• Por Matías Ordeix
  • Socio del Club de Ejecutivos

Vivimos en una sociedad de eternas culpas ajenas. Uno nunca es responsable, siempre sucede por culpa de otros o simplemente ocurren sin que yo tenga participación. Frases como “me chocaron”, “se rompió”, “salió así”, intentan liberar de responsabilidades nuestro actuar. Rara vez fue un “yo choqué” porque venía rápido, porque me distraje con el celular, porque estaba desatento… Pues es más simple y parece que queda mejor hacer correr la cuenta de la culpa a un tercero. Muchos piensan que todo lo que sucede es sin mi intención, ya que está forjado por “el destino”.

Respeto a quienes creen que su vida está predestinada; sin embargo, no comparto en lo más mínimo con esa “teoría”. Estoy convencido de que cada uno forja su camino, elige por dónde quiere transitar su vida. Habrá quienes esperan del cielo los milagros, otros lucharán duramente para salir adelante y superarse. La vida es difícil, a algunos les será un poco más sencilla económicamente, pues han heredado, otros deberemos remar y remar para superarnos personal y profesionalmente. Muchos han surgido de muy abajo, pero con una gran visión de superación, puesto que casi todo en la vida es alcanzable y tan solo depende con qué cristal proyectamos nuestros sueños.

Quien constantemente está echando culpas a los demás (de sus propios fracasos) se está tirando tierra arriba. El pesimista, que cree vivir en una pesadilla constante, verá siempre truncados sus sueños. Sin embargo, uno llama las cosas, uno llama al éxito (o al fracaso). Las oportunidades están para todos, cada uno decidirá si toma el tren de las mismas o se acomoda en el sofá a verlas pasar.

Nuestro querido Paraguay, golpeadito como está, otra vez también es culpa de otros, siempre es culpa de otros… Principalmente los culpables son los políticos, ¿pero, ellos son responsables por todo? No será nuevamente que es más fácil decir: Me va mal en mi empresa, en mi trabajo, porque los políticos son unos ladrones… ¿Y eso qué tiene que ver realmente? Efectivamente “la mayoría” de los políticos, los gobernantes, son un “desastre ko todos”, sin embargo no son responsables de “mis” fracasos. Es hora de que nos demos cuenta de que el 90% de mis logros vendrán de mi tesón, responsabilidad y habilidad para progresar. El país está mal también porque nosotros mismos solo sabemos principalmente “echar culpas” y casi nunca nos involucramos en colaborar o solucionar los temas que nos preocupan.

!Si me preocupa, me ocupo y listo! ¿Un plagueo en redes sociales es el camino para que el mundo cambie?, ¿o es mi involucramiento personal (en organizaciones de la sociedad civil, gremios o incluso comités vecinales)? Es hora de que ayudemos a forjar el camino del progreso, de la justicia y de las mejoras involucrándome, siendo también responsable de “nuestros” problemas. Nuestro Paraguay necesita de cada uno de nosotros, cada aporte nuestro sumará a una mejor sociedad.

Ya estamos terminando el año … y pienso, ¿cómo quiero encarar el 2020? ¿Me quejo solamente o actúo en consecuencia, hechos o palabras, plagueo o acción? El destino soy yo, mi camino exitoso será consecuencia de mis actos, de mi pensamiento proactivo y positivo. El futuro será mejor, dependiendo exclusivamente de mi propia gestión, de mi actuar, de mi lucha. Quiero un Nuevo Año mejor, cargado de felicidad, de amor y prosperidad para mi familia, mis colaboradores, la sociedad en general donde vivo. ¿Y tú, como piensas comenzar el 2020?

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