• POR BERNT ENTSCHEV
  • Presidente y fundador de The Bernt

Los profesionales brasileños se vienen encontrando con una palabra hasta entonces no tan usual y que en los últimos meses ha tomado cuenta del vocabulario de las empresas y de la propia prensa. "Trabajo intermitente". Esta exposición se produce con la llegada de la Reforma Laboral, pauta sancionada por el presidente de la República a finales del 2017.

Pero, ¿qué es trabajo intermitente? A grosso modo es una nueva modalidad de contrato de trabajo, en que el trabajador queda a disposición de uno o más empleadores a espera de un llamado para la realización de un determinado servicio.

Una vez invitado, el colaborador puede escoger si pretende prestar el servicio o no. Con la aceptación, el empleador, al realizar los créditos tendrá que efectuar el pago del contrato incluyendo los proporcionales de aguinaldo, vacaciones entre otras obligaciones laborales. Ya si la convocación no ocurre en el período previsto, el trabajo no recibirá nada por el período.

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Todos los cambios en el mercado de trabajo exigen estudios, apuntamientos de escenarios y claro, la evaluación de ventajas y desventajas. Con el trabajo intermitente no sería diferente, por ello, en esta etapa de "galanteo" con la nueva regla es necesario pesar. Sin embargo, una cuestión es cierta en mi opinión: si bien implantado esto representará una evolución y una madurez en la relación laboral para ambos lados.

VENTAJAS

La primera de ellas es que personas que están acostumbradas a trabajar en los llamados "bicos" (empleo temporales o rápidos), tendrán la oportunidad de ofertar sus trabajos de manera regularizada, recibiendo los proporcionales de aguinaldo, vacaciones y contando horas para componer el tiempo de jubilación. Además, para el trabajador también existe la ventaja que puede programar su vida, trabajando en el horario que le convenga, y además, ejecutar más de una función, porque muchas veces la persona es capacitada para más de una área y esto le abrirá varias oportunidades.

Para las empresas también existe la ventaja, principalmente con relación a la optimización de las horas contratadas, pues puede llamar el profesional solamente para los días y las horas que hay demanda. En los contratos tradicionales el empleado permanece a disposición en todo el período y, eventualmente, algunas horas pueden permanecer ociosas porque no hay actividades a ser ejecutadas. En otros momentos el equipo permanece sobrecargado debido a la demanda y la falta de profesionales. En casos como estos las organizaciones pueden mantener contratos intermitentes para atender el mayor flujo de su negocio.

Pensando en sociedad, el gobierno también se lleva su tajada. Serán más personas trabajando y una expectativa para que el trabaje informal también empiece a regularizar y producir impuestos.

DESVENTAJAS

Quizás la palabra no sería exactamente esa "desventaja", pero existe la necesidad de repensar el modo operante. Las empresas necesitan entender que el trabajador intermitente puede empezar a tener más empresas solicitando su servicio, y que en un eventual rechazo de ejecutarlo en una solicitación no puede ser entendido como rebeldía. Hoy, si ocurre esto, la empresa lo despide y listo. Entonces la relación tiene que ser más profesional.

Por otro lado, las personas que buscan este modo de trabajo necesitaran ser más "dueñas" de sus carreras, de sus horarios y de sus finanzas. Habrá esa independencia y saldrá adelante en el mercado quien tiene esa noción de que la relación entre empresa y empleado será aún más comercial donde "yo tengo horas para venderle y que le interesa" y donde "Yo como empresa compro horas disponibles en su agenda según mi necesidad".

PERFIL

El perfil de este profesional intermitente, por lo general, tiende a ser de personas que desean flexibilidad de horas, les gusta trabajar sin una rutina basada en el reloj y tiene disponibilidad para actuar en los días en los cuales el mercado tradicional no está habituado y, muy importante, son personas que les gusta estar en esta línea de frente.

Diría que el trabajador intermitente sería un perfil entre el trabajador "informal" (no entienda esto como algo peyorativo) y el microempresario/autónomo. Es el ciudadano que quiere tener los plenos derechos asegurados por los servicios prestados, sin embargo, también no desea ser un microempresario.

Finalmente, indico para que empresas y trabajadores interesados en este tema, traten de informarse sobre el tema. Hay mucho material surgiendo y cuanto más informado, más negocios y oportunidades surgirán. ¡Aproveche lo que el mercado le ofrece!

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