Por fin se le vino la noche a Renolfito. Acorralado por denuncias de corrupción y con una imputación encima se vio obligado a renunciar como ministro de Agricultura, cargo que nunca debió ocupar por sus antecedentes y su falta de preparación.

El que está perdido es CACA-velos en su intento de ensayar alguna defensa para su cliente. En su primera intervención, el abogado había dicho que todo era un montaje e incluso presentaron un escrito por supuesta denuncia falsa. Ahora que la Fiscalía imputó, es porque existen indicios; es decir, la supuesta falsedad de la denuncia ahora cae en saco roto y no fue otra cosa que un elemento distractor.

Ahora, el abogado experto en chicanas viene con una nueva teoría. Supuestamente, Torales, el ex socio comercial de Friedmann, le debía plata al entonces gobernador del Guairá por un negocio que tenían juntos en una empresa encargada de la recolección de basuras.

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Siguiendo la lógica de CACA-velos, Friedmann le adjudica la provisión del almuerzo escolar a una empresa cuyo accionista le debía mucho dinero. Es decir, además de ESSA, ¿Friedmann y Torales manejaban otra empresa juntos? Por donde se lo mire se configuran varios delitos cometidos por “el ladrón de la merienda escolar”.

Muchos se sorprendieron con la imputación a Marly por supuesto lavado de dinero. La ecuación es muy sencilla y no estaría nada mal leer la Ley 2523 que previene, tipifica y sanciona el lavado de dinero en la función pública y el tráfico de influencias. “…el funcionario público que autorice o suscriba actos o contratos administrativos que otorguen, en forma directa, beneficios indebidos para su provecho personal o para su cónyuge o conviviente…”.

En síntesis, Friedmann paga la camioneta que le regala a Marly con un cheque de ESSA, pero el título sale a nombre de Rolfi. La farandulera reconoció que recibió el vehículo, pero nunca se preguntó de dónde salió la plata para el hermoso obsequio. ¡Barbaridad!

“Administración en provecho propio”: Este hecho punible dispone una pena privativa de hasta 10 años de cárcel y sumado a los otros supuestos delitos, Friedmann podría ligar hasta 15 años de pena privativa de libertad. ¡Qué lindo!

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