- Por Emma Paoli
- Dra. en Ciencias de la Educación
Al observar la cultura de una universidad que trabaja en su esencia o visión hacia el emprendedurismo, se puede notar que esta se encuentra acorde a las necesidades del mercado: transfiere conocimientos técnicos y capacita a los recursos humanos en función a la necesidad del mundo laboral, adecuándose a la necesidad de la comunidad, apoyando nuevos emprendimientos en función a la generación de empleos u ocupación de mano de obra.
Es decir, la universidad se vuelve núcleo de ideas y en ella se gestan pequeñas y grandes empresas, dando lugar a una serie de transformaciones que impactan en la comunidad en la que se halla inserta. Además, se relaciona con empresas ya existentes que la impulsan, siendo esta vinculación clave para impulsar el circulo virtuoso que aprovecha los conocimientos que se generan en la universidad y que favorece la integración entre ambas.
Analizando un caso en los Estados Unidos de América, Gonzalo Varela comenta que esta vinculación se centra en la transferencia de tecnología, en la comercialización de la investigación y en el impulso del desarrollo, pasando a ser una continua transferencia de un punto del planeta a otro, en especial los más avanzados.
Es la investigación la base de dicha transferencia, la cual acorta la distancia entre las universidades y las empresas. Según Jencks y Reisman, la base del conocimiento se amplía gradualmente desde fines del Siglo XIX e inicios del XX y hoy, en pleno Siglo XXI, el impulso es exponencial con el estímulo de la tecnología muy avanzada.
Observando los antecedentes, notamos que tanto la universidad y la empresa tienen algo en común: la investigación y búsqueda de su continúa aplicación, y que ambas se ven reflejadas en grandes industrias, como por ejemplo las industrias químicas, eléctricas, electrónicas, etc., así como también en empresas pequeñas y microempresas.
Viendo esta conexión tan cercana entre las universidades y las empresas, se puede mencionar que existen otras esferas en las que el conocimiento e investigación se originan. Muchas de ellas vinculadas con laboratorios donde nacen conocimientos y tecnología, por ejemplo las biotecnologías.
Estrechando todos estos conceptos, conocimiento, vinculación, investigación, empresa, universidad, gobierno y/o Estado, el crecimiento económico estará garantizado marcando fuertemente la diferencia entre los países desarrollados y subdesarrollados o en vías de desarrollo.
No solo el Estado y/o gobierno debería destinar todos sus esfuerzos para este efecto, sino también las propias universidades y las iniciativas privadas, y de esta forma poder ofrecer a nuestras futuras generaciones un país mejor posicionado a nivel mundial.