• Por Carlos Mariano Nin
  • Periodista

En una entrevista que le hacía Guillermo Grance en INFO+ del canal GEN a María Noguera, madre de un conscripto muerto en el servicio militar, se reflejaba lo que muchos piensan del tema: es un retroceso a una de las épocas más oscuras de nuestra historia.

Pero Mario Abdo Benítez es hijo de un régimen que dejó más sinsabores que buenos recuerdos y solo cumplió con una de sus promesas de campaña.

Claro, ante la inseguridad, las drogas y la vida fácil, muchos creyeron que mandar a los chicos al cuartel era sin dudas una buena opción.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Ahí se van a disciplinar”, dicen las voces que apoyan esta iniciativa. Pero lo que muchos no saben es que unos 200 jóvenes desde 1989, que fueron a disciplinarse al cuartel, murieron y sus muertes no fueron debidamente investigadas.

Pero la polémica ya está instalada. Por el momento, más allá de que sea o no una buena opción, lo indudable es que es un gran negocio. Sin explicar mucho, la mejor manera de evitar ir al cuartel es comprar la baja. Dicho de otra manera, haciendo objeción de conciencia podés pagar una multa y el Servicio Militar Obligatorio deja de ser obligatorio.

Pero si no pagás la multa (o sea, si no comprás tu baja), se contemplan otras sanciones como no poder renovar documentos personales como el registro de conducir o el pasaporte, ni concursar para cargos públicos.

Personalmente, pienso que el servicio militar no es una buena opción. Ni siquiera creo que se pueda enderezar al árbol torcido.

Pero desde las instituciones del Estado se podrían aplicar políticas públicas a favor de los jóvenes para que sientan esperanza y tengan un apoyo a sus sueños. Más educación, deportes y espacios culturales, donde se puedan generar hábitos saludables y provechosos.

Las estadísticas son la mejor herramienta para comprender la situación de la juventud actual.

La comprensión lectora de los niños y adolescentes es superficial. La mayoría que va a la escuela o el colegio lee, pero no es capaz de expresar verbalmente ni de manera escrita lo leído, y solo es capaz de realizar cálculos matemáticos básicos. De más de un millón y medio de estudiantes matriculados, el 77% pertenece al sector oficial, un 59% no culmina la Educación Media.

Y si hablamos de empleo la cosa se pone peor. Paraguay, junto a Bolivia, es uno de los países con menos oportunidades de empleo para los jóvenes en Latinoamérica de acuerdo a las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Solo estos números nos dan una idea de que mandar a los chicos al cuartel no es la solución. Los verdaderos problemas son responsabilidad del Gobierno. Más educación y trabajo para no tener jóvenes robando en las calles ni drogándose en las plazas. En el cuartel los militares que opten por defender a la patria haciendo carrera, que, dicho sea de paso, deja buenos salarios, y en tiempos de paz poco trabajo, pero esa… es otra historia.

Déjanos tus comentarios en Voiz