Lauren Silva Laughlin

Para Nelson Peltz y su gran inversión en Procter & Gamble, la elección del momento oportuno podría ser tan importante como la estrategia. Trian Partners, la compañía del inversor activista, reveló que posee una participación de 3.500 millones de dólares en P&G, el fabricante del detergente Tide y la pasta dentífrica Crest, pero no incluyó ninguna propuesta para mejorar los retornos de los accionistas. Sea lo que sea que tenga en mente, las acciones de los consumidores similares a las de P&G están bien posicionadas para un entorno económico más duro.

Procter & Gamble ha demostrado ser un objetivo difícil. Un colega "agitador corporativo", Bill Ackman, colocó unos 1.800 millones de dólares en la compañía a mediados del 2012. Después de ayudar a liberarse del CEO para traer de vuelta a un ex jefe, A.G. Lafley, Pershing Square –de Ackman– salió de la posición después de solo dos años sin el gran retorno que normalmente espera de sus inversiones concentradas.

Desde la salida de Ackman, Procter & Gamble ha hecho algunos progresos adicionales. Lafley fue reemplazado por David Taylor, un veterano de la compañía que prometió seguir racionalizando la empresa. Procter & Gamble se liberó de las baterías Duracell y de las marcas de belleza Clairol y Covergirl. Aun así, mejorar el precio de las acciones en el titán de US$ 230 mil millones ha sido difícil, abriendo la puerta para Peltz.

Dividir la empresa puede ser una opción. Aunque Peltz propuso sin éxito esta idea en Pepsi, los analistas de Bernstein ya han enviado cartas a Taylor y al consejo respaldando la idea. Gillette podría ser un área de enfoque para Peltz. Procter & Gamble pagó más de 50.000 millones de dólares por la firma en el 2005, pero la operación se ha visto sometida a una creciente presión de empresas emergentes como las de Harry que ofrecen alternativas más baratas a través de servicios de suscripción que atienden a consumidores más jóvenes. Unilever compró recientemente a un rival de Gillette, el Dollar Shave Club, dándole un respaldo más fuerte.

De cualquier manera, Procter & Gamble ofrece por lo menos alguna protección a la baja para Peltz. Los productos básicos de consumo son a menudo resistentes cuando la economía empieza a agrietarse. P&G tiene uno de los récords de dividendos más consistentes de las compañías estadounidenses, una característica que los inversores especialmente valoran cuando los precios de las acciones se estancan.

Estados Unidos casi llegó al pleno empleo y el crecimiento desde el 2009 es uno de los más largos de la historia del país. Eso sugiere que otra recesión puede no estar lejos. Las probabilidades son que Peltz tenga algo más grande en mente, pero él eligió un buen momento para intentar sacarse de encima a Procter & Gamble.

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