• Por Felipe Goroso S. 
  • Twitter: @FelipeGoroso

Plutarco cuenta en sus “Vidas paralelas” que un patricio romano llamado Publio Clodio Pulcro, dueño de una gran fortuna y dotado con el don de la elocuencia, estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César. Tal era su enamoramiento que durante la fiesta de la Buena Diosa –celebración a la que solo podían asistir las mujeres– el patricio logró entrar a la casa de César disfrazado de ejecutante de lira, pero fue descubierto, apresado, juzgado y condenado por la doble acusación de engaño y sacrilegio. Como consecuencia de este hecho, César llamó la atención a Pompeya, afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechosa de infidelidad porque no basta que la mujer del César sea honesta, también tiene que parecerlo.

En estos días en los que se debate la nueva política de Petropar, considero oportuno plantear algunos puntos que la presidenta podría tener en cuenta.

En primer lugar, la relación del ente con respecto a la tarifa del combustible y su consecuente estrategia de comunicación. En esta ocasión lo que se hizo fue colgar un escueto comunicado en las redes sociales de Petropar el domingo pasado a la noche. Redes sociales, domingo y de noche, hace rato no veía una mezcla más insuficiente. La estrategia, si puede llamársele así, incluyó a la presidenta del ente dando entrevistas telefónicas a los medios en la mañana del lunes. Sin embargo, y como era de esperarse, pasó más tiempo tratando infructuosamente de explicar el segundo punto que creo Petropar debería aclarar suficientemente.

La relación con las estaciones de servicio que llevan su emblema. La asociación que nuclea a las mismas había difundido un posicionamiento público en el que en pocas palabras decía: no hace falta subir todavía, podemos aguantar un poco más. Y que no nos fijen el mismo precio que los emblemas privados, queremos seguir siendo competitivos. Todas las entrevistas que dio la presidenta del ente en la mañana del lunes giraron sobre este tema. Los operadores con emblema Petropar habían ganado el primer round instalando su agenda por sobre la agenda del oponente.

El último punto tiene que ver con los emblemas privados y tal vez sea el más delicado. El gremio del combustible tuvo sus tironeos con el gobierno anterior, llegando a niveles de rispidez y tensión inusuales en anteriores administraciones. Es oportuno mencionar que, en el sector privado, había una persona que era alta directiva de uno de los emblemas: la señora Patricia Samudio. Mucho de esa tensión de la que les hablaba tenía que ver con el papel protagónico que le dio el gobierno de Horacio Cartes a Petropar y a la seguidilla de inauguraciones de estaciones de servicios con su emblema. Buen precio, buen servicio y la construcción de una relación de confianza entre la marca y la gente tuvieron su consecuencia natural: filas de vehículos esperando cargar combustible en las estaciones de servicios Petropar. La consecuencia negativa fue la incomodidad que generó esta política comercial en el sector privado. Petropar se convirtió en un regulador natural del rubro en el mercado y los privados se vieron obligados a bajar sus precios y ajustar sus márgenes.

Decidieron contenerse, pero con el puñal bajo el poncho. Ya llegarían las elecciones y podrían dar una nueva contienda. De hecho, ayer en el programa A Punto de la 970, en el que participo, hice público el monto que aportó a la campaña de la ANR para las elecciones generales la señora Patricia Samudio (hoy presidenta de Petropar): 415 millones de guaraníes; nada mal. Habría que ver si hubiésemos visto similar nivel de entusiasmo si el candidato ganador de las internas de la ANR hubiese sido del movimiento Honor Colorado.

Hoy, el candidato que se opuso a Honor Colorado ganó las elecciones y está gobernando el Paraguay. Espero que no estemos siendo testigos del momento en que el sector privado pretenda recuperar la inversión. En la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, no solo hay que ser, también parecer. Y eso, señora Samudio, también incluye la gestión gubernamental.

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