• Dr. Miguel Ángel Velázquez
  • Dr. Mime

La risa es un mecanismo cerebral que dispara en respuesta a situaciones que nos parecen disparatadas o a comentarios o contenidos que tienen gracia. Es un vínculo de relacionamiento social, porque cuando reímos sinceramente con alguien, lo estamos aceptando en nuestro círculo de amistades. El sentido del humor es diferente en cada persona, y es la capacidad de que algo sea más o menos gracioso para cada uno.

Pero si consideramos a hombres y mujeres, encontraremos notorias diferencias entre unos y otros. Los hombres no ríen de las mismas cosas por las que ríen las mujeres. Y con eso, sumamos una diferencia más a las numerosas que presento en mi segundo libro llamado CEREBRA LA SEXUALIDAD.

Pero... ¿cómo se entiende un chiste? ¿Cómo el cerebro reacciona ante un chascarrillo? Para que el cerebro reaccione se deben activar varias áreas. En primer lugar, las que sirven para decodificar lo que se escucha o se lee, situadas en los lóbulos temporales. Además, se requieren las zonas que procesan las emociones (el sistema límbico) para poder darle un contexto emocional. Y por último, zonas más evolucionadas que son usadas para el discernimiento, y a estas corresponden los lóbulos prefrontales.

La dopamina es el neurotransmisor que se libera como consecuencia de la emoción placentera que causa la risa por un buen chiste. Este neurotransmisor es la chispa que enciende una zona relacionada al placer en el cerebro, conocida como núcleo accumbens, y desde aquí se dirige a la corteza prefrontal en donde el remate del chiste hace que nos sintamos bien y liberemos una sonora carcajada.

Con los hombres, influye mucho CÓMO se dice algo, mientras con las mujeres influye QUÉ se dice. Las mujeres analizan más la semántica de las palabras, usan más la memoria de trabajo del cerebro para la captación, la manipulación y la comparación de los elementos del chiste con lo que se tenga almacenado en la memoria. En los hombres, por más que también pasen por este proceso, solamente lo ilógico del chiste hace que en ellos se dispare la carcajada. En las mujeres se requiere que lo ilógico en sí tenga un sentido gracioso y no solamente por lo gracioso dispare la risa. Por eso se dice que las mujeres requieren de mayor contenido intelectual en los chistes para arrancarles una carcajada (algunos machistas dirían que realmente no entienden el chiste, pero de ninguna manera voy a decir yo eso, faltaba más...)

La risa, fuera del cerebro, es sumamente saludable. Favorece el fortalecimiento del sistema inmune, se tienen menos posibilidades de sufrir infartos o strokes cerebrales, sufren menos dolores y se vive más años. La risa también nos tiene DE LA CABEZA.

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