Walter Frick

Cuando se eleva la colegiatura universitaria, menos personas dan el salto hacia el emprendedurismo, de acuerdo con un nuevo ensayo en proyecto del economista de la Harvard Business School, Gareth Olds.

El ensayo no está estudiando a los millennials y cómo la deuda estudiantil afecta sus elecciones de carrera. En lugar de ello se enfoca en sus padres.

Olds descubrió que, en los Estados Unidos, un incremento del 10% en el precio promedio de la colegiatura universitaria a nivel estatal corresponde con un decremento del 13,9% en el número de padres con hijos en edad universitaria que se vuelven auto empleados. El efecto es más fuerte para los padres con múltiples hijos y se mantiene incluso después de tomar en cuenta factores como las condiciones económicas del Estado.

El tema de la investigación de Olds tiene dos facetas: la seguridad financiera hace más fácil que las personas inicien negocios, y los programas gubernamentales pueden ayudar a brindar esa seguridad. Sus ensayos previos han documentado cómo los programas de despensa y seguro médico para los niños promueven el emprendedurismo. Otros investigadores han encontrado resultados similares para el seguro de desempleo y los servicios médicos proveídos por el gobierno para los jubilados.

Del mismo modo en que los emprendedores potenciales dudan de dejar sus empleos por miedo de no ser capaces de pagar el seguro médico, tiene sentido que las amenazantes cuotas de la colegiatura puedan deprimir el apetito de un padre para tomar un riesgo en su carrera. ¿Realmente vale la pena poner en peligro la educación de su hijo para iniciar un negocio?

Los hallazgos de Olds tienen importantes implicaciones de política pública. Colegiaturas más baratas no solo podrían significar que más estudiantes tengan acceso a la educación –lo que por sí mismo seguramente incrementaría el emprendedurismo y la innovación–, sino que también liberaría a más padres para tomar el riesgo de lanzar nuevas compañías. Podría decirse que eso es algo que los Estados Unidos necesitan, ya que la creación de nuevos negocios ha estado en declive a lo largo de las últimas décadas. Olds sugiere que "el creciente costo de la educación superior podría ser parcialmente responsable del declive en el inicio de nuevos negocios en los Estados Unidos".

Él no es el primero en hacer esa conexión. El año pasado, el Urban Institute, un tanque de pensamiento, publicó un ensayo de discusión explorando el enlace entre la deuda estudiantil y el emprendedurismo, aunque señaló que establecer un enlace causal entre ambos sería difícil. El ensayo de Olds, enfocado en la colegiatura en lugar de en la deuda, podría ser la mejor evidencia hasta la fecha de que existe dicha relación.

Olds midió el emprendedurismo observando a los padres que se volvieron auto empleados (y usando sus ingresos del autoempleo), no midiendo el conteo o ingresos de sus negocios. Por ende, su investigación no puede descartar la posibilidad de que los niveles de colegiatura importan más para los negocios pequeños, incluso para operaciones de una sola persona, en las que un padre de familia está esencialmente usando el autoempleo como un puente entre el trabajo a tiempo completo y el retiro. Si ese fuera el caso, podría reducirse lo que está en juego en términos de la afectación que las elevadas colegiaturas representan para la economía en general.

Como regla general, las personas solo están dispuestas a tomar un riesgo empresarial si tienen un mínimo de seguridad financiera. Los padres que están a un año o dos de distancia de deber decenas de miles de dólares en cuentas escolares seguramente no se sentirán así.

(Walter Frick es un editor asociado en Harvard Business Review).

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