- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pherken@gmail.com
Tomando en cuenta tanto las exportaciones de mercaderías o bienes totales como las registradas, en el 2019 las ventas al exterior de nuestra producción nacional y reexportación (a países vecinos) cayeron entre -9,8% y -15,4% en términos de valores, que suman 1.344 y 1.390 millones de dólares menos con respecto al 2018. Dando un global para más contundencia y claridad no recibimos unos 1.400 millones de dólares, que no ingresaron al país, que no se inyectaron dentro de la economía; con esta fundamental aclaración que para muchos suena a bobada: “ese” dinero o “gran” parte del mismo tendría que haber girado o circulado el año pasado varias veces en el interior de lo más profundo y extenso de la economía paraguaya, moviéndola como siempre cual encadenamiento positivo y favorable para una “enorme” cantidad de gente, de manera directa e indirecta. Lo que podríamos forzar en llamar y destacar “un extraordinario efecto multiplicador”.
¿El gran culpable de perder 1.400 millones de dólares? ¡El campo! ¡El maldito campo! Beneficia a tan pocos, que cuando cae “solita” nuestra economía toda casi cae en recesión (menor y peor vida económica de la gente toda) o estancamiento (no tan mal que lo anterior pero en terapia intensiva), según la misma proyección que realiza el Banco Central del Paraguay (BCP) de un “crecimiento” en el 2019 al ritmo del 0,2% (3,4% en el 2018, 5% en el 2017 y 4,3% en el 2016). Solo el sector de soja en grano, harina y aceite (maldito complejo sojero) tuvo una disminución en sus exportaciones de -26,7% o 964 millones de dólares menos en relación al 2018. La soja en grano sola cayó -28,5% o 629 millones de dólares menos, con mermas de -18,7% en volumen y de -44 dólares por tonelada exportada. Ojo: 964 millones de dólares menos no conseguidos por el complejo sojero equivalen al 69%/72% de los totales de dólares no ingresados por nuestras ventas al exterior. ¡Dos tercios! A la ganadería en términos de sus exportaciones de carne vacuna tampoco le fue bien con pérdidas generalizadas. Para el campo y para nosotros la tragedia pudo ser aún mayor de no ser por el muy buen comportamiento del rubro de los cereales (+35% o +184 millones de dólares), lo que hace que al final puntualmente tomando al campo como global el mismo ingresó entre 867 y 841 millones de dólares menos el año pasado siempre en relación a los mismos números consolidados del 2018 (-16,3% y -14,2% respectivamente). Es decir, montos equivalentes al 62%/64% del menor ingreso de las exportaciones totales y registradas. Fuera del campo ayudaron las ventas de maquila (584 millones de dólares o +7%) y el negocio de reexportación (3.584 millones de dólares o +10,2% con la aclaración de que hubo mejor declaración de los valores por el trabajo de Aduanas que más movimiento comercial en sí).
Con –y aún– los muy negativos resultados de las exportaciones en el 2019, el campo tuvo un peso en las ventas del 58% al 66% de las exportaciones totales registradas según dos metodologías de cálculo, y del 36% al 41% de las exportaciones totales (que incluyen reexportaciones). Estamos hablando de un aporte de 4.458 a 5.085 millones de dólares, dentro de las exportaciones totales de 12.386 millones de dólares y 7.652 millones de dólares en las llamadas ventas registradas, respectivamente. El campo, aún muy mal herido, siempre produce. Aun perdiendo, suma. ¡Maldito campo, nos dejó sin casi 900 millones de dólares y en terapia intensiva, por qué si no tenemos nada ver con el campo, somos citadinos! ¡Que se jodan ellos, pero no nosotros! Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQD