- Por Josefina Bauer
- Socia del Club de Ejecutivos
Hay problemas que tienen solución y te podés ocupar de ellos.
Hay problemas que no tienen solución y no te podés ocupar de los mismos.
No hay ningún problema que se resuelva pre-ocupándote
Los seres humanos tenemos la manía de vivir pendientes de lo que podría pasar. Nos hacemos películas mentales de cómo reaccionaríamos ante situaciones que no nos agradan, qué le responderíamos a las personas, cómo nos expresaríamos, hasta lo sentimos físicamente y de esta manera perdemos un montón de tiempo presente divagando en un futuro que no existe.
Existen los planificadores, que piensan en todos los detalles a tener en cuenta. Estos se hacen películas mentales con el plan A, con el B y con el C, tienen una propuesta para cada escenario, una respuesta para cada tipo de pregunta que les harían, y están muchas veces en su tiempo libre planeando un futuro inexistente.
Existen los mortificados, que están pensando que algo malo puede suceder, generalmente se preocupan porque siempre andan con la parte negativa de su historia mental… si llegaste tarde pensaron en lo peor que podría haberte pasado y nunca en que fue por algo bueno. Estas personas sufren mucho porque físicamente sienten miedo y durante el tiempo que dura su preocupación no pueden hacer mucho más que pre-ocuparse y no pasan a la acción.
Existen los desvelados, los que se despiertan a la noche pensando en todo lo que deben hacer al día siguiente, los que no pueden dormir bien porque su mente no para, pensando y preocupándose, porque el tiempo no les rinde lo suficiente. Al día siguiente se acuerdan la mitad de las cosas que planificaron en sueños y, finalmente, no lograron descansar preocupándose y desvelándose.
Existen los obsesionados, que quieren tener el control total del futuro y cuando la realidad no se desarrolla de acuerdo al plan mental que tenían experimentan una frustración total, porque las personas no actuaron de acuerdo a lo planeado, porque el real tuvo una dispersión de la meta mental. Los obsesionados viven pre-ocupándose en las desviaciones y haciendo nuevos planes, viviendo mucho tiempo en la planificación y poco en la acción.
- Nuestro cuerpo no sabe que la mente está en modo futuro, entonces siente igual. La angustia, el dolor o el miedo que sienten las personas al preocuparse son reales.
Nuestro cuerpo no sabe que la mente está en modo futuro, entonces siente igual. La angustia, el dolor o el miedo que sienten las personas al preocuparse son reales.
En la medida que crecemos el nivel de pre-ocupación aumenta a escala. Si sos mamá/papá te preocupas más porque ya no solo pensás en vos, sino que pensás en tus hijos, si sos abuela/abuelo te preocupas el doble porque ya pensás en tus hijos y tus nietos. Así vivimos la vida en el futuro sin disfrutar el presente.
Creo que tener en cuenta opciones o planes B no está mal, es de alguna manera prepararte, pero que esta preparación llegue a angustiarte por algo que no sucede en realidad, podría hacerte daño y estos eventos futuros puede que nunca lleguen a darse.
¿Qué pasa si hacemos el intento de vivir aquí y ahora? ¿Qué pasa si catalogamos a un problema como solucionable o no-solucionable por nosotros y actuamos en consecuencia?
Es demasiado difícil vivir en el futuro porque estamos perdiendo el único momento que depende de nosotros: Hoy.
Si sos planificador u obsesionado podés empezar a dejar fluir el control. No todo está en tu poder y en tu cancha. Los otros podrán no hacerlo tan bien como vos, pero no todo depende de vos.
Si sos mortificado podés empezar a comprobar las situaciones y ver que no todo es negro. Una llamada o una pregunta puede ejercer el puente para no mortificarte.
Si sos desvelado podés encontrar un mantra para hacer en los momentos de desvelo, una oración, una canción, o algo que te de paz interior.
Pre-ocuparte es una pérdida de tiempo que no cambia tu presente, confunde a tu mente y roba tu felicidad.