• POR ÓSCAR TUMA
  • Abogado 

El presidente de la República se comprometió en reiteradas ocasiones, en actos públicos solemnes, a que haría cumplir la ley “CAIGA QUIEN CAIGA”, que por más que le duela en el alma no iba a tolerar las inconductas ni la malversación de la cosa pública por más cercanas que sean esas personas, y los paraguayos lo creímos.

Semanas atrás se hicieron públicas las irregularidades cometidas por el ex presidente y actual director de la Binacional Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, quien –entre otras– contrató de forma directa a una empresa cuyo dueño es el joven de 26 años Gianmarco Orlando, amigo personal de la familia del ex mandatario. A pesar de ello, NICANOR, a quien el Presidente lo designó, no cayó.

Casi al mismo tiempo se hicieron públicas las irregularidades cometidas por la Ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo, quien malversó casi 1.500.000.000 de guaraníes utilizando fondos pertenecientes al Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal) y al Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) para otros fines, pasando por alto la Ley 1.652 que crea el Sinafocal y la Ley 1.265 que modifica la ley de creación del SNPP (consta en la auditoría general del Poder Ejecutivo –AGPE–, bajo la administración de Carlos Arregui). A pesar de ello, CARLA BACIGALUPO, a quien el Presidente la designó, no cayó.

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Hace días nomás se hicieron públicas las irregularidades cometidas por la presidenta de Petropar, Patricia Samudio, quien contrató a funcionarios “amigos” a través de la firma Jobs SRL (consta en la denuncia del periodista César Larré, del Grupo Nación). A pesar de ello, PATRICIA SAMUDIO, a quien el Presidente la designó, no cayó.

En un momento dado se hizo pública el acta bilateral entreguista, supuestamente organizada por “Joselo” y otros. A pesar de la gravedad del hecho, evidente “traición a la patria”, no cayó nadie.

Como los vergonzosos casos mencionados, por citar algunos, existen muchos otros perpetrados por los funcionarios públicos que administran nuestros bienes como si fueran suyos. A pesar de ello, los funcionarios públicos que designó el Presidente no cayeron.

El jefe de Estado, encargado de dirigir la acción del Gobierno, se comprometió a combatir estos males “caiga quien caiga” y no cayó nadie. Al contrario, los funcionarios designados por el primer mandatario hacen lo que quieren con la cosa pública y se burlan del pueblo y del Ministerio Público.

Estamos esperando que por el bien del país el Presidente cumpla con lo que se comprometió, “CAIGA QUIEN CAIGA”, porque hasta ahora, a pesar de que los actos de corrupción son de público conocimiento, no cayó nadie y se está cumpliendo lo que dijo Cantinflas: “Que aquellos que les cae de todo y deberían caer, no caen”, y si seguimos así podemos llegar a ver la bancarrota del Estado porque las promesas incumplidas y la falta de sanciones a los que despilfarran a su antojo la propiedad de los paraguayos, sin ningún tipo de vergüenza, son sin lugar a duda los causantes de nuestra situación económica actual.

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