• POR AUGUSTO DOS SANTOS
  • Columnista

No existe información oficial sobre los planes del nuevo gobierno, salvo las expresiones de campaña del candidato Mario Abdo Benítez. La ausencia de información tiene relación con que se ha priorizado hasta el 15 de agosto la tarea política más importante en la que se halla inmerso el nuevo poder. Nos referiremos a esta tarea en primer lugar y a otras especulaciones en clave de “parece que” porque no existe, reiteramos, dato oficial.

Parece que (1): la principal tarea política del nuevo Poder Ejecutivo hasta el mismo día 15 de agosto y aun después es golpear la base de sustentación de Horacio Cartes, sacándole todos los peldaños posibles a la posibilidad que arribe a la jura como senador. Las últimas maniobras desactivando la jura de Nicanor y tentándolo con el irresistible canto de las sirenas del Paraná (las que producen energía en Yacyretá) ha sido una muestra fehaciente de hasta dónde puede llegar el interés de Marito por trancarle la puerta al actual mandatario. También se pueden leer los hechos solo como han sucedido, pero sería de una candidez extraordinaria.

En este “parece que” hay dos matices interesantes que observar. Aparentemente este proceso ha generado cierta electricidad (cuya importancia se evaluará con el tiempo) entre figuras tradicionales del movimiento y el entorno más influyente del nuevo líder nacional, léase Petta, Wiens, Friedmann. Es imposible pensar aún en un quiebre. Nadie “se quiebra” de un gobierno que está empezando, pero es una línea de puntos que parece indicar con rigor sismológico por dónde se producirá algún movimiento telúrico en el futuro.

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El segundo punto es el que señalaba el sábado Horacio Galeano Perrone, analista y político de gran trayectoria, quien expresaba que, aunque le pese a sectores de la oposición y al propio Marito, Horacio Cartes mantendrá una importante cuota de poder por la forma como ha construido su gestión política y aun teniendo en cuenta que “se fuguen” miembros de su movimiento hacia el calor del oficialismo, como siempre sucede. Agregaba Galeano Perrone que un error concreto de Abdo Benítez es no solo haber desaprovechado el potencial de unidad colorada, sino –aparentemente– sentirse cómodo con esta fractura.

MIRANDO EL CHACO

También “parece que” (2) una clave del proyecto de obras públicas es el Chaco paraguayo. La visita a Evo Morales tuvo un plus imprevisto: el anuncio de una mano de Abdo Benítez para que Bolivia se integre como socio pleno del Mercosur. No se puede pensar que ello responda a afinidades políticas, porque ideológicamente ambos se ubican en las antípodas. Más bien parece que se trata de una reconfiguración del tablero de operaciones en materia de mirar el camino a Bolivia y potenciar megaproyectos que ya están en curso con relación al Chaco. No es una casualidad que Arnoldo Wiens esté allí como ministro de Obras Públicas ni eso tiene que ver solo con su influencia espiritual. No se debe olvidar que el propio presidente electo es un importante empresario del sector vial, como que nada menos ha estado relacionado con el sector asfáltico sin cuyo concurso no hay camino.

VIERCI, A CARGO DE TODO

“Parece que” (3) el poder que ejercerá Alejandro Peralta Vierci –el hombre más conocido del Grupo Vierci luego de don Antonio J. Vierci– es mucho más importante de lo que parece. Si para muchos parecía un sacrificio patriótico muy importante el asumir como empresario de alta gama una secretaría que jerárquicamente no se ubica como ministerio de gabinete, parece que sencillamente estaban equivocados en su apreciación.

En realidad, el alto cargo de Peralta Vierci a bordo del gobierno no estará a cargo de diseñar o producir comunicación pública o ser vocero del gobierno, sino se trata de la idea de hacer de la Secretaría de Información y Comunicación (Sicom) una megaagencia de control de todo lo que signifiquen políticas, servicios y tecnologías de comunicación. Su sugestivo anuncio sobre la transición en la Comisión Nacional de Telecomunicaciones Conatel –organismo que nunca estuvo vinculado a Sicom– no solo levantó la perdiz, sino confirmó la tendencia: así como viene la mano, el Sr. Vierci será el próximo influyente del gobierno sobre procesos mucho más voluminosos que la simple comunicación de gobierno o incluso que la publicidad de gobierno, como las políticas de licitación de frecuencias, de banda ancha, de regulaciones del espectro radioeléctrico, de nuevas tecnologías de comunicación. Sumando el hecho de que la familia Vierci controla un altísimo porcentaje del negocio de la comunicación en el Paraguay, tendríamos una acumulación y concentración inusual de poder sobre este sector. Mientras tanto, toda nuestra agenda sigue concentrada en los berrinches del Congreso.

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