• Por Augusto dos Santos
  • Analista.

La plaga más dañina del algodonero, el picudo , tiene un monu­mento en Enterprisse, Ala­bama. Gracias al invencible picudo los agricultores del lugar, a principios del siglo, cambiaron de práctica agri­cultura, se enfocaron en el maní y resultaron exitosos y prósperos productores. En la glorieta del centro de la población hay un triunfal monumento con el picudo como trofeo central.

Será que alguna vez pode­mos tener aquí un monu­mento al Aedes aegypti, recordando al insecto que nos ayudó a cambiar de cul­tura de relación con el medio ambiente y la comunidad? . Mmm.. para eso las autori­dades deben entender cómo te puede llegar a enfermar una mala cultura.

A nadie le interesa empren­der acciones que conmuevan la estructura cultural por­que los resultados de pro­cesos de cambios culturales son paulatinos e invisibles y en general no se pueden usar en ninguno de los pro­cedimientos “cholulos”que encantan a las autoridades : repetidas conferencias de prensa, tuiteadas magistra­les, noticiero de las 20 y tapa de los diarios. Jamás inte­resó a nadie la idea que voy a resumir a continuación.

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CUAL ES EL PROBLEMA?

El dengue es una enferme­dad sumamente fácil de evitar, sencillamente cor­tando una cadena cuya esen­cialidad es la cultura, esto es: nuestra relación con el medio ambiente, nuestras formas de vincularnos con nuestro entorno, nuestras maneras de relacionarnos con nuestros vecinos, nues­tro concepto sobre la comu­nidad y nuestra conciencia sobre el espacio público.

Ninguno de estos concep­tos tiene relación alguna con : los recipientes donde se junta agua estancada, las fumigaciones aéreas, las camas habilitadas, el para­cetamol, las tasas de infes­tacion larvaria y el Ministro de Emergencia “bicheando” las piscinas desde un heli­cóptero. Nada. Nada por­que de lo que hablamos en el primer párrafo es de la forma como podemos erra­dicar el dengue del Para­guay y de lo que hablamos en el párrafo siguiente es de la forma como estamos convirtiendo al dengue en un huésped de lujo, en el BBDLC ( Bebé de la casa, para los menos millenials que yo) y estamos deter­minando que este país será definitivamente la patria amable para el dengue.

ENTONCES ?

La lucha contra el dengue no es un problema de los pobres obreros de SENEPA que hacen lo poco que puede a sabiendas que no lo van a lograr. La lucha contra el dengue debe ser encua­drada dentro de un plan global de cambio cultural cuyo proceso de diseño se corresponde con la interac­ción de las ciencias socia­les, las ciencias médicas de salud pública y toda la cien­cia relacionable. En verdad quien debe decirnos cómo acabar con el dengue es la Universidad.

CUALES CAMBIOS

1. Los paraguayos debe­mos saber que es lo público y donde queda el espacio público y para que sirve.

2. concomitante a la pri­mera lógica necesitamos entender el concepto comu­nidad.

3. Debe conceptualizarse el asunto del interés colec­tivo. Nuestra sociedad sigue destrozada por el individua­lismo y para peor los muni­cipios ( antros de corrup­ción) han optado por ser dispensadores de servicios y han olvidado su rol agluti­nado social.

Lo que reivindicamos es que la academia y/o la Univer­sidad se ocupen de generar espacios de estudios especí­ficos ( cónclaves, cátedras, investigaciones) que per­mitan entender - en primer lugar - porque tenemos este comportamiento cultural que resulta en generar con­diciones tan favorables para este tipo de plagas casi bíbli­cas. En segundo lugar que definan acciones de cambio cultural y en tercer lugar que determinen que políti­cas públicas deben imple­mentarse. No es tan espec­tacular como sobre volar la ciudad con un helicóptero pero es la única salida.

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