socializar sobre varios temas.

Cuantos de nosotros acostumbran a quedarse en la oficina hasta muy tarde y no tienen la oportunidad de ver despertar a sus hijos y muchos de ellos cuando son pequeños al llegar a casa ya están dormidos y el tiempo transcurre en forma inexorable y el reloj tampoco detiene sus manecillas y cuando nos damos cuenta ya todos crecieron, quizás le pudiste satisfacer todas las necesidades materiales que pudieron haber precisado, pero en contrapartida lo más importante que es tu presencia física junto a todos ellos en los momentos que más los precisaron estuviste ausente por tus compromisos de trabajo. Y ya no se podrá retrotraer el tiempo para atrás.

Cuantas veces uno escucha en la oficina de otros compañeros, Pepe, vete a casa por favor.Acordate que tenes familia, que te puedan ver antes que se olviden de vos o si no puedes al menos envíale una foto a través del teléfono móvil.

Cuantas personas conocemos que permanecían menos horas que nosotros en la oficina, pero sin embargo llegado el momento de las promociones era él el elegido por la alta gerencia. Cuál habrá sido su secreto?

Ninguno en especial. Solamente el ser un buen ejecutivo y entendido la importancia que reviste el trabajo en equipo, asignándoles funciones y responsabilidades a los subordinados, y la necesaria confianza de que eran capaces poder ejecutar los trabajos y sacarlos de buena forma en el menor tiempo posible.

Estos son los ejecutivos que inspiran confianza y lealtad en el equipo. Aquel en el que todos podemos confiar cuando los precisámos, dispensándonos un trato respetuoso, y afable, sin ningún abuso de poder, sin humillarnos nunca frente a otros cuando cometemos errores.

Es la persona que se caracteriza por su carisma y don de gente, el que normalmente no tiene necesidad de “vivir” en la oficina, pues los miembros del equipo “estiran el carro” a la par de él y todo se hace mucho más fácil, llevadero y hasta placentero y también todos salen a la hora convenida yendo a casa a descansar y poder compartir con la familia.

También tenemos a “muchos desgraciados” que la única cosa que tienen en común es una vida arruinada en su casa y entonces hacen de la oficina su principal hogar.

Es mucho mejor trabajar menos horas, ser lo más productivo posible y salir de la oficina a una hora razonable e ir a casa a relajarse con la familia, pues nadie es imprescindible en la vida aunque te los hagan creer que si vos no estás en la empresa “la estructura se podrá venir abajo” Falacia Total!

Dejanos tu comentario