“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pherken@gmail.com
“Todo gobierno debe buscar dejar al próximo en llegar una mejor herencia económica que la recibida cuando llegó. Es su principal compromiso, herencia que no siempre recibe aplausos ni es necesariamente popular, pero el tiempo se encarga de darle el reconocimiento como positiva y útil”, me enseñó un querido profesor alemán y agregó: “De dicha continuidad de entrega de buenos canastos con frutos, de mano en mano, depende la continuidad saludable sobre la cual aparece y se consolida lo exitoso en la economía de un país”.
Marito recibió la mejor herencia económica desde el 2003, pero no la valoró e incluso la despreció, y hasta la congeló, con lo que perdió un valioso tiempo en el que podía y debió acelerar la marcha de la economía, más aún a la luz de la crisis en Argentina que estallaba en mayo del 2018 y que comprometía seriamente el escenario regional. Ese congelamiento fue fatal y explica en gran parte por qué la recesión económica actual se agudizó, cuando podría haber sido administrada sin tantos dolores fuertes para la gente.
Marito prácticamente se durmió nueve meses desperdiciando un piso de financiamiento externo para usar a toda máquina por un valor de 4.040 millones de dólares, equivalente a casi al 10% del tamaño de la economía, según se puede saber y verificar en el cuadro con datos sobre los saldos de préstamos externos y bonos soberanos servidos prácticamente en la mesa para cocinar la torta económica. Reitero: ¡4.040 millones de dólares! Ningún gobierno anterior dejó semejante herencia positiva. Pero se durmieron, la congelaron y perdió el país. ¿Por qué actuó así Marito? Por soberbia y espíritu revanchista. De alguna manera escupió sobre la herencia porque tenía el sello cartista.
Si a las herencias económicas recibidas del 2003 en adelante les pusiéramos un puntaje negativo o positivo para fácilmente explicar “el pecado original” de Marito, tendríamos estos resultados: 1) Macchi le dejó a Nicanor una herencia económica con un puntaje negativo de -500 puntos; 2) Nicanor le dejó a Lugo una herencia positiva de +10 puntos (pero nos sacó del tremendo agujero en el que caímos en el período 1998-2002, con default, que bien pudo agrandarse); 3) Lugo dejó una herencia con un puntaje positivo de +30; 4) Federico agrega 20 puntos positivos, con lo cual se da un resultado global favorable de +50 puntos positivos para el período 2008-2013, que lo recibe HC; y 5) Marito recibe una herencia económica de HC con un puntaje positivo de +200. Sí: +200 puntos.
Una diferencia abismal, que tiene reconocimiento internacional. Para ese puntaje de +200 mucho tuvo que ver el paquete de financiamiento internacional que se preparó con tiempo para que quien viniera no perdiera tiempo alguno en preguntar: ¿dónde hay dinero para hacer algo? Era cuestión de continuar sin demora y apretar a fondo el acelerador de la economía. Tenía todo para cocinar. Marito no lo hizo. Ese fue su pecado original. Por el que todos estamos pagando. ¡4.040 millones de dólares! Desastre ko Marito. ¿Cambiará? Tres cosas nunca vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra dicha y la oportunidad perdida. Duele decirlo, pero hay que decirlo (DDPHQD).