• Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
• MBA

De ahora en más todas las cooperativas de Tipo A que operan a nivel país, sus estados contables cerrados a partir del 31 de diciembre del 2016 estarán sujetas a calificación de riesgos por parte de las empresas calificadoras especializadas y que estén debidamente aprobadas por el ente regulador que es la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Es un paso importante que se ha dado, teniendo en cuenta la gran importancia que representa el sector cooperativo (Ahorro y Crédito y de Producción), que ha venido observando en los últimos años un crecimiento y expansión a nivel casi exponencial, contando a la fecha con más de 1.500.000 asociados, lo que denota a las claras la fortaleza de este importante segmento coadyuvante de nuestro desarrollo económico.

Las cooperativas de ahorro y crédito observaron un crecimiento y expansión considerables, llegando incluso en algún momento a absorber no menos del 20% del volumen de depósitos dentro del sistema financiero.

La coyuntura desfavorable que les afectó al portafolio de créditos en el 2016 a los bancos y financieras, haciendo que los índices de morosidad se incrementaran más allá de los niveles normales, también han alcanzado a las cooperativas, haciendo que todas ellas dentro de su estructura crediticia y de riesgos tuvieran que redoblar esfuerzos a fin de ir recomponiendo gradualmente su cartera a través de renovaciones, refinanciaciones y/o reestructuraciones de los préstamos, según las exigencias de cada uno.

Hasta ahora las cooperativas de ahorro y créditos no cuentan con el Fondo de Garantía sobre depósitos como los poseen bancos y financieras (cubriendo hasta 75 salarios mínimos, un poco más de G. 145 millones), por lo que el hecho de que las principales que están operando en nuestro mercado en función a sus niveles de activos y otras variables ahora estarán sujetas a estas calificaciones de riesgos, constituye sin duda un valor añadido para los socios, pues tendrán un elemento adicional de soporte que les permitan año a año poder acceder a los informes de calificación generados por estas calificadoras de riesgos, y en el cual se hace un análisis detallado y pormenorizado de lo que ha sido la evolución de la gestión económica-financiera-patrimonial de cada una de las cooperativas sujetas a estas calificaciones en función a lo determinado en su momento por el Incoop (órgano regulador de todo el sistema cooperativo a nivel país).

• “Las cooperativas de ahorro y crédito observaron un crecimiento y expansión considerables, llegando incluso en algún momento a absorber no menos del 20% del volumen de depósitos dentro del sistema financiero”.

También para las mismas cooperativas estos Informes de Calificación de Riesgos les serían de muchísima utilidad, pues a través de las mismas podrán visualizar todos los aspectos en donde precisan hacer ajustes o mejoras, de tal forma a que puedan seguir operando dentro del mercado cooperativo a niveles lo más competitivo y eficiente posibles.

El hecho de que estas cooperativas en poco tiempo más ya tendrán asignadas sus calificaciones de Solvencia y Perspectiva es sin duda un pasó al frente, pues les darían a su gestión una mayor transparencia y membresía dentro del sector cooperativo a nivel país.