AGENCIAS
Después de 12 horas de trabajo de cientos de voluntarios, biólogos y veterinarios, se calcula que menos de un centenar de los animales implicados en el varamiento han podido volver a nadar en aguas abiertas. El esfuerzo de rescate se reanudó ayer sábado, según las autoridades locales.
Farawell Spit se encuentra en la bahía Golden, en la zona norte de la isla Sur de Nueva Zelanda, y está considerada como una las zonas de litoral más espectaculares del país. Por causas que todavía no han sido determinadas, Farawell Spit ha sido escenario durante las últimas décadas de diversos episodios de varamiento o encallamiento masivo de cetáceos.
BAHÍA SEMICERRADA
La formación de la zona, con una gran bahía semicerrada y una gran extensión de playa con muy poco profundidad, pueden afectar la orientación de estos animales que viajan en grandes grupos. La temperatura del agua –que este año parece estar por encima de lo habitual– o incluso alguna actividad humana (como el tráfico marítimo o el uso de radares militares) pueden también estar implicados en estos trágicos embarrancamientos.
Los cetáceos atrapados en la arena de Farawell Spit pertenecen a la especie conocida como calderón común o ballena piloto de aleta larga (Globicephala melas, subespecie G. melas edwardii). Pese a su nombre común, esta especie pertenece es un cetáceo odontoceto de la familia Delphinidae, a la que pertenecen los delfines.
El varamiento de este grupo de ballenas piloto fue descubierto por un miembro del personal del Departamento de Conservación el jueves pasado por la noche.