• Por Augusto dos Santos
  • Analista

En unas recientes elecciones el llanismo propuso la candidatura de alguien –que no estaba muy favorecido por la belleza– con el eslogan “Idéntico a vos”. Uno veía a un feo importante en las gigantografías con la enorme leyenda “Idéntico a vos” y la primera reacción que generaba en el votante masculino era negarse a semejante “identidad”. En estos tiempos en los que abundan los chapuceros metidos a doctores en marketing político, estos “derrapes” debían ser lecciones importantes sobre errores que no se pueden cometer.

El que avanza sin cometer errores es Paraguayo Cubas. En primer lugar porque su estrategia macro es jugar con la identidad –justamente– y lo está logrando muy bien. Los asesores de “Payo” han diseñado con astucia un plan identitario que parte de una base muy sencilla, previsible, infalible y redituable: el hartazgo ciudadano de sus congresistas y la facilidad como se construye empatía solamente cuestionándolos.

Pero Paraguayo no cuestiona –por citar– solamente a los colorados o solo a los partidos tradicionales, sino que cuestiona a todos. ¿Por qué? Porque es la mejor idea. Lo que transmite “Payo” es su soledad en medio de los reprobados, pero no desde la resignación, sino desde la función de ser el martillo que golpea a todos los clavos oxidados.

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Esto no solo requiere de una alta cuota de histrionismo de su parte, con una calidad actoral digna del nuevo cine paraguayo, sino además de una gran docilidad para tomar parte de planificaciones, incluyendo el saber transmitir que “es medio loco” (o muy), y hasta eso tiene un objetivo a su vez elaborado. En la cultura paraguaya está muy arraigado el militarismo. En el mundo militar e incluso en el policial se menciona a menudo la expresión “péa ilocoite hína” para hacer referencia a alguien que, no queda dudas, va a cumplir con una misión cueste lo que cueste.

No es una casualidad que los trabajadores del Mercado 4 estuvieran festejando como si fuera un juego de la Albirroja, desde un televisor del lugar, sus últimas aventuras.

Particularmente, digo sin dudar que Paraguayo Cubas cuenta con un plan y buenos planificadores. Es más, puedo apostar qué tal staff se reforzó en los últimos tiempos y con bastante calidad.

FODA

Si el plan fuera promover a “Payo” para presidente en el 2023 –lo cual parece confirmarse justamente con su negativa a serlo–, sus asesores tienen varias fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades en frente.

Oportunidades:

La oportunidad que seguirán teniendo es el desprecio de una parte importante de los votantes hacia los congresistas. No existe sector más aborrecido en el Estado que los senadores y diputados, lo cual convierte al tipo que les cintarea en un “Robin Hood recargado”. Esto, al menos, no va a cambiar hasta el 2023.

Fortaleza:

La principal sigue siendo la aleación de la que está revestido el propio Cubas. Hijo de militar, buen conocimiento de la idiosincrasia y de frases empáticas que también devienen del folclore militarista. No dice “voy a pegarle a fulano”, dice “voy a darles un buey caca” o un “saplé”. Tiene una mejor formación intelectual en promedio que gran parte del corpus del Senado y ni hablemos de los diputados, aunque debiéramos convenir que ser más “intelectuales” que los congresistas no es tan complicado como ser jardinero de Nabucodonosor.

Pero no se trata solo de ser transgresor, si eso fuera así cualquiera que payasea en el Congreso por estos tiempos concitaría el mismo apoyo popular. Tampoco es solo ser violento contra el sistema, si fuera así los “quema congreso” del PLRA hubieran asegurado el triunfo de este sector. No. Es un poco más elaborado.

Debilidades:

Una debilidad con la que se van a encontrar, la principal, es la dosificación del proceso para evitar que el monstruo del exitismo que lo promueve a la gloria actual lo condene a la hoguera en el mañana. El principal desafío para sus asesores es casi astronáutico y con Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun ya muertito hace 40 años. Se trata de cómo hacer para que el proceso se desarrolle en fases que permitan sostener el show proselitista durante 5 años, sin cansar, hartar, aburrir o sonar repetitivo. No sería raro por lo tanto que tras esta etapa de gran intensidad se mantengan algunos tiempos de silencio o de retiro de escena.

Amenaza:

Paradójicamente, la principal amenaza de Paraguayo es a su vez su oportunidad.

Así como tiene mucha fuerza que acumular a causa del clientelismo político, tiene mucho que perder contra el mismo. En realidad, lo único que puede provocar una trinchera contra la consolidación de liderazgos mediáticos, mesiánicos, populistas y antisistemas es el prebendarismo, principalmente de los partidos tradicionales.

Lo único que puede hacer que no le voten a un tipo que critica lo más criticable, es que lo más criticable les ofrezca mejor “trato” que el tipo que critica.

Y para muchos paraguayos, hay que decirlo, el empleo público y el “ayudomi” siguen siendo mucho más importantes que la renovación de la clase política. Cuánto cambiará esto para el 2023. Es un punto interesante.

Lo que sorprende

Lo que sorprende es la ausencia de previsión sobre cuán lejos puede llegar Cubas. Sus “perseguidos” siguen creyendo que es un fuego artificial (o siguen anhelando, mejor). Sea como sea, ya puedo firmar un pronóstico: si todo sigue en las mismas condiciones de temperatura y humedad, y fundamentalmente si sus asesores saben mantener ordenadas las fases, Cubas será candidato a presidente en el 2023. Y aunque pierda, mal no le va a ir

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