Por Patricia Nieto, socia del Club de Ejecutivos

Llegamos a diciembre cansados… Cansados por el día a día, por las cosas que no conseguimos, por el clima, por el tráfico, por las mil y una actividades que nos quedan por hacer. Y cuando estás cansado/a, querés que todo cambie: “Ojalá nuestro gobierno sea mejor”, “cómo quiero que la educación paraguaya sea como la finlandesa”, “me encantaría tener un clima más fresquito, tipo Buenos Aires”, “sería fabuloso que la recesión económica se revierta lo más rápido posible”, “ojalá los paraguayos fueran más responsables, así no tendría que estar detrás de mi gente como un niñero/a”.

Y así, mil y un deseos de que las circunstancias externas (economía, clima, educación, cultura, el otro y mucho más) cambien. Sí, sería fantástico, pero, ¿es posible?

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En la vida existen dos tipos de factores: aquellos que están bajo tu control y aquellos que no. Todo lo que es externo a vos, no puede ser controlado. Así que todo lo que está en la lista, más el pasado y el futuro, son factores incontrolables. ¿Qué me queda entonces? ¿Sentarme en la vereda y llorar?

¡No! Te queda una interesante lista de factores que SÍ están en tus manos. ¿Y sabés qué ocurre cuando te encargás de ellos? Te hacés más grande que las circunstancias externas y te convertís en dueño de tus resultados. Te la comparto a continuación:

-Las metas que te proponés lograr: El ser humano tiene una gran capacidad de crear. Puede crear su propia vida tal y como la desea. Si bien no puede controlar el futuro, lo puede diseñar desde el presente. ¿Estás aprovechando esa oportunidad?

-Las acciones que emprendés: Tus resultados dependen de tu capacidad de acción y cada uno de nosotros podemos elegir qué hacer y qué no hacer.

-Tus decisiones: A lo largo del camino van a aparecer opciones. Tu capacidad de tomar decisiones va diseñando el proceso para llegar a los resultados.

-Cuándo quedarte en una emoción o estado de ánimo: Si bien somos seres emocionales y no podemos evitar caer repentinamente en una emoción que tal vez no nos gusta o no nos ayuda, tenemos la capacidad de gestionarla y alternar nosotros mismos nuestro estado emocional.

-Cómo te comunicás con los demás: La calidad de tus relaciones dependerán de tus conversaciones. Con una comunicación positiva, lograrás mejores resultados de los demás.

-Tus pensamientos: ¡La base de todo! Tus pensamientos tienen inmenso poder. Todo aquello que pienses con respecto a otros, a una situación o vos mismo/a, lo convertirás en realidad.

La lista tal vez parece corta, pero es muy potente. Si realmente te encargás de llevarla a la práctica, no tendrás tiempo para estar quejándote y menos criticando a otros. ¿Y cuál es el mayor beneficio? Todo aquello que querías que cambie, comienza a hacerlo. Porque si yo cambio, todo cambia.

Dejanos tu comentario