• Por Emma Paoli
  • Dra. en Ciencias de la Educación

En el año 1915 se llevaba a cabo en Paraguay el Congreso de Educadores, donde se estableció que cada 30 de abril fuera conmemorado el Día del Maestro, en víspera del Día del Trabajador. A más de 100 años de aquella histórica jornada, hoy estamos celebrando los grandes aportes que hicieron, hacen y seguirán haciendo nuestros docentes; los trabajadores de la cultura por excelencia, quienes son los encargados de preparar a las generaciones presentes y futuras de Paraguay.

Expresemos una permanente gratitud al esfuerzo, la dedicación y el sacrificio que el maestro realiza cada día para formar a miles de niños y jóvenes futuros profesionales alrededor de nuestro país. Homenajeemos también a los trabajadores paraguayos y del mundo por su día, ya que sobre sus hombros estriba el progreso y bienestar de las familias y la sociedad entera. El trabajo es el verdadero creador de valor y dignifica al ser humano, dándole la posibilidad de satisfacer sus necesidades y aspiraciones.

Como trabajadores, el papel que cumplen nuestros educadores es el más importante, por lo que siempre debemos poner nuestro mayor esmero en brindarles los recursos necesarios en infraestructura y condiciones laborales dignas para que puedan desempeñar sus funciones de la mejor manera.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Con su labor tesonera, nuestros maestros son los encargados de dar el ejemplo e inspirar a nuestros niños y jóvenes; respondiendo a su vocación, han asumido un compromiso con el futuro del país, tal vez el más valioso aporte que una nación puede recibir de parte de aquellos que nacieron dentro de sus fronteras.

Así también, quisiera que aprovechemos esta fecha especial para reflexionar seria y profundamente sobre los nuevos roles y responsabilidades que nos plantea el siglo XXI en materia educativa, con las nuevas tecnologías de información y la posibilidad de acceder a nuevos conocimientos. Es nuestro deber el actuar no ya como impartidores incuestionables del conocimiento, sino como guías capaces que muestran el camino correcto, estando listos al mismo tiempo para abrir nuestras mentes a nuevos puntos de vista, necesarios para la correcta formación de los estudiantes.

Como docentes sostenemos una lucha encarnizada contra la ignorancia, la intolerancia, la desigualdad y los prejuicios, donde la constante capacitación y el deseo de ser mejores son los pilares fundamentales en los que nuestro deber de educadores se sostiene.

En este espíritu festivo hago llegar mis más sinceras felicitaciones a todos los maestros y trabajadores por su día, que estas celebraciones los encuentren llenos de bendiciones y alegría, con los ánimos intactos y siempre deseosos de seguir progresando.

Déjanos tus comentarios en Voiz