• Por Paolo Berizzi
  • Embajador de la Unión Europea
Han pasado 68 años desde que el canciller francés Robert Schuman llamó a los pueblos de Europa a unirse y trabajar por la prosperidad común para evitar nuevos conflictos. Hoy, podemos decir con orgullo que hemos llegado mucho más lejos que eso.
En lugar de guerras, hemos logrado consolidar las democracias, el respeto a los derechos humanos y los valores que compartimos con nuestros 28 estados miembros. Hemos conseguido tener un territorio libre de controles en las fronteras, dentro del cual los ciudadanos pueden moverse y transportar bienes libremente, las personas pueden trabajar en cualquiera de nuestros países con las mismas condiciones que los nacionales. Las compañías pueden establecerse en cualquier lugar sin tener trato diferente. Tenemos una misma moneda, el euro, y hasta un espacio en el cual podemos comunicarnos libremente sin pagar distintas tarifas telefónicas.
Nuestra labor por la paz y la prosperidad fue incluso reconocida internacionalmente en el 2012, año en el que la Unión Europea fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz.
En el mundo actual, la Unión Europea es un socia indispensable para todos aquellos que quieran trabajar de manera cooperativa para fortalecer el multilateralismo, la paz, la protección del medio ambiente, un comercio libre y justo, la igualdad entre mujeres y hombres, los derechos humanos y la democracia. Con nuestra cooperación financiera apoyamos a países socios como Paraguay, en sus esfuerzos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que cada uno de nosotros se comprometió a alcanzar para el 2030.
Todos estos logros han demostrado un punto muy importante: cuando trabajamos juntos, logramos objetivos. ¿Fue fácil alcanzar estos resultados? ¡Absolutamente no! Tomó décadas y significó que cada país miembro de la Unión Europea debió renunciar a parte de su soberanía y prerrogativas para alcanzar algo mayor y mejor para sus ciudadanos. ¡Fue así lo logramos!
Hoy nuestro lema, “Unidos en la diversidad”, está más presente que nunca en todas nuestras acciones. Por ello, este año, el día de Europa representa mucho más que una celebración. ¡Es un compromiso! Un compromiso colectivo de todos los que compartimos esta visión, de invertir en nuestra Unión, hacerla aún mejor, trabajando y entregando mayores y mejores resultados, por nosotros y por el resto del mundo.
¡Feliz día de Europa!

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