El río, la rambla, hitos como la puerta de la ciudadela, la gastronomía y el hospedaje de lujo conspiran para convertir a la capital de la República Oriental del Uruguay en un destino para poner en agenda todo el año. Por Natalia Santos (natalia.santos@gruponacion.com.py)

Quien vaya por negocios, tenga una estadía limitada por el tiempo o esté pensado iniciar en el puerto más importante de la región una travesía por la costa uruguaya, puede encontrar en Radisson Montevideo Victoria Plaza Hotel el lugar ideal para alojarse.

A pasos del puerto y de la Ciudad Vieja, el hotel ubicado en la Plaza Independencia permite al viajero ávido de aventuras estar en el centro de todo y al huésped exigente tener los mejores servicios y la atención más distinguida.

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La llegada se convierte en bienvenida con una copa en la mano. El Radisson ofrece la cortesía de un “medio y medio”. La transparencia rosácea del trago -que es un vino de corte en el que se mezclan un espumoso dulce y un blanco seco- se corona con una cereza pícara pone el toque sexy al brindis.

Las habitaciones (232 en total) son ideales para el descanso, tienen unas maravillosas vistas a la bahía (desde los pisos 18 y 24) y a las arterias principales.

Las suites cumplen con los más altos estándares de la industria hotelera: WiFi gratis, minibar, cafetera, carta a disposición 24 horas, camas espléndidas con ropa de cama impecable y baños bien equipados.

El acceso a la piscina, la zona de ejercicios, el sauna en el spa son algunas de las ventajas que brindan las instalaciones para quienes prefieran relajarse sin salir. Restaurantes, salas de conferencias, auditorios, tiendas (como la “Martínez Arte y Joyas”, con sus piezas antiguas) están dentro del predio, que comparte lobby con una torre corporativa. Todo esto, sin perder calidez ni elegancia.

Un paseo nocturno

Al caer la noche, el plan puede ser simple: como caminar por las cercanías o comer algo con amigos y aún así transformarse en algo único. En los alrededores están distribuidos los locales gastronómicos montevideanos más tradicionales.

El paseo por la avenida 18 de julio puede llevar sin mayor esfuerzo al solitario o al grupo hasta la fuente de los candados que adorna la esquina de un clásico: el Bar Facal.

Abierto desde 1882, el edificio tiene al frente una estatua de Gardel tomando un café eterno, en el que los turistas se fotografían sin cesar. El personal atiende con sonrisas y anécdotas a flor de boca.

Facal tiene otras particularidades destacables, como el haberse convertido en el primer bar accesible de Sudamérica. Su local está totalmente acondicionado para que todos puedan moverse sin problemas, aún en sillas de ruedas y las cartas están también en braille. Un menú recomendado: Los canelones de verduras que se corone con el helado casero de dulce de leche.

De vuelta en el hotel se puede optar por ir a probar suerte al casino o pasar un rato en el bar, tal vez se encuentre a algún huésped con talento entreteniéndose con el piano.

Paseo por el centro montevideano. Foto: Natalia Santos.

Una noche en Montevideo no es suficiente para vivir todo lo que la ciudad de tango y candombe tiene para ofrecer. Sin embargo, la experiencia puede tornarse enormemente placentera si se sabe disfrutar cada instante.

¿La mejor manera de llegar? Los vuelos directos Asunción-Montevideo de Amaszonas que prevé aumentar las frecuencias de 7 a 10 por semana, duplicando las salidas de jueves a domingos. Los paquetes promocionales son renovados constantemente, gracias a alianzas que la aerolínea tiene con operadores turísticos y cadenas hoteleras. Sin dudas, oportunidades que se deben aprovechar.

Links con información útil

Radisson Montevideo Victoria Plaza Hotel: https://www.radissonvictoriaplaza.com.uy/home

Bar Facal: https://www.facal.com.uy/

Amaszonas Uruguay: https://www.amaszonas.com/es-uy/

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