• POR OSCAR TUMA
  • Político

Semanas atrás, se hizo viral el consejo del embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, Lee McClenny, escrito en su Twitter sobre la transparencia, el buen gobierno y escuchar al pueblo, concepto brillante y de cumplimiento obligatorio para terminar la cantinflada que estamos viviendo y contar con un gobierno razonable. El Presidente, sin dudar, debe poner en práctica el consejo del embajador que le va a servir de punto de apoyo para terminar con su “entorno tóxico, integrado por los industriales de la adulonería”, como magníficamente lo definió el actual ministro del Interior.

El cambio de sus “colaboradores”, realizado por el Presidente no es suficiente, tiene que desprenderse de sus “chupamedias de clase “A”, encajados en el Gobierno, que a un futuro no muy lejano le van a acarrear muchos problemas. Por citar alguno, la presidenta de Petróleos Paraguayos (Petropar), que va a tener que explicar –aunque no lo quiera– dónde fueron a parar los 52 millones de dólares americanos de las cuentas bancarias de la estatal, y la pérdida de 9 millones de dólares americanos del patrimonio de Petropar, que quedaron al descubierto mediante la investigación de la Periodista del Grupo Nación, Rossana Escobar.

El resultado de esa investigación hizo que la ciudadanía se pregunte: ¿por qué Patricia Samudio sigue en el cargo a pesar de las constantes denuncias en su contra, y no explica dónde fue a parar ese dinero?; ¿Quién es su socio o compinche que le mantiene e impide que el pueblo sepa qué se hace con su dinero?; ¿Por qué, a pesar de la denuncia pública, la Fiscalía General del Estado no tomó cartas en el asunto?

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Pero, hay más, la investigación del grupo nación, también reveló: sobre la incorporación de aproximadamente 30 asesores vip de Patricia Samudio, que le cuestan a la estatal petrolera guaraníes 394 millones por mes, entre quienes se encuentran Félix Carlos Ramón Careaga Roa, encargado de “asesorar” a los gerentes de Petropar, con un salario de guaraníes 10 millones, mensuales; Patrocinio Brítez Fernández, “asesor y gerente”, ex concejal departamental de Guairá, con un salario de casi guaraníes 20 millones, mensuales; María Luisa Fernández, “asesora”, con un salario aproximado de guaraníes 20 millones, mensuales, esposa de Ramón Cabral ex miembro de la Junta Municipal de Villarrica el período anterior, todos supuestos recomendados del ministro de Agricultura Rodolfo Friedmann.

Pero el “carnaval” continúa, ya que también la presidenta Patricia Samudio aumentó el salario a varios sindicalistas influyentes –así como a familiares de algunos de ellos– como ser Gerardo Parodi Vargas (sindicalista), “asesor” de la presidenta, con un salario aproximado de guaraníes 17 millones, mensuales; y otros favorecidos con aumentos, como Alberto Cañete Oviedo, Hugo Arnaldo Ayala Argüello, Norman Williams Safstrand Ojeda, Mauricio Galeano Colarte, Derlis López Ávalos, Gerardo Benítez Santos, Emigdio Coronel Torales y César Heliodoro García Espínola.

¿Será, que el Presidente mantiene su “entorno tóxico” para que el pueblo que le eligió sepa que él hace lo que quiere?, o será ¿que no puede?, algo de eso tiene que haber porque de lo contrario no existe explicación lógica para que el Presidente Mario Abdo siga cargando con “colaboradores” como Patricia Samudio, cuya gestión fue aplazada por la contraloría por falta de transparencia y control interno, y a pesar de esto, la Cámara de Senadores sancionó semanas atrás una reprogramación presupuestaria de más de guaraníes 28 mil millones para Petropar.

¡¡¡Dios quiera !!!, que el embajador estadounidense, Lee McClenny, tenga mucho más tiempo para seguir lanzando tuits sobre la transparencia y buen gobierno, porque eso le hace bien al Paraguay, ya que sirve para corregir de esa manera lo que afirmará –con otras palabras– el ministro del Interior, que en el país se vienen enseñoreando los que se asociaron para repartirse los lotes de nuestra tierra, lo cual genera cada día mayor preocupación, provocando un estado de alerta, temor, y en algunos casos el deseo propio de hacer justicia por mano propia.

“El cambio de sus “colaboradores”, realizado por el Presidente no es suficiente, tiene que desprenderse de sus “chupamedias de clase “A”, encajados en el Gobierno, que a un futuro, no muy lejano, le van a acarrear muchos problemas”.

“¿por qué Patricia Samudio sigue en el cargo a pesar de las constantes denuncias en su contra, y no explica dónde fue a parar ese dinero?; ¿Quién es su socio o compinche que le mantiene e impide que el pueblo sepa qué se hace con su dinero?; ¿Por qué, a pesar de la denuncia pública, la Fiscalía General del Estado no tomó cartas en el asunto?”

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