Pablo Repetto desperdició 45 minutos. Olimpia fue una lágrima en un primer tiempo pobre, donde manejó los hilos, pero abusó de los toques intrascendentes, no porque quería hacerse dueño de la pelota, sino porque no se generaban los espacios para descarga y no podía romper el orden defensivo que propuso el Botafogo.

La única clara de la primera parte fue un remate de Richard Ortiz de fuera del área, a quien le cayó la pelota tras un centro que fue rechazado por la última línea del cuadro brasileño.

A parte de eso, nada. Uno quiere saber cómo terminó lesionándose el arquero del "Fogão", Helton Leite, si casi no tuvo participación en todo el partido.

Era lógico que al inicio del segundo tiempo tenía que cambiar, ya que desperdició todo un tiempo. Había que ganar peso en ataque y el estadio pedía a Roque. Pero con lo que lleva Repetto en el Franjeado, muy pocas veces hemos visto cosas lógicas en sus equipos, no cambió de entrada.

Desperdició otros cinco minutos del segundo tiempo y luego se dio cuenta que era momento de cambiar. Una vez más, así como en el partido ante Independiente del Valle, el ingreso de Roque le cambió la cara en ataque y fue otro Olimpia.

Inteligente, luego de que el Franjeado generó tres oportunidades de gol, los brasileños enfriaron el partido y pudieron sobrepasar el aluvión, que solo renació luego del gol decano, que llegó a 10' del final, luego de una genialidad de los "salvadores" de Repetto: Walter Bogado y Roque Santa Cruz. Lo definió Brian.

En los penales apareció la figura del "Gatito" Fernández. El paraguayo adivinó tres de los cuatro penales de los jugadores de Olimpia y llevó a su equipo a la fase de grupos. En líneas generales, el brasileño no fue más que el Franjeado, pero la diferencia radica en que carece de un patrón o idea de juego. Clasificar, de esta manera, hubiese sido alargar la agonía.

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