“Duele decirlo, pero hay que decirlo”

Para no pocos la economía china es la mayor del mundo (con un peso del 18% en el total de la producción versus el 15,3% de Estados Unidos, según últimos datos del Fondo Monetario Internacional, FMI, para el 2017), y para otros muchos la economía yankee continúa liderando la locomotora internacional. Que cada quien elija. Pero hay una realidad, y poderosa, por cierto, en la calificación descriptiva de expertos: “China es el corazón del mundo”. Y se agrega: “Cuando la sangre del gigante asiático bombea sin ningún obstáculo, el desarrollo del planeta cobra brío. Pero si el flujo disminuye o el ritmo de los latidos se altera, las señales de inestabilidad comienzan a sentirse en los cuatro puntos cardinales”. Es el primer exportador del mundo y el segundo importador mundial, cabeza a cabeza con los Estados Unidos como comprador internacional. En la soja, un rubro clave para nosotros, China es primer mercado de importación mundial de soja (bien arriba del 30%), con la Unión Europea a continuación. China, en el análisis global, “realmente determina el precio de la soja en el mercado internacional”.

De hecho China es el mayor consumidor de materias primas o commodities del mundo, siendo a su vez el principal importador de petróleo. Si se debilita la demanda china de las materias primas que el resto del mundo ofrece para exportar, casi automáticamente caen sus precios. Y la demanda china se debilita cuando la economía china crece menos con respecto a años anteriores –como viene ocurriendo– y si por problemas como el coronavirus las proyecciones del crecimiento esperado para este año se someten a revisión, recalculándose el impacto directo e indirecto de dicha desaceleración china en el resto del mundo. Por de pronto, a la desaceleración del crecimiento chino del 6,6% en el 2018 al 6,1% en el 2019, se proyectaba un avance del 6% para el presente año, el que empieza a corregirse ante el impacto del coronavirus en la economía toda, con el desafío de tener que administrar la llamada econovirus en el mundial 2020. Según algunos cálculos, “el 39% de la expansión económica del globo en el 2019 ha sido gracias a esta potencia emergente (31,5% años anteriores), tal la fuerza de su empuje, según el FMI”. Y ya con un empuje disminuido por la guerra comercial con Estados Unidos. Lo que este año se complica con el coronavirus.

Siendo China el primer importador de petróleo en el mundo, al contagiarse la economía china el precio internacional (hoy momentáneamente en 50,41 US$ el barril) ha tenido una disminución del 20% con respecto a principios del corriente año (62,99 US$/barril), un precio semejante al de febrero del 2019: 53,1 US$/barril. Bien para los consumidores como nosotros que todo lo importamos (combustibles). Mal para los productores y exportadores cuyos ingresos caerán. Habría que ver qué pasa con Venezuela, por ejemplo, Claro que a consecuencia de un menor crecimiento económico mundial y del bajón en los precios internacionales de las materias primas, el ingreso de otros exportadores –nosotros por caso– también caerá, previéndose mayores devaluaciones de las monedas (suba en el precio del dólar) y un mercado financiero más duro. Argentina y Brasil dependen y en mucho del comercio exterior con China, y en el caso del primero, también en el financiamiento externo y en la inversión. En el caso de nuestros dos países es de esperar una mayor devaluación de sus monedas. Nuestro comercio fronterizo se debilitará y el contrabando se acentuará. Y ya no son “problemas en la puerta”. Los golpes ya se sienten. El precio internacional de la soja también se ve comprometido de cara a lo que bien podría ser una buena cosecha en nuestro país en términos de producción después de la caída del 23% al año pasado que tuvo un efecto en cadena absolutamente demoledor en todo el escenario nacional. Con respecto a principios de enero el precio mundial de la soja bajó alrededor de 28 dólares la tonelada (-8%).

Habría que ver cómo continuará el impacto del coronavirus (con un costo en vidas superior al SARS en el 2003, que tuvo un costo económico equivalente al 1% del Producto Interno Bruto –PIB– chino) y el acuerdo comercial con Estados Unidos que incluye un compromiso chino de comprar mayor cantidad de soja norteamericana. No sólo nosotros sufriremos por la desaceleración del crecimiento de la economía china. Chile y Perú también por ser los dos principales productores de cobre en el mundo, teniendo a China como principal mercado comprador. En Chile se habla con frecuencia de una “chinodependencia” dado el 32% de sus envíos de exportación y el 24 de sus importaciones. El precio internacional del cobre ha experimentado una caída en lo que va del año del 11%. En nuestro caso el 38% de las importaciones que hacemos provienen de China, y es de esperar un abaratamiento de las mismas. Concluyendo: Mucho cambia con la econovirus en el Mundial 2020. A tomar las precauciones del caso y revisar nuestras proyecciones macroeconómicas y cómo afectará al común de los mortales. Sin duda alguna, se nos complican “las cosas”. Duele decirlo pero hay que decirlo. DDPHQD


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