- Por Felipe Goroso S.
- Analista
- Twitter: @FelipeGoroso
Para un gobierno como este que (y ya lo hemos dicho en innumerables ocasiones) tiene muchísimos problemas para articular un relato mínimamente ordenado, lo que hemos visto hace un par de días –y me estoy refiriendo a la movida política que implicó la comunicación de la ruptura de relaciones de nuestro país con Venezuela– no está nada mal.
Si tenemos cuenta que la ruptura de relaciones es la última instancia diplomática y que (sobre todo y principal) todas las instancias anteriores ya se habían cumplido durante la administración de Horacio Cartes, podemos verlo como que se impuso una visión de proceso. Wow, casi que pareciera que tenemos una política de Estado; al menos en lo que al tema Venezuela se refiere. Era, como me dijo una alta fuente de Cancillería: “En esencia, no es nada demasiado trascendente, nuestra balanza comercial con Venezuela es casi nula. Aparte, era el único y último paso que faltaba dar. Todos los anteriores ya se habían dado”.
Volvamos al área sobre la cual escribimos cada miércoles, la Comunicación Política y Gubernamental. Hay que decir que en esta ocasión sí se tuvieron en cuenta algunos detalles que normalmente no son tenidos en cuenta por este gobierno.
El factor timing, que fue uno de los mejores factores cuidados, los tuvo en vilo hasta el último momento la muy improbable versión que corrió en las altas esferas de que el dictador venezolano podría no asumir; todo como consecuencia del lobby no oficial (y que no será admitido) que a esas horas venían haciendo varias potencias mundiales. Sin embargo, supieron esperar a que Maduro efectivamente jure y una hora después salió el anuncio desde Palacio de López. El factor de la escenificación del acto fue también de los más cuidados en lo que lleva este gobierno, fue casi una peligrosa excepción. Esa imagen del presidente de la República dando su mensaje y detrás de él una parte importante de su gabinete fue bastante positiva. Como no se puede pedir todo, deberían de trabajar mucho más la Comunicación No Verbal tanto del presidente de la República como de las autoridades que lo acompañan en los actos públicos.
También se debe destacar que se notó el trabajo que se hace detrás de escena, ese que cuando no se hace se nota mucho y cuando se hace parece como si siempre se hiciese: el de la gestión de Prensa y Relaciones Públicas. Por la rapidez con la que se vehiculizó la noticia, quedó en evidencia que hubo una coordinación a nivel de agencias de noticias y medios del exterior. Paraguay bien hecho.
Que el anuncio del rompimiento de relaciones con el régimen de Maduro también será aprovechado para tapar las otras tantas macanas que se manda el Gobierno en lo que a lo comunicacional se refiere de eso no hay dudas, es lo que llamo un beneficio colateral. Paralelamente a esto último, hay que decir que esta movida en particular le salió bien al Gobierno, habrá que ver el oportuno uso posterior que le quieran dar. Después de todo, cumple con las dos características básicas que debe tener toda movida política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a: oportuna y conveniente.
Para que vean, no son todos palos en esta columna. A veces (y solo a veces) también se reparten flores.