• Por Carlos Mariano Nin
  • Columnista

En diciembre del 2017, Mario Abdo Benítez ganaba las internas del Partido Colorado y con una oposición dividida y sin ambiciones, en abril del 2018 ganaba las presidenciales.

El 15 de agosto del mismo año asumía la Presidencia de la República.

A punto de cumplirse un año, la desaprobación a su gobierno en las calles va en aumento. Si bien uno de los logros, de los pocos que se jacta su gobierno, tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico, los escándalos en torno al tema, cuando menos, lo ponen en una situación incómoda.

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Todo comenzó con un operativo de tintes cinematográficos para detener a Reinaldo Javier Cabaña (Cucho) y un allanamiento a una majestuosa casa quinta ubicada en la compañía Tacuaró de Juan E. O’Leary.

La casa, según dicen, era una réplica de la mansión Nápoles del temido narco colombiano Pablo Escobar. La ostentosa edificación y los cuadros colgados en las paredes con la foto del temido asesino le dieron espectacularidad al procedimiento, que se presentaba como el golpe de todos los golpes.

Ese mismo día se hacía viral una foto en el propio quincho del flamante Presidente de la República, Mario Abdo Benítez, con el “presunto” narco recién detenido.

Unos días después, desde el entorno del preso se resbalaba otra duda: ¿fue financiada la campaña del Presidente con dinero del narcotráfico?

Lo que siguió no fue menos vergonzoso.

A Reinaldo “Cucho” Cabaña le incautaron, además de la quinta, varios negocios, entre ellos varios moteles y vehículos de lujo, que pasaron a ser administrados por la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico).

Eso desencadenó en otro escándalo. Los bienes del presunto narco fueron rapiñados y repartidos, desatando la indignación ciudadana de los que incluso celebraron la espectacular detención.

Y en medio del escándalo, el fiscal Ysaac Ferreira, de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico, ordenaba la detención de Ulises Quintana, diputado por el movimiento Añetete, imputado por sus supuestos vínculos con “Cucho” Cabaña.

Según la investigación fiscal, el legislador habría utilizado sus influencias para liberar al secretario de “Cucho”, quien había sido detenido en una barrera policial en Nueva Londres con una importante suma de dinero que no pudo justificar.

Como si fuera poco, el diputado tenía en su poder una camioneta que figuraba a nombre de Cabaña. Hoy, Quintana está investigado por tráfico de drogas en carácter de cómplice, tráfico de influencias, asociación criminal y enriquecimiento ilícito.

Fue un poco de lo mucho que sucedió en un año.

Profesionales y técnicos fueron desplazados por el nuevo presidente, quien abrió las compuertas de las instituciones a seccionaleros y cupos políticos.

Y como muestra basta un botón: Julián Vega, designado por Mario Abdo Benítez en el Departamento de Migraciones, era expulsado de Taiwán poco después de asumir tras ser denunciado por una traductora por acoso durante una visita de Estado a la isla de Formosa.

Estamos a días de que se cumpla un año de gobierno y Mario Abdo Benítez nos sigue sorprendiendo.

Desde el equipo presidencial iniciaron una campaña que buscaba desalentar el popular #DesastreKoMarito con un #OikoiteMarito, que lo presenta como un superhéroe del subdesarrollo.

Salió mal. Una funcionaria de Salud respondía con un rotundo y repetido #DesastreKoMarito, que desataba otro bochorno. Mariela María McLeod era apercibida por el jefe de Relaciones Laborales del Ministerio de Salud, desnudando que desde la función pública Marito solo debe ser visto como un superhéroe.

Y ya cuando termina la semana, para no quedar atrás, renuncia el presidente de la Ande, Pedro Ferreira, según versiones por negarse a firmar un acuerdo para compra de potencia de Itaipú, que se suscribió en silencio en mayo entre la Cancillería de Paraguay y de Brasil, lo que traería un enorme perjuicio para Paraguay.

Así las cosas, Mario Abdo Benítez enfrenta su primer año con más sombras que luces, sin obras propias ni futuro alentador… bajo el estigma de un juicio político y un sentimiento que crece y se expresa… #DesastreKoMarito.

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