Eduardo “Pipó” Dios
Columnista
Finalmente, el Gobierno paraguayo decidió romper relaciones con la dictadura socialistoide de Nicolás Maduro y su pandilla de narcos que ostenta el poder omnímodo en la pobre y destruida Venezuela.
Podemos discutir la forma, si se podía haber mantenido la representación diplomática, de modo de no dejar sin algún respaldo a los pocos compatriotas que viven en ese país o utilizar la representación diplomática para apoyar la lucha contra el régimen bolivariano, pero ya son cuestiones de pareceres. El mensaje fue claro y contundente y golpea más que una embajada abierta al santo botón.
No se hizo esperar la bochornosa respuesta de los movimientos de “izquierda” agrupados en el Frente Guasu o algún partido sin más existencia real que alguna cuenta de Twitter o Facebook. El nivel de desvergüenza de estos señores y señoras (porque si hay que ser iguales que sea para la puteada también) que no solo defendieron la narcodictadura del colectivero arribista, sino que indicaron que el Gobierno Nacional era ilegítimo y producto del fraude.
Ya que apoyan tan efusivamente a los narcos de Venezuela, bien les valdría el consejo de Tony Montana, el personaje de rey de los narcos encarnado fantásticamente por Al Pacino: “No te drogues con tu propia mercancía”. Parece el manifiesto de unos alucinados, más digno de Sendero Luminoso o el EPP que el de una agrupación política, supuestamente seria que ocupa seis bancas en el Senado, se abraza y apoya con su voto leyes del propio gobierno al que trata de ilegítimo en sus declaraciones
Sin lugar a dudas no pasa por un tema solamente ideológico, la dictadura de Caracas ha sido por décadas la financista sin límite de las aventuras seudosocialistas latinoamericanas y hasta de otros continentes. Los amigos del PT están presos o están en vías de ser encarcelados y se quedaron sin la caja. Los K peor y de Cuba y Bolivia no esperen un centavo porque no hay.
El dinero negro que han recibido los cómplices de los sátrapas de Caracas ha bancado toda la tilinguería populista y a sus líderes bien gorditos y viviendo como señores feudales.Todo esto alimentado con, valga la contradicción, el hambre de los venezolanos.
Alguna vez esperemos que pronto empiece en Brasil, se destaparan las cloacas del dinero sucio del “Socialismo del siglo XXI” y pagaran su culpa los traidores al pueblo, aquellos que usan su nombre para expoliarlo y sumirlo aun más en la pobreza y la humillación.