Los documentos son escandalosos. Desde que llegó Patricia Samudio a la presidencia de Petropar se fueron dando situaciones que revelan que la mujer llegó con una clara intención: beneficiar a los amigos.

Primero se encargó de liquidar su stock de combustibles, sabiendo que la suba era inevitable. Abrió las puertas para que compren los emblemas privados que son directos competidores de la red de estaciones de la petrolera estatal antes que priorizar a sus socios estratégicos, que son las 150 estaciones de servicios con sello Petropar y que tuvieron que hacer una inversión de US$ 100 millones para entrar al negocio.

La única motivación que tenían estos privados para montar una estación de Petropar era calidad y precio, de lo contrario iban nomás al privado. Al obtener un precio diferencial podían entrar a competir en el mercado y de paso permitía a Petropar regular el precio del combustible en beneficio de la ciudadanía.

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Pero Patricia Samudio, quien proviene del sector privado vinculado al rubro combustible, le dio licencia a emblemas para que expriman a Petropar. Y, coincidentemente, esos emblemas beneficiados con la compra de combustible a bajo precio, con la información de que en días habría un incremento, son los principales acreedores de la empresa Triqueta SA, propiedad de José Costa Perdomo, marido de la titular de Petropar.

Solo la empresa Monte Alegre, propiedad de la familia de Conrado Hoeckle, actual asesor estratégico “ad honorem” del presidente Mario Abdo Benítez, compró en setiembre, sabiendo que en días subiría el precio del gasoil Tipo III, 7,5 millones de libros. La compra de setiembre de Monte Alegre prácticamente duplicó lo que la distribuidora llegó a comprar de Petropar de enero a agosto de este año.

Y también, vaya coincidencia, Triqueta SA debe una buena cantidad de dinero a la empresa del asesor presidencial.

Si Samudio veía a los 150 operadores de la red de estaciones de Petropar como aliados, hubiera evitado que la suba se concrete hace una semana porque todavía iba a tener stock disponible a bajo precio. Ella prefirió darle una mano a los privados, con quienes la empresa de su marido tiene frondosas deudas.

A esto hay que agregar otra operación magistral de la presidenta de Petropar. En abierta violación de la ley de presupuesto que obliga a los entes públicos a depositar sus recursos en el BNF, Samudio no tuvo mejor idea que retirar de Fomento US$ 43 millones para distribuirlos a bancos privados, justo en los que la empresa de su marido también posee millonarias deudas. Una de ellas, banco GNB, donde depositó US$ 20 millones de la estatal en los primeros días de setiembre y que aún siguen allí generando buenos intereses. Samudio también engañó al presidente del BNF, a quien dijo que eran para pagar a proveedores del exterior. Petropar nunca operó con GNB para pago a proveedores, siempre lo hizo con Itaú y BBVA. Pero supongamos que la titular del ente quiso cambiar de banco para ese efecto. Ningún proveedor deja un mes tamaña cantidad de dinero sin necesidad de retirarlos.

Y acá viene lo más grave. Samudio alegó urgencia para justificar una compra por US$ 3,5 millones de gas licuado de petróleo (GLP) a la empresa Copesa Gas, del empresario paraguayo Pedro Balotta. Copesa es uno de los principales competidores de Petropar en este rubro. Según registros de la petrolera, la institución tuvo el tiempo suficiente porque tenía aún stock y un contrato abierto con un proveedor argentino para comprar gas a un precio más barato de un productor internacional (Bolivia o Argentina).

Esta compra perjudica a la red de estaciones de Petropar, ya que deben igualar sus precios con los privados y, por ende, en abierto perjuicio a los bolsillos de la ciudadanía. Ante este descalabro y tamañas irregularidades en Petropar denunciadas a través de nuestro diario, surgen algunos interrogantes. ¿Se enteró de todo esto el presidente Mario Abdo? ¿O Samudio llegó a Petropar para generar negocios en favor de los amigos que dieron gran cantidad de dinero a la campaña presidencial y seguirá en el cargo con el guiño del mandatario? Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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