• Por Jorge Torres Romero

A cualquier persona pública le pasa a menudo, en la calle, en el supermercado, en la cancha o en un shopping aparece alguien que le reconoce y gentilmente pide posar para una instantánea. Resulta imposible que en ese momento, el requerido sepa de quién se trata, a qué se dedica o cuáles son sus andanzas.

Al político le pasa lo mismo y con más razón en campaña electoral cuando todos quieren una foto con el candidato. Es cierto que los candidatos se sacan miles de fotografías con sus seguidores o simpatizantes vaya al lugar que vaya a lo largo de su recorrido. Ningún político, menos aún en campaña, antes de posar pedirá el currículum o prontuario del solicitante, es una cuestión obvia, pero vale aclarar ya que quieren hacernos creer que no entendemos cómo funcionan estas cosas.

Ahora, a la casa del candidato no entra cualquiera y menos 3 millones de personas como ingenuamente el presidente Mario Abdo quiso justificar esa instantánea con el supuesto capo narcotraficante Reinaldo Cabañas Santacruz alias “Cucho”. Esa fotografía fue tomada en el quincho de su casa, reconocido por el mismo, y ahí no se observa un acto partidario o mitin político, al contrario, era un encuentro privado y a lo sumo estaban ambos fotografiados, el que tomó la foto y nadie más.

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Pero, coincidamos que la fotografía quizás sea irrelevante como dijo el Presidente, lo relevante sin embargo está en que los mismos abogados de “Cucho” admitieron que el capo narco aportó para la campaña electoral del movimiento Colorado Añetete que lidera Mario Abdo Benítez.

Es decir, un reconocimiento público del financiamiento narco a una campaña política, aquí está lo grave del asunto, la fotografía es simplemente el corolario de esta afirmación.

Una de las abogadas de “Cucho”, Celia Martínez, nos dijo el viernes por la mañana en radio Uno que habrá sorpresas y que el diputado “abdista” Ulises Quintana, en cuyo poder se encontraba una lujosa camioneta del capo narco, es un actor secundario en toda esta historia, porque los protagonistas principales están en las altas esferas del movimiento Colorado Añetete. Es más, como se preguntó la abogada, si la investigación y seguimiento a su cliente arrancó hace seis meses atrás, por qué aceptaron el “compromiso” quienes hoy ostentan el poder.

Lo que quizás la abogada y los oficialistas no comprenden es que si bien el operativo se dio durante este gobierno, la investigación arrancó mucho antes y la administración de Marito nada tuvo que ver en el procedimiento, ya que fue un asunto planificado con antelación y monitoreado por la Fiscalía, a cuya titular no lo designó precisamente el presidente actual.

El mandatario, más allá del show, a propósito, para las fotos y el discurso cuasipoético que realizó en Ciudad del Este, acerca del combate frontal a los grupos delictivos, debe dar señales más claras de que tiene intenciones reales de combatirlos.

Hasta ahora, lejos de dar esas señales, como por ejemplo, la de desmarcarse del diputado altoparanaense metido hasta el cogote, según la Fiscalía, en el esquema ilegal de “Cucho” y ordenar una rigurosa auditoría a las finanzas relacionadas a los aportes para su campaña, intentó minimizar estos vínculos.

Es más, negó, pese a la confesión de los abogados del capo narco y el mismísimo diputado de que sí hubo aporte de “Cucho” para la campaña de Añetete, Mario Abdo dijo desconocer tal situación y afirmó que en sus registros legales de aportes de campaña no figura tal aporte. Ante la confesión de los actores, y la negación del favorecido, se puede presumir que dicho aporte se hizo en negro por lo tanto no lo pudieron registrar, peor aún. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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